¡El Rayo vuelve a Primera!

 

El conjunto de Vallecas vuelve a la élite del fútbol español dos temporadas después de perder la categoría, con una imagen y un estilo renovados. 


Una vez dijo un genio que "la vida puede ser maravillosa". Quizá no es justa, pero de vez en cuando da un pequeño respiro a aquellos que lo han pasado mal. Este lunes los vallecanos volverán a madrugar como nadie, seguirán sufriendo la pandemia como nadie y seguirán maquillando sus ojeras, pero lo harán sonriendo como nunca. Porque sí, porque el barrio vuelve a ser de Primera, porque su equipo regreso a la elite y la próxima temporada se codeará con los mejores del fútbol español.



Vallecas es un sitio donde es muy complicado ver muchas camisetas juntas de la actual temporada. Cualquier partido en el Estadio se convierte en una suerte de Frankestein compuesto por franjas de su padre y de su madre. De Coke Andujar, Míchel, Raúl de Tomás, Bolic o Trejo. Algunas desteñidas, otras con algo más de brillo, pero todas con el lustre que les da el orgullo de saberse especiales....El sufrir vallecano. 

Frente al Girona se subía la apuesta. Tras el 1-2 de la ida la final parecía finiquitada. El Rayo estaba muerto y enterrado. Era imposible remontar ante un equipo que venía sin perder en los últimos once partidos... pero ya lo venían diciendo tanto Andoni Iraola como sus jugadores: “Si hay un equipo que puede remontar esto, ese es el Rayo”. Y eso que venían de la temporada más convulsa que se recuerda en Vallecas. Lío con la devolución de abonos, lío con impagos y retrasos a los jugadores, lío de comunicados que iban y venían, lío con aplazamientos de partidos, lío con la Covid, lío con lesiones, lío con la falta de gol, lío con la continuidad del entrenador... Cualquiera que dijese que veía al Rayo ascendiendo era automáticamente llevado al manicomio.

Sin embargo, ante el Leganés en la ida de las semifinales de los playoffs, todo cambió. Fueron apenas 900 vallecanos los que estuvieron presentes. 900 los que, tras mucho pelearse con las entradas por problemas a la hora de adquirirlas, hicieron cambiar el rumbo. Era posible ¿Cómo no iba a poderse si había todo un barrio detrás de un equipo de manera incondicional? A las buenas y a las malas cantan. Pues eso.



Con la mezcla perfecta entre veteranía y juventud, todo lo que antes parecía malo ya no se veía tan horrible. ¿Qué Advíncula no podía jugar por estar con su selección? Aparecía Mario Hernández, canterano de toda la vida, a dar el do de pecho. ¿Qué Qasmi no estaba acertado de cara al gol? Sin problema, ya está Isi. ¿Qué Saveljich no está disponible? Velázquez aparece para poner el hombro y ayudarle a recuperarse lo más rápido posible. Y así un sinfín de ejemplos que se resumen en todas y cada una de las piñas que se producían detrás de cada gol de la franja. No faltaba ni un futbolista allí.
Andoni Iraola, el artífice del milagro . Con su buen hacer en el Mirandés como carta de presentación, pero en Vallecas ha sabido lo que es la presión por tener que ascender. A falta de poco más de un mes para terminar la competición tenía pie y medio fuera del club, pero finalmente supo reconducir la situación a pesar de que estuvieron a punto de destituirle. 

Post by DANIEL MORENO

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