El lado empresario de Michael Jordan

 

Michael Jordan.

Se podría decir que pueden tratarse de las dos palabras más poderosas e influyentes en la historia del baloncesto, y quizá del deporte en general, contando con el permiso de las siempre ilustremente recordadas “Muhammad Ali”. Y es que el mítico Cassius Clay fue todo un referente, no solo para una generación, si no para todo aquel que, como él, posteriormente basó su concepto del deporte en la sed de competitividad y deseo de ser “El Mejor de Todos los Tiempos” – el ya conocido como G.O.A.T - cualquiera que fuese su especialidad.

Jordan tenía esa sed. Ese impulso por demostrar de manera individual a cada uno de los miles de asistentes que cada noche abarrotaban los estadios que él y sólo él era merecedor de ser recordado como “El mejor jugador que ha pisado una cancha de baloncesto”, haciendo válido parafrasear al ya difunto Kobe Bryant cuando dijo que “Los héroes van y vienen, pero las LEYENDAS son para siempre”.
Todos conocemos lo que ha logrado el número 23 con la camiseta de los Chicago Bulls, siendo buen resumen de ello los 6 anillos de la NBA con sus 6 MVP’s de las finales, 5 MVP’s de temporada regular, 10 títulos de máximo anotador, aparte de liderar el tan recordado y aclamado Dream Team que se pudo disfrutar durante los Juegos Olímpicos en la ciudad de Barcelona en 1992 y un gran número de distinciones que omitiremos por la mera condición de no sobrepasar las palabras acordadas para este artículo.


Sin embargo, ese deseo de triunfar no se reducía exclusivamente al aspecto deportivo y, apoyado por su vertiginoso potencial, su impecable carrera y una desbordada confianza, comenzó su andadura por los negocios curtiéndose a través de los acuerdos que formalizaba cada año con la ya reconocida marca “Jordan”. Esta firma, nacida de la acertada visión de negocio de Nike, le ha llegado a reportar mil millones de dólares al exjugador, siendo un claro ejemplo de su potencial el hecho de que, tan sólo en eBay, se han llegado a vender 17 millones de artículos relacionados con las palabras “Michael Jordan”. De hecho, en la misma plataforma ha superado en un 500% las ventas de merchandising de LeBron James en 2019 (antes del lanzamiento del documental The Last Dance).

El ahora propietario de la franquicia de Charlotte se aseguró de rodearse desde el principio de hombres de negocios, tales como abogados, consultores y demás expertos en los que pudiese confiar con el fin de cumplir sus altas expectativas en materia de inversión. Con ese mismo ánimo, tras retirarse por segunda vez, pasó a formar parte de la directiva de los Washington Wizards, donde tomó controvertidas decisiones como la elección de un Kwame Brown llegado del instituto en el número 1 del draft de 2001 (el mismo año en el que Gasol fue elegido en 3ª posición logrando el galardón de Rookie Of the Year). Esta experiencia en los despachos no fue suficiente para que, tras su tercera y ya definitiva vez que colgaba las botas, el propietario que por aquella época era Abe Pollin no le despidiese de su puesto.


Después de esta inesperada situación, en 2006 decidió convertir en realidad la compra de los entonces llamados Charlotte Bobcats, de la que ahora controla el 80% de las acciones habiendo sido nombrado como Director de Operaciones y teniendo una influencia directa tanto en el retorno al nombre de Charlotte Hornets, como el reciente diseño del equipo con elecciones de calado como la adquisición de Gordon Hayward o la hasta ahora acertada apuesta por el menor de los Ball. Todo esto sin mencionar que Jordan se embarcó en esta aventura pagando 175 millones de dólares haciendo efectivos sus derechos como accionista y que, tras 15 años, la franquicia está actualmente valorada en 750 millones.
Por supuesto, su radio de acción en los negocios no se ve reducido tan sólo al accionariado, dirección y gestión de este equipo, si no que se ve ampliado con la adquisición de otros bienes como son 6 restaurantes repartidos entre diferentes ciudades de Estados Unidos, un concesionario de venta de coches y la co-propiedad del equipo de NASCAR llamado 23XI-RACING, en el cual se encuentra el único piloto afroamericano de la competición, Bubba Wallace.


Aunque la leyenda del basket sigue ampliando su rango de inversión año tras año, la gran responsable de la mayoría de los ingresos anuales que percibe Michael Jordan, no es otra que la antes mencionada marca Nike. Y al igual que esta, la suma de los innumerables contratos de patrocinio que posee con Gatorade, Upper Deck, aXiomatic o incluso con 2K Sports superan ampliamente los beneficios obtenidos con negocios propios habiendo llegado a percibir gracias a estos una suma de más de 80 millones de dólares durante un curso fiscal. Esta condición dejó en su momento a Jordan en el top ten de los atletas mejor pagados del mundo 10 años después de su retirada.

Cabe recordar que sin el extenuante trabajo que durante toda su carrera ha realizado, llegando a lo más alto del baloncesto mundial y rompiendo unas fronteras internacionales que antaño se antojaban inasumibles incluso para una figura pública, el ex jugador de la universidad de Carolina del Norte no habría podido alcanzar tales cotas de éxito con los patrocinios anteriormente mencionados. Sin embargo, cuesta pensar que este ávido “gestor de posibilidades” no hubiese encontrado un camino de éxito parejo al que actualmente vive.
Al fin y al cabo, todo se resume a dos palabras: Michael Jordan.

Post Javier Navarro 

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