Raül López: reinvención constante
Pese a su personalidad
callada y su preferencia a pasar de puntillas ante el aspecto más público de su
trabajo, Raül López fue etiquetado por sus propios compañeros como “el jugador
más talentoso con el que hemos jugado”, y por la prensa norteamericana como “el
heredero natural de John Stockton”.
Esa emergente estrella de
20 años que resultó ser en su momento además el fichaje nacional más caro de la
ACB a su llegada al Real Madrid de la mano de un recién nombrado Florentino
Pérez, sufrió en su segundo año la primera de sus trágicas lesiones rompiéndose
el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y, tras recuperarse y dejar
a compañeros y rivales con la boca abierta con su desparpajo y control total
del juego, se convirtió en el 3er jugador español en pisar la ansiada NBA,
siendo seleccionado por los Utah Jazz en el puesto 24 del draft (por delante de
un tal Tony Parker).
Lo que debió ser el mayor
júbilo para el base de Vic, se tornó rápidamente en otro calvario tras volver a
sufrir la misma lesión en la misma rodilla durante un amistoso en Rusia. Y
entonces inevitablemente se vio forzado a posponer su aparición como Rookie durante
todo un año. Es tras esta temporada cuando Raül comienza a mostrar al mundo las
habilidades que le habían llevado a merecer un hueco en la mejor liga del
mundo.
Por ese motivo, en el
momento en el que el “mago de Vic” cayó gravemente lesionado por tercera vez en
su carrera (esta vez en la rodilla izquierda) mientras trataba de ganarle el
puesto de titular a Carlos Delfino en los prometedores Jazz -que además
contaban con un pletórico Andrei Kirilenko por aquella época- y que causó su
baja definitiva en el equipo del Salt Lake City, muchos jugadores se hubieran
desmoralizado y se hubieran ofuscado tratando de volver a la liga a la que una
vez se ganó el derecho a pertenecer. Al fin y al cabo, aún tenía tan sólo 24 años.
Pero Raül ya había aprendido a vivir con
dolor, y aunque tuviera que prepararse y sacrificarse en mayor medida cada
pretemporada, no iba a permitir que estos contratiempos lo alejaran de las
canchas para siempre. Y así lo demostró en su paso por Girona, su vuelta al
Real Madrid, en el Khimki ruso y en su último destino en Bilbao, la que hoy es
una segunda casa para él y donde en 2016 se pudo retirar, contra todo
pronóstico si le llegamos a preguntar 12 años atrás, por su propia voluntad y
no debido a otra horrible lesión.
El aspecto técnico de este base de 1.80 de estatura siempre ha brillado por su eficacia, control y plasticidad, y él mismo se ha mostrado siempre dispuesto a compartir su conocimiento con sus compañeros y demás profesionales del gremio baloncestístico que solicitaran su consejo y guía. Es por eso por lo que, tras pasar dos años en los despachos del entonces RetaBet Bilbao Basket como director deportivo, pasa a formar parte del equipo técnico de Quin Snyder y, por lo tanto, de volver a una franquicia donde dejó un buen sabor de boca y donde pudo colaborar activamente en el desarrollo técnico especialmente de Alec Burks y Ricky Rubio.
Pero no era esta la
primera vez que trabajaba con el base de El Masnou ya que, en 2016, Ricky y
Raül ya estuvieron dedicando sesiones individuales para la mejora de varios
aspectos del juego en pos de poder aplicarlos durante sus primeras temporadas
tras cruzar el charco. Esa colaboración y química tuvieron su zénit en las semanas
previas a la Copa del Mundo de China en 2019 cuando, más que el aspecto técnico
del que el ahora base de Cleveland va notablemente sobrado, se centraron en el
trabajo de la confianza y los refuerzos positivos, tan poco comentados y a la
vez tan importantes a la hora de competir hoy en día.El resultado todos lo conocemos: La
selección española se hizo con el Oro y Ricky Rubio resultó MVP del torneo.
Desde que Raül López dejó de competir, y motivado por este tipo de sesiones de entrenamiento más específico, más técnico e individualizado, se embarcó junto a otro ex-ACB como es Sergio Sánchez en el proyecto North Academy, con base en la ciudad de Bilbao, en la que se entrenan a grupos reducidos en sesiones controladas y grabadas para poder corregir y motivar en el momento en un ambiente enfocado a la profesionalización de los movimientos y sensaciones en la cancha.
Este proyecto cuenta con
su llamado “North Pro”, en este caso situado en la ciudad de Barcelona, donde
ha estado entrenando con jugadores de la talla de Victor Claver, Marc Gasol o
incluso varios futuribles NBA que actualmente se encuentran disputando sus
opciones en la NCAA. Aunque sin duda, el miembro más ilustre con el que ha
colaborado recientemente fue Pau Gasol, al que ayudó en la fase final de su
recuperación tras su lesión y con el que colaboró para su puesta a punto de
cara a los últimos Juegos Olímpicos en Tokio, donde gracias a ese trabajo,
pudimos disfrutar de los que fueron los últimos minutos del pívot con la
selección española.
Siempre quedará la duda
de hasta dónde podría haber llegado Raül López si las lesiones le hubieran
respetado, aunque todos los que han jugado con él aseguran que, si en algún
momento tenía techo, éste estaría muy alto. Sin embargo, él supo aprender a
conocerse, trabajar duro y como sigue prefiriendo a día de hoy, trabajar fuera
de los focos para que los que brillen sean otros.
Post Javier Navarro
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