Herro reclama su sitio
Incluso tenemos en cuenta que Ja Morant va a ser, sin lugar a duda, un jugador esencial para la liga durante las siguientes temporadas y que por su paso es capaz de dejar varios récords. No tenemos que olvidar que se trata del Rookie del año del pasado 2019, cuando los Grizzlies volvieron a encontrar la sonrisa, tras ese oscuro periodo de transición que quedó tras el reinado de la Dinastía Gasol en la ciudad de Memphis.
Y casualmente, de la hornada de 2019 salió nuestro protagonista de hoy, que no es otro que Tyler Herro. Mientras Zion Williamson y Ja Morant acaparaban todas las miradas durante la regular season, Herro consiguió, pese a ser una 13ª elección del draft, levantar la ceja y mirar casi con desconfianza su juego, cuando durante “La Burbuja” de Orlando el delgado muchacho percutía la canasta rival con descaro y unos fundamentos de juego sin balón que hasta se antojaban de épocas pasadas.
Este chico de Greenfield, una pequeña localidad cerca de la ciudad de Milwaukee apareció en el draft tras cuajar una notable temporada con los Wildcats de Kentuky. Incluso os puede sonar este Equipo de NCAA, porque de allí salieron jugadores de la talla de Anthony Davis, Rajon Rondo, o el mismo John Wall.
Pero ¿qué es lo que hace que hoy nos centremos en la figura de Herro?
En primer lugar, su progresión. Pues tras una ilusionante campaña como rookie en la que, como mencionábamos antes, durante las finales de 2020 desconcertó al aficionado y lo puso en el radar de buena parte de ojeadores y directivos de la NBA, para el año siguiente, hacer pensar a estos mismos aficionados, que su pasión y dedicación por el oficio se iba relajando, anteponiendo a esta su participación en la escena pública, hasta tal punto que durante esta pasada pretemporada, sonaba su nombre como una valiosa moneda de cambio con el fin de apuntalar la plantilla de unos Heat que ansiaban recuperar el ritmo y estilo de juego de aquella meritoria temporada.
Nada más lejos de la realidad. Pese a que la temporada de su equipo pasó notablemente desapercibida, Herro continuó creciendo y mejorando ligeramente en sus estadísticas. Aprendió cual era su rol en ese momento y, teniendo en cuenta que sus defensores ya conocían buena parte de su repertorio, éste no dudó en aumentar su confianza y ser fiel a su juego.
https://www.nba.com/stats/player/1629639/?sort=NET_RATING&dir=1
En segundo lugar, tenemos que hablar de su condición dentro del equipo respecto a los jugadores mencionados al principio de este artículo. Pues no hay que olvidar que es una realidad que tanto Doncic, como Young o Ja Morant son los líderes indiscutibles de un equipo que, aunque es cierto que año tras año va cobrando forma, cuando aterrizaron no tenían unas plantillas que pudieran eclipsar su juego o a las que ellos mismos se tuvieran que adaptar. De hecho, la condición de pertenecer a unos Heat, rodeado por profesionales de la talla de Adebayo, Robinson, Dragic o el mismísimo Jimmy Butler, provoca inevitablemente que su P.I.E. (la contribución por jugador respecto a cada partido) sea más baja que la de, por ejemplo, Luca Doncic, quien recibe el balón en el 90% de las posesiones de su equipo.
De hecho, esta semana pasada, Tyler ha declarado que se siente parte del mismo club en el que se en encuentran Young y Doncic cuando, tras 8 partidos disputados, sus estadísticas no tenían nada que envidiar a las conseguidas por estos dos talentos, pese a que el 14 de los Heat ha estado partiendo desde el banquillo en casi todos los encuentros, y siendo la eficacia desde más allá de la línea de 3 una de las certificaciones más notables de esta afirmación (40% 3pt vs 29%/33% de Luca y Trae)
Y por supuesto que a Herro aún le queda impacto en pista para generar la misma devoción que están generando algunos de sus rivales generacionales, además del impacto que están generando estos mismos jugadores en el nivel más comercial, donde el jugador de los Mavs ha firmado un millonario contrato con la marca Jordan (los detalles del contrato son privados), donde estos jugadores están generando de 3 a 6 millones de followers en sus redes sociales y la venta de merchandising relacionado no deja de subir, reportando a sus equipos y a la propia NBA unos ingresos y reconocimientos globales a la altura de verdaderas estrellas. Pese a ello, el de Greenfield conserva el contrato que hace 3 años firmó con Nike, con el que además ha creado su propio logo y el que le sigue reportando fama y estatus como estrella emergente.
Además, este desgarbado blanquito con cara de mala leche tiene ilusionado, no solo al fiel seguidor de Miami, si no también a todos los aficionados que tratan de ver el baloncesto más allá, evaluando las posibilidades del equipo cuando este jugador está en pista (+4.2 vs -7.4/-2.3 de Luca y Trae).
Herro está empapándose de la cultura Heat, de la intensidad que jugadores como Butler o PJ Tucker muestran en cada entrenamiento y partido, del elaborado y altruista estilo de juego planteado por Eric Spoelstra, e incluso aún puede notar que la alargada sombra de Pat Riley sigue siendo una motivación extra para no dejarse llevar por los factores externos al baloncesto y apuntar cada vez más alto para hacerse un nombre en la élite del baloncesto mundial.
Por ahora las metas están bien definidas: Tyler quiere hacerse un importante hueco en el equipo titular de unos Miami Heat que son, a día de hoy, claros contendientes al anillo, y por supuesto, ganarse esa condición de estrella y referente generacional con la que se siente tan identificado.
Herro es un jugador de los que hacen que el aficionado se levante del asiento cuando tiene el balón. Es un jugador muy disfrutón y eso le facilita mucho las cosas para poder conseguir una de esas metas. No sabemos qué es lo que le deparará el futuro o si dentro de unos años hablaremos de él como uno de los grandes valores de esta liga.
Lo único que sabemos es que ahora todo depende de él.
Post Javier Navarro
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