Cuenta atrás para la vuelta del Guerrero


La
espera está llegando a su fin y el aficionado de “La Bahía” lo sabe. Uno de los jugadores más importantes en la historia de la franquicia está a punto de volver a vestirse de corto para hacer vibrar a los más de 18.000 espectadores del Chase Center. Es uno de los suyos, un “Splash Brother” que, como reza el anuncio, puede volver a casa por Navidad.

Estos días se nos ha ido tentando con esa idea mientras se le podía ver completamente uniformado, mientras realizaba calentamientos y sesiones de tiro, pocas horas antes de que los Warriors se enfrentasen el pasado 3 de diciembre en Oakland. Pero no hay que lanzar las campanas al vuelo todavía, pues el jugador angelino ha tratado de calmar los ánimos en esta última etapa de su recuperación apuntando a su vuelta en “unas pocas semanas, quizá un mes”.

Inevitablemente, para los amantes de este deporte, y del espectáculo que nos ofrecía el dúo formado por él mismo y ese alegre chaval de ojos claros, verlo desengrasando la maquinaria nos hace pensar en el salto de calidad que podría pegar el equipo con su vuelta.


Porque a día de hoy, los Golden State Warriors parece que no están teniendo ningún problema para dominar la competición, y su récord de 20-4, que los coloca junto con los Suns en la cima de la liga, nos hace pensar que cualquier modificación o incorporación prematura al equipo podría causar el efecto contrario al deseado. Pero tranquilos, es normal pensar así, y ese es uno de los motivos por los que, tanto el cuerpo técnico, cómo el cuerpo médico están únicamente centrados en la completa recuperación del hasta ahora 3 veces campeón de la NBA.

De hecho, el jugador y la franquicia no podrían estar mejor sincronizados en este momento, pues el equipo está carburando bien, y eso le permite al jugador no tener que forzar la vuelta para ayudar al grupo. A su vez, el equipo no quiere comprometer esa buena racha de victorias viéndose obligado a incorporar a un jugador que aún está a medio gas, pero también agradecerá el retorno del hijo pródigo, con el fin de añadir un nuevo jugador de plenas garantías que aumente el extenso arsenal de posibilidades de la franquicia californiana.


Sí. Entendemos que ya lleva mucho tiempo fuera. Que desde su lesión en las finales de 2019 han pasado demasiados partidos, demasiadas cosas e incluso, demasiadas dudas sobre si el dueño de Rocco volverá a ser el que era. Ese jugador que libera a Curry, generando una constante amenaza de tiro (y acierto), ese jugador que es capaz de anotar 60 puntos en 29 minutos, usando tan sólo 11 botes de balón.


Fue una lástima que, tras haber hecho la mayor parte del camino, se volviera a lesionar durante uno de sus entrenamientos individuales. Esa sensación de que ya estás a punto de volver, mezclada con la aceleración en las pulsaciones cada vez que ves que la fecha marcada está cada vez más cerca, se derrumba completamente ante tus ojos cuando vuelves a notar ese insufrible dolor de la recaída. 

Y ya sabes identificar el dolor y lo que significa. De hecho, la propia intensidad del dolor te señala de una manera casi premonitoria, el número de semanas que estarás en el dique seco.


Pero él es un Warrior. Lleva toda su carrera siéndolo. Lo fácil, tras mostrarse “eclipsado” por las capacidades de su compañero de backcourt y el carisma que este desprende dentro y fuera de la cancha, hubiera sido solicitar el traspaso a otra franquicia donde él fuera el gallo del corral.

Esa no es su esencia. Él es reivindicativo y luchador. Y si cree que ha sido una injusticia no pertenecer al selecto club de los 75 jugadores más importantes de la historia de la liga, pues lo dice. Y si pudiera, seguro que se le hubiera visto tratando de lograr otra gesta durante un partido tras esas declaraciones, pero en este caso, esas sensaciones las tendrá que guardar para alimentarse de ellas, al menos hasta que pueda liberarlas mientras crea una completa sinfonía de canastas en “swish” mayor.


Por ahora, el campeón del concurso de triples en 2016 está trabajando sin descanso para que su retorno no sea fugaz. La franquicia está deseando su vuelta. Es uno de los grandes motivos de sus triunfos como club, y también uno de los reclamos más importantes que manejan en la bahía de San Francisco para llenar el estadio.

El propio jugador se mostró seguro cuando declaró hace unos días que no tiene miedo a lesionarse de nuevo, “porque las últimas dos veces que sucedió, fueron meros accidentes”, y añadió: “odio usar la frase no puedo esperar, porque me gusta estar presente en mi vida, pero la verdad es que no puedo esperar a jugar delante de nuestros fans de nuevo. Disfruto mucho siendo un Warrior”.

Con todo, y en pleno periodo festivo, ahora todos podemos decir que ya falta poco. Oficialmente la cuenta atrás ha comenzado para la vuelta del Guerrero.

En breve, toda la NBA celebrará la vuelta de Klay Thompson.

Post Javi Navarro











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