La elección correcta

 


El mundo del deporte está repleto de estrellas que, tras retirarse, o incluso durante su carrera, se dedican de una manera casi profesional a otra disciplina deportiva. En España nos hemos acostumbrado a que Gareth Bale dedique una importante cantidad de tiempo a lo que es su pasión: El golf.

Pero no es el único deportista que disfruta de este deporte, pues al ser una práctica baja en riesgo físico, se ha convertido en el hobby de jugadores como Stephen Curry, como ya lo fue de Michael Jordan o Larry Bird (y no, mi fuente para esta historia no es la película de Space Jam).


Por supuesto, el alto rendimiento en una disciplina deportiva como es el baloncesto te predispone a otras muchas actividades físicas. Sin ir más lejos, el año pasado sorprendieron las declaraciones de todo un número 1 del draft como es Anthony Edwards, cuando aseguraba que había elegido el draft de la NBA por encima de la NFL tras valorar el sueldo que podía alcanzar en uno y otro deporte. De hecho, declaró que podría haberse sido ser profesional en béisbol y rendido con gran calidad en otros deportes como lacrosse, tenis o natación.


Pero hablemos de jugadores que probablemente no sabías que estuvieron a punto de dedicarse a otro deporte y, por lo tanto, algunos nos hubieran privado de unos grandes momentos en la historia de la liga.

Nate Robinson:

El 3 veces campeón del concurso de mates, con tan sólo 1.73m de altura, estuvo a punto de quedarse en la NFL, pero el base de Seattle aceptó el reto y, pese a que su carrera baloncestística estuvo llena de altibajos, nos regaló más de una perla en forma de Tomahawk, además de darnos esperanzas a los redactores que compartíamos su altura, haciéndonos pensar que también podríamos machacar el aro.

Nate estuvo jugando en 2016 en el segundo equipo de los Seattle Seahawks de la NFL, además de prepararse para un combate de boxeo con el youtuber Jake Paul, del que salió bastante mal parado.


Tim Duncan:

En efecto, uno de los mejores Ala Pivots que la liga ha tenido en toda su historia, estuvo a punto de dedicarse a la natación. El exjugador de las Islas Vírgenes tuvo que olvidarse de su amado deporte después de que un huracán dejase completamente inutilizada la única piscina profesional que tenía en la isla. Esto obligó a Tim a entrenar en el mar en busca de una participación olímpica, sin embargo, y debido a su pavor a la constante exposición a los tiburones de la zona hizo que se replantease su carrera y se lanzase al mundo de la canasta.

Duncan dejó una gran huella en la liga tras 19 años en activo, con 5 campeonatos, 3 MVP de las finales, 2 MVP de liga regular y 15 apariciones en el All-Star, entre otros muchos logros.


LeBron James:

El hasta ahora 4 veces campeón NBA, con sus 4 MVP de las finales y sus 4 MVP de la temporada regular, estuvo cerca de considerar el baloncesto como un mero divertimento dominical para centrarse en su más que prometedora carrera en la NFL.

Durante su etapa en el instituto, en la cual dedicaba el tiempo a las dos especialidades deportivas, LeBron se acabó decidiendo por el baloncesto, tras entender que la posición de wide receiver que le estaba ofreciendo su por entonces entrenador, no cuadraba con su físico ni sus expectativas.


Karl Anthony Towns:

El compañero en los Wolves de Anthony Edwards, y hoy por hoy, jugador franquicia del equipo con sede en Minneapolis tuvo un pie en la búsqueda de la execelencia y participación en la MLB (Major League Baseball). Durante su etapa en el instituto, KAT estaba centrado en su equipo, el Piscataway de la All Star league de Baseball. De hecho, su padre era entrenador de beisbol y, lo que podía haber condicionado su carrera, al final no tuvo la fuerza necesaria y Karl Anthony Towns decidió aprovechar todo el potencial físico y atlético para llegar a la NBA.


Allen Iverson:

Otro MVP que estuvo a punto de enrolarse a la liga profesional de futbol americano fue la leyenda de Philadelphia 76ers. Los que recuerdan sus días en el instituto comentan que A.I. podía jugar en un gran abanico de posiciones, ya fuera en defensa o ataque, como running back o incluso que tenía un gran talento como quarterback. De hecho, logró varios records en su momento y galardonado con varios premios a final de temporada.

Finalmente “The Answer” eligió el baloncesto y se marchó a Georgetown, prefiriendo una carrera más larga y donde no tuviera que levantar pesas para mantenerse en la liga. A día de hoy, todos agradecemos que no le gustara pasar por el gimnasio. Al fin y al cabo “we talk about practice…”


Por supuesto que hay muchos otros ejemplos de estas curiosas situaciones. No nos olvidemos que Michael Jordan llegó a dedicarse brevemente al beisbol. Además, Wilt Chamberlain se decidió por el baloncesto ya que el voleyball no le iba a dar de comer, pese a que era todo un portento físico y técnico.

Las historias de Chase Buddinger, también asociado al volley, Kris Humphries con natación o Pat Coughnaton, obligado a decidirse entre la MLB y la NBA, son buena muestra de ello.

Quién sabe las estrellas que nos habremos perdido en el mundo del baloncesto o, por el contrario, las que han dejado escapar otros deportes por preferir jugar con un balón de la talla 7. Lo que sí sabemos es que, al menos los casos de los que hemos hablado en este artículo, han colaborado dando forma y sentido a lo que es la NBA hoy en día.

Post Javi Navarro 

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