Galtier, las claves del éxito del entrenador de moda en Europa

El técnico francés es el hombre del momento en los banquillos. Su Niza barrió en Copa a PSG y a Marsella y está en puestos Champions (3º). En 2021 ganó la Ligue 1 con el Lille.

La historia de Christophe Galtier (23-8-1966 Marsella) es la de un entrenador que ha alcanzado la fama ya cuando peinaba más que canas. Es el técnico de moda en Europa gracias a los milagros que está consiguiendo en el fútbol francés. Y es el gran deseado por los grandes clubes de Europa.

Galtier ya consiguió EL MILAGRO la temporada pasada cuando con el Lille le consiguió arrebatar la Ligue 1 al todopoderoso PSG. Un milagro que parecía difícil de igualar... o no. Decidió dejar de lado la posibilidad de jugar la Champions con el Lille para relanzar al Niza y vamos que lo está consiguiendo. Tercero en la liga francesa (fue 9º en la 2020-2021) y ya ha eliminado al PSG de Pochettino y al Olympique de Marsella de Sampaoli en la Copa de Francia. Paso firme a semifinales. Otra proeza. En los tres años y medio que permaneció en Lille le hizo uno de los grandes clubes franceses... Al Niza va camino de conseguirlo.


Su experiencia como primer entrenador comenzó en invierno de 2009 cuando sustituyó a su maestro Alain Perrin a los mandos del St. Étienne. Con el equipo más laureado de Francia estuvo casi 8 temporadas y en todas ellas se fue mejorando hasta devolver a Los Verdes al prestigio perdido. En 2013 ganó la Copa de la liga, su primer trofeo como entrenador. El otro fue la Ligue 1 en la histórica temporada 2020-2021.

Los inicios de Galtier no fueron tan idílicos como ahora. Comenzó en el equipo de su ciudad, el Olympique de Marsella, en el que jugó en los años 80 y 90 en varias épocas como central zurdo (de la misma generación que Cantona o Blanc). En Marsella estuvo entre 1999 y 2001 aprendiendo de segundo de Bernard Casoni, Abel Braga (Fluminense) y Javier Clemente. Con el español coincidió 15 encuentros. Él era su interlocutor con la plantilla. Era el Marsella de George Weah. 


En esos años con el club de su ciudad fue el protagonista del episodio más oscuro de su carrera deportiva. En un encuentro entre el Mónaco y el Marsella en abril de 2000 acabó a puñetazos en el túnel de vestuarios con varios jugadores rivales, principalmente con Marcelo el muñeco Gallardo, actual técnico de River Plate. Una pelea que le costó 6 meses de suspensión y la fama de enfant terrible.

Después de esa mala experiencia cambió de aires: Aris de Salónica (Junto a Bernd Krauss), Bastia, Al Ain, Portsmouth, Sochaux; Olympique de Lyon... pero siempre como técnico asistente, principalmente de Alain Perrin. Hasta que le llegó la alternativa en el Saint Etienne. Cumplió. Después en el Lille superó las expectativas y se puso en el foco. Ahora el Niza... y quien sabe si en el futuro un gran club fuera de Francia. Su nombre sonó con fuerza en los despachos de muchos clubes europeos el pasado verano: Juventus, Arsenal, Tottenham, Barcelona... pero él ya había dado su palabra al Niza.



Galtier ya nos demostró, primero en el Saint-Étienne y posteriormente en el Lille lo buen entrenador que es. Demostró como logra hacer del pragmatismo una auténtica virtud. Así mismo, siendo muy fiables ante cualquier tipo de contexto, “los dogos” conquistaron el título durante la pasada campaña con el técnico nacido en Marsella a los mandos de un equipo que le arrebató el trono al PSG.

Tras ganar, necesitado seguramente de un cambio de aires y dadas las buenas condiciones que le ofrecía su nuevo club, Cristophe Galtier decidió marcharse al sur para comandar un proyecto muy interesante que estaba falto de un líder que dotara de contexto a una plantilla con sobrante calidad. Así pues, se marchó a Niza y comenzó una aventura que, de momento, está resultando a las mil maravillas.


Lo asombroso del nuevo Niza, ya a las órdenes de Galtier, es su cambio radical de dinámica. En el mismo está claro que ha tenido mucho que ver el nuevo técnico. Con esto, mientras que la defensa de la temporada pasada por parte de “les aiglons” fue muy poco decente. la de este año muestra una presencia y seguridad nunca vista en el equipo.

Si por algo llama la atención este Niza es por su impenetrabilidad. Los equipos de Galtier suelen estar muy bien estructurados tácticamente. El conjunto sureño no es una excepción. La defensa es lo primordial para el entrenador marsellés. Lo está demostrando con su nuevo equipo, que de momento es de los equipos menos goleados en la Ligue. 


Su riqueza táctica, que dota al conjunto de una estructura muy sólida y por momentos infranqueable, no se podría entender sin el 4-4-2, el esquema por excelencia del técnico galo. Este es un esquema que dota al equipo de mucho equilibrio. Aunque la clave de todo el entramado defensivo está en la predisposición de todos los jugadores para ayudar a defender. Así pues, la solidaridad de cada miembro de la plantilla para ayudar atrás y proteger el área es digna de admirar. Y es que en el Niza de Galtier todos defienden, desde el delantero centro hasta el lateral izquierdo.

Con todo esto, cabe destacar que el equipo sureño no tiene la intención de presionar muy arriba. Prefiere esperar un poco más atrás y a partir de ahí agobiar al rival hasta recuperar el esférico. La doble punta (formada normalmente por Gouiri y Dolberg hasta ahora) es capital en el sistema defensivo de Galtier. Esta no aprieta a los centrales, más bien espera y se sitúa en zonas interiores para evitar que el juego llegue a los centrocampistas situados en zonas interiores. En esta tarea es fundamental también el doble pivote (formado prácticamente siempre por Lemina y Rosario), el cual se sitúa siempre a las espaldas de los dos puntas, formando así un cuadrado que niega al equipo rival el hecho de poder progresar por el medio.

Con todo esto, el equipo dirigido por Galtier no sólo logra que el contrario tenga que enfocar su juego por las bandas. Sino que cuando el esférico llega a esa zona del campo, la presión por parte de extremos y laterales se intensifica. Así se logra que los rivales tengan muy difícil el hecho de avanzar. Aun así, este sistema defensivo tiene, como es normal, algún fallo de vez en cuando. Especialmente cuando los centrales salen mucho de posición y cuando llegan hombres de segunda línea a rematar centros laterales. Es por esto que el gran nivel que está mostrando el Niza atrás no se sustentaría sin las magníficas actuaciones de Walter Benítez. Él se está destacando como uno de los mejores arqueros de lo que llevamos de temporada, apareciendo siempre en momentos clave con paradas espléndidas.


Que el Niza tenga una posesión media de 47.9% y que tenga menos el balón que su rival, nos indica que al conjunto sureño no le importa si tiene que estar más tiempo defendiendo que atacando. Es por esto que, cuando tiene el balón, intenta verticalizar mucho para llegar al área rival lo más rápido posible.

En cuanto a la salida de presión, cabe destacar que “les aiglons” no suelen complicarse. Buscan siempre que el rival haga un amago de presionar el balón en largo para la doble punta. Aun así, a veces si que optan por salir jugando. Y es que cuentan con una pareja de centrales titular (Dante y Todibo) bastante decente en cuanto al juego con los pies se refiere.

El último apunte referente a la ofensiva del conjunto dirigido por Cristophe Galtier es para Amine Gouiri. El jugador está realmente de dulce, le sale todo. Es la pieza diferencial para el ataque del Niza. Su entrenador le ha dado las llaves de la media punta. Le ha entregado la zona de tres cuartos y el jugador no ha podido responder de mejor manera.



Veremos como evoluciona la cosa. Pero si logran seguir a este ritmo físico, apretando defensivamente a los rivales de igual manera que en estos cuatro enfrentamientos, y son tan efectivos en el aspecto ofensivo, podríamos estar ante la gran revelación del campeonato. Ahora toca la gran pregunta: ¿será capaz Galtier de arrebatarle el título al PSG por segundo año consecutivo?

Parece complicado, porque la profundidad y calidad de plantilla de uno y otro equipo no es la misma, además de la sitancia de más de 10 puntos actualmente. Pese a esto, “les aiglons” deben centrarse en seguir ganando encuentros. Además deben seguir fortaleciendo su ya muy sólida defensa y en competir frente a todos los rivales. Si esto se cumple, seguro veremos al Niza en lo más alto de la tabla, establecido en zonas europeas.

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