Renovarse o morir
Nuestro “The Special One” de hoy va a ir destinado al gran Carmelo Anthony, un jugador capaz de reinventarse para seguir demostrando su capacidad de poder jugar en la NBA actual, donde a sus 37 años, sigue aportando sus letales tiros de media distancia, ayudando a unos Ángeles Lakers en el apartado anotador, porque, aunque mucha gente lo diera como acabado, volvió para colocarse en el top-10 de anotadores históricos.
Su aventura en la NBA comenzó tras el sorteo del draft del año 2003, donde fue elegido en el tercer puesto por los Denver Nuggets después de liderar a la universidad de Syracuse conquistando el título de la NCAA y siendo elegido mejor jugador del torneo. Delante suyo para completar el top-3, estaba Lebron James como número uno del draft, elegido por los Cleveland Cavaliers, seguido de Darko Milicic, elegido en segundo lugar por los Detroit Pistons. Junto a este top-3, ese año también había jugadores ilustres como Dwyane Wade (Miami Heat), y Chris Bosh (Toronto Raptors).
Rápidamente la llegada de Carmelo Anthony a los Denver Nuggets, hizo que pasaran de ser una franquicia que no entraba en play-offs, a ser una franquicia habitual de entrar en ellos. Con el número 15 en su espalda (igual que Nikola Jokic en la actualidad) lideró a su equipo con jugadas espectaculares gracias a su velocidad y su capacidad anotadora, promediando 21 puntos por partido en su año Rookie, lo que le sirvió para entrar en la puja por ganar el premio al Rookie del año, donde finalmente quedó en segunda posición detrás de Lebron James.
Para los Nuggets, poder contar con Melo no solo les servía para poder entrar en los play-offs, sino que también ayudaba a la hora de intentar traer a grandes jugadores en busca del anillo de la NBA, entre sus compañeros destacaron Billups, Marcus Camby, Kenyon Martin o Jr. Smith, pero sobre todo sobresale un nombre por encima del resto, y no es otro que el grandísimo Allen Iverson (The Answer). Con esta pareja de anotadores pudieron llegar hasta las finales de conferencia en el año 2009, donde fueron superados por los Ángeles Lakers en 6 partidos, equipó que ganó el anillo contra Orlando Magic en cinco partidos.
Pero todo llega a su fin y Carmelo entendió que era el momento de cambiar de aires, y después de 9 temporadas en Denver (2003-2011), puso rumbo a la Gran Manzana para jugar en los New York Knicks, donde estuvo 7 temporadas (2011-2017) aportando todas sus cualidades y liderando al equipo, aunque no pudo conseguir el anillo ya que la temporada que más lejos llegaron fue hasta semifinales de conferencia, en la temporada 2012-13, también ese año fue el máximo anotador de la liga promediando 28,7 puntos por partido. Otro dato destacado en New York, fue el batir el récord de anotación de la franquicia en un partido, puesto que en el año 2014 frente a los Charlotte Bobcats alcanzó los 62 puntos.
Al terminar su etapa en New York, puso rumbo hacia Oklahoma City Thunder (2017-2018), donde empezó su pesadilla. Fue para formar un big-three con Russel Westbrook y Paul George, pero no salió bien el reparto de roles y tuvo su media anotadora más baja en su carrera, además de caer eliminados en primera ronda ante los Utah Jazz. Al terminar la temporada Carmelo declaró que si renovaba con los Thunder no aceptaría salir como suplente, entonces, antes del comienzo de la próxima temporada, fue traspasado a Atlanta Hawks, dónde lo cortaron y firmó con los Houston Rockets, por el mínimo de veterano y para una sola temporada, allí formaría pareja con Chris Paul, pero solo diez partidos después fue apartado del equipo, y tras varias semanas sin saber qué pasaría con él, el 22 de enero de 2019 lo traspasaron a los Chicago Bulls, para ser cortado tan solo 10 días más tarde.
Después del corte se quedó sin equipo, y su fama de jugador que no defendía, de mal compañero, de no aceptar no ser la primera espada del equipo y aún menos cambiar su rol a jugador que sale desde el banquillo, hizo que se viera fuera de la NBA y sin oportunidades. Pero en su periodo fuera de las canchas, donde mucha gente ya lo consideraba un exjugador y solo les quedaba recordar su trayectoria, que fue más exitosa en la selección nacional, donde logró 4 medallas olímpicas, 3 de oro y una de bronce, junto a un campeonato FIBA América y un bronce en el mundial del año 2006, dónde se proclamó vencedora la selección española liderada por Pau Gasol.
Así que el bueno de Melo empezó a trabajar en solitario y a cambiar su mentalidad para demostrar a todos los equipos y aficionados que merecía otra oportunidad, que no se le había olvidado jugar al baloncesto, y que, si tenía que cambiar para no caer en el olvido, lo haría, pensando más en el colectivo que lo individual, y aceptando el rol que le exigiera su entrenador.
Y todo trabajo tiene su recompensa, el 15 de noviembre de 2019, firmó con Portland Trail Blazers (2019-2021) de Damian Lillard y Cj Mcollum, y si alguien tenía dudas acerca de su rendimiento y comportamiento, demostró que no iba a desaprovechar la oportunidad que se le presentaba, asumiendo su rol de no ser el líder del equipo, de ser más un lanzado y no el jugador que tiene el balón mucho rato en sus manos, y poco a poco fue ganando minutos, siendo titular en 58 partidos con un promedio de 15,4 puntos por partido, demostrando que se había renovado para no morir en la mente de los aficionados.
Tras su paso por Portland, aceptó un traspaso hacia Los Angeles Lakers junto a Lebron James, Anthony Davis y Russell Westbrook, en busca de un anillo que se le resiste y que el tiempo dirá si podrá conseguirlo, o si formará parte de la lista de grandísimos jugadores sin anillo junto a Allen Iverson, Vince Carter, T- Mac o Charles Barkley entre otros muchos.
Post: David Aguilar @90.sink.11
Muy acertado el artículo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por leernos. Estamos encantados de que te guste el artículo
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