Spotify - FC Barcelona. ¿Puede volver el club a pensar en grande?


Se confirma el acuerdo entre la multinacional de música y el club catalán. El Barcelona confía en conseguir más ingresos para revertir la situación económica y recuperar el límite salarial negativo. Un acuerdo de unos 60 millones de euros al año que da un poco más de ingresos a un club con una situación económica delicada pero que no les permite aun pensar en fichajes mayores. 

Después de varias semanas de espera, finalmente el Barcelona logró cerrar el acuerdo global de patrocinio que andaba buscando desde que Joan Laporta aterrizó en la presidencia hace exactamente un año. El club azulgrana no solamente quería dinero, tuvo ofertas tentadoras en verano que llegaban a los 65 millones por la camiseta, sino también un impacto mediático mundial, algo que la marca Spotify genera desde el primer minuto. La plataforma de música por streaming será el patrocinador principal del club. Su marca aparecerá en el frontal de las camisetas del equipo masculino y femenino, en la ropa de entrenamiento y en el estadio, que pasará a llamarse Spotify Camp Nou a partir del próximo 1 de julio. Todo ello, por una cifra cercana a los 280 millones y durante cuatro temporadas, es decir, 70 millones de € por temporada. Este acuerdo no es definitivo: el próximo 3 de abril, los socios compromisarios deberán ratificarlo en una Asamblea telemática.


El Barça necesitaba urgentemente cerrar la operación para demostrarle a LaLiga que sus previsiones de recuperación económica se están cumpliendo y así conseguir un límite salarial adecuado para poder afrontar las próximas temporadas sin las ataduras que comporta estar excedido de Fair Play Financiero. Sobre todo en los fichajes, pero también en las renovaciones. Algunas de ellas, urgentes e imprescindibles, como Gavi o Ronald Araujo. En estos momentos, el límite del Barcelona es negativo: -144 millones de euros. El acuerdo con Spotify entrará en vigor el próximo 1 de julio, por lo que no afecta en el límite en estos próximos meses, aunque sí impactará en el cálculo para la temporada 2022-23.

Desde el club azulgrana insisten en evitar comparaciones con las cifras ingresadas antes de la pandemia, ya que el mercado ha caído y las previsiones de futuro próximo no son optimistas debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, entre otros. Antes de la pandemia del coronavirus, Rakuten pagaba 55 millones al año por la camiseta del primer equipo masculino y por ser espónsor principal del club. La compañía de electrodomésticos Beko desembolsaba 19 millones por la manga de la camiseta masculina y por patrocinar la ropa de entrenamiento, mientras que Stanley se publicitaba en la camiseta del equipo femenino a razón de 3,5 millones por temporada. En total, por esos activos, el Barça facturaba 77,5 millones de euros sin contar los variables justo antes de la expansión del Covid.


Ahora bien, la pandemia lo tiró todo por los suelos. Rakuten bajó a 30 millones y Beko hizo lo propio reduciendo su inversión en el Barcelona a 10 millones. Por lo tanto, el total durante esta última temporada ha sido de 43,5 millones. Tras el nuevo acuerdo, el Barça facturará 70 millones de euros por curso (60 por la camiseta masculina, 5 por la femenina) añadiendo un activo más, el nombre del estadio (5 millones más), que pretendía venderse una vez inaugurado el nuevo Camp Nou pero que ya será oficial esta próxima temporada. Queda la manga de la camiseta libre, un activo también a comercializar en estos meses.
Barça Studios, CVC y BLM

Al Barcelona le quedan todavía deberes por hacer. El club sigue teniendo un patrimonio neto negativo de 451 millones de euros, y debe continuar trabajando para situarlo en positivo y para conseguir darle la vuelta al límite salarial, el aspecto más importante para poder operar con normalidad en el primer equipo de fútbol masculino. Sin límite, el Barça está atado de pies y manos. Solamente puede hacer operaciones con jugadores libres de mercado, sin pagar traspaso, y sigue estando obligado a rebajar salarios o a vender futbolistas para ahorrarse sueldos altos. Este es uno de los grandes compromisos del verano, quitarse de encima jugadores con los que Xavi no cuenta, como Samuel Umtiti o el guardameta brasileño Neto Murara.


Pero también existen otras obligaciones vinculadas con áreas no deportivas del club que tienen impacto directo en el límite salarial. Desde hace meses, el Barça negocia por separado el acuerdo al que llegaron la gran mayoría de clubes con LaLiga y CVC Capital Partners para unirse al proyecto LaLiga Impulso, que le reportaría unos 270 millones de euros. En su momento, el club blaugrana no aceptó el acuerdo por tres motivos: no quería que ese dinero computara como un préstamo (ya tiene una deuda de 1.500 millones), quería poder invertirlo a su manera (LaLiga impuso unos porcentajes para infraestructuras, tecnología y fichajes) y no estaba dispuesto a ceder el 10% de sus derechos televisivos durante los próximos 50 años. Ahora, ante la necesidad, el Barcelona acelera para poder cerrar un acuerdo que esté entre la propuesta inicial de CVC y sus deseos.

La tercera y cuarta pata para ingresar dinero y limpiar el límite salarial negativo es la venta de acciones de sus dos empresas asociadas: Barça Studios y Barça Licensing and Merchandising (BLM). Inicialmente, Laporta y sus ejecutivos estudiaron la venta parcial (49%) de la productora de contenidos audiovisuales, una operación que ya fue aprobada por los socios en Asamblea y que está pendiente de venta definitiva, pero ahora el negocio del merchandising vuelve a entrar en escena. El club está dispuesto a vender también el 49% de BLM para conseguir líquido, disponer de un socio para desarrollar el negocio y darle un empujón a la tan mermada economía, aunque fuentes cercanas al palco comentan que esta opción puede demorarse un tiempo y no cerrarse antes del 30 de junio de este año.


Fuente: Goal.com

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