El arte de los secundarios


En el deporte, todos sabemos que lo habitual es buscar a los mejores jugadores de la historia, además de ir buscando sucesores a todos los grandes deportistas como por ejemplo Valentino Rossi, Lionel Messi, Iker Casillas, Manel Estiarte o Michael Jordan, que han visto como no han parado de buscarles nuevos jugadores que intentan colocar a su nivel o incluso por encima, pero particularmente en la NBA no es solo debatir entre si es mejor Jordan o Lebron, también existen los debates entre el mejor reboteador, mejor asistente, mejor triplista, el mejor en los mates, o en las bandejas con rectificado, y un largo etcétera para encumbrar a los más grandes y determinantes durante su paso por la liga.

Pero hay una serie de jugadores que también son merecedores de tener un reconocimiento, desde un rol más secundario, o con un juego que no llena estadísticas que queden para las nuevas generaciones, y la NBA hace muy bien en reconocerlos y otorgar los premios de Mejor defensor del año y Mejor sexto hombre. El Defensor del año es el premio al jugador más determinante con su defensa, siendo capaz de ganar partidos desde atrás, sin salir en los highlights de los telediarios, y en la mayoría de ocasiones teniendo que defender al mejor jugador rival, con el desgaste que eso supone. Por otro lado tenemos al Mejor sexto hombre, que se entrega a ese jugador que ve empezar los partidos desde el banquillo, pero que asume su rol y rinde como si fuera un titular más del equipo, liderando a la segunda unidad de la plantilla y en muchos casos compartiendo minutos con varios titulares sin disminuir el nivel del quinteto titular, y todo esto asumiendo su rol de salir desde el banquillo a la perfección.


Este año, estos premios individuales han sido entregados al jugador de los Boston Celtics, Marcus Smart, elegido como Mejor defensor del año, y a Tyler Herro, jugador de los Miami Heat, siendo el más votado en la categoría de Mejor sexto hombre. A continuación, os explicaremos quiénes son, porque los jugadores secundarios también ayudan a ganar partidos y campeonatos, ya que cualquier estrella necesita de grandes jugadores secundarios a su alrededor para poder tener un equipo competitivo y poder tener opciones de luchar por el tan deseado campeonato de la NBA.

Empezaremos por Marcus Smart, consiguiendo levantar el trofeo de mejor defensor siendo base, un dato al que hay que dar mucho valor, puesto que, el ultimo base en lograr ganarlo fue Gary Payton en el año 1996, esto se debe a que los hombres altos tienen más fácil el impacto defensivo tanto en rebotes como en tapones, mientras que los bases suelen ser más técnicos y escurridizos, por lo tanto, es más difícil de defender a su pareja de baile. Pero Smart ha hecho una temporada espectacular, y la elevada posición en la liga regular es en gran parte gracias a sus increíbles actuaciones defensivas, poniendo el cerrojo atrás y parando a quien se pusiera delante suyo. Su historia en la NBA comenzó tras ser elegido en el draft de 2014 por los mismos Boston Celtics, en el puesto número 6, y ahora, después de 8 temporadas, ha visto como se le ha reconocido su labor defensiva, pudiendo dejar su nombre para que los nuevos aficionados al baloncesto y a la NBA puedan ver lo gran defensor que es.


En la votación, Smart sumó 257 puntos, seguido de otro grandísimo defensor como es Mikal Bridges, con 202 puntos, un Bridges que está siendo clave en el apartado defensivo de los actuales Phoenix Suns de Chris Paul y Booker. Porque la defensa también es un arte, y de nada sirve anotar 150 puntos si tus rivales anotan 151, y las estrellas lo saben, y estos jugadores son indispensables en cualquier equipo que luche verdaderamente por el anillo.

Tyler Herro, ha sido otro de los protagonistas en estos premios. Estamos ante un escolta de 22 años, con un futuro brillante por delante, y que está siendo pieza clave en estos Miami Heat, donde su líder en la cancha, Jimmy Butler, ha dicho recientemente que la manera en que Herro está rindiendo desde el banquillo será la clave para ganar el campeonato. Y no es para menos, debido a que tener un jugador que salga desde el banquillo y te de el rendimiento que está demostrando el bueno de Tyler, es una maravilla, porque no solo te deja dar descanso a jugadores titulares, sino que además puedes encajarlo con titulares buscando alguna alternativa, ya que contar con él no es contar con 5 titulares, es contar con 6, y si tiene el día acertado puede dinamitar el partido contra cualquier rival.


El llamado “Baby Goat”, ha sido capaz de aprender de los errores de su temporada anterior, donde tuvo un juego muy irregular, siendo más noticia por situaciones ajenas al baloncesto, que por actuaciones en sus partidos, pero en esta tercera temporada en la NBA, se ha podido ver a un Herro con mucha confianza y solidez en su juego, aportando buenos puntos, asistencias, buena defensa y tomando muy buenas decisiones, con y sin balón, y todo esto se debe también al coach Erik Spoelstra, que ha conseguido formar un engranaje casi perfecto, prefiriendo el juego colectivo a las individualidades, haciendo un juego coral muy vistoso para los aficionados.

Herro fue una apuesta de los Miami Heat hace tres temporadas, escogiéndolo en el puesto número 13 del draft del año 2019, y que tras ser incluido en el segundo quinteto de novatos, pasó por una muy discreta segunda temporada que le ha servido para cambiar la mentalidad y demostrar a todos que ese novato que fue de menos a más y que dejó muy buenas sensaciones, no se había perdido, y que seguía en la liga para demostrar que tenía calidad más que suficiente para triunfar, y con la misión de liderar al equipo saliendo desde el banquillo.

Ha tenido la recompensa de levantar el trofeo como mejor sexto hombre, un reconocimiento más que merecido, dejando claro que no se necesita ser titular para ayudar a tu equipo y ser determinante dentro de la cancha, sino que todo se basa en asumir la función que te pide el entrenador, llevándola a cabo de la mejor manera que se pueda por el bien del equipo, y en este caso, Tyler ha sido capaz de asumir que no importaba ser titular o no, es muy joven y ya tendrá tiempo de serlo con el paso de las temporadas, pero que ahora podía ser igual de importante empezando sentado en el banquillo, estando preparado para entrar con el partido empezado y dejar su huella en cada encuentro.


En la votación ganó con 488 puntos, seguido de Kevin Love, jugador de los Cleveland Cavaliers, que obtuvo 214 puntos, y es que Tyler ha sido suplente en 56 de 66 partidos, promediando 20,7 puntos con un 40% de acierto desde el triple, capturando 5 rebotes y repartiendo 4 asistencias en 32,6 minutos por partido, unos datos muy buenos que ya firmarían muchos titulares en la NBA.

Por algo la NBA está considerada la mejor liga de baloncesto del mundo, y de las mejores competiciones en general, y estos premios son un claro ejemplo de cómo reconocer a jugadores que no son primeras espadas o jugadores franquicia, porque está muy bien nombrar al mejor jugador de la temporada (MVP), al mejor novato o al mejor entrenador, pero para que las estrellas brillen, necesitan actores secundarios de lujo, y estos jugadores también merecen que su nombre quede escrito en los libros de historia de la NBA, y que vean que su esfuerzo no ha sido en vano, porque cada año queda claro que un equipo no son 2 o 3 estrellas, sino que se necesita de una plantilla entera remando juntos para poder luchar por los objetivos.

Porque como bien dijo el gran Michael Jordan: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.

Post: David Aguilar (@90.sink.11)

Comentarios

Entradas populares