El ruido alrededor de Lorenzo Brown
Hace poco más de una semana que finalizó el Eurobasket 2022.
La selección española se hizo con el ansiado trofeo, volviendo a dar una buena muestra de garra, compenetración, estrategia y sacrificio que cogió completamente desprevenida a Francia. Esa Francia que, pese a haber jugado a medio gas todo el torneo, era la clara favorita para ganar el oro.
España iba de tapada. Tras las salidas de Pau y Marc Gasol, la retirada de Navarro y Felipe Reyes, unidas a las lesiones de Ricky Rubio (y la de Llull en el último momento), el conjunto nacional apareció en la competición con hasta 7 caras nuevas. A partir de este momento, y contando con Rudy Fernández al frente, la selección necesitaba que los hermanos Hernangómez dieran un paso al frente, y que la gran apuesta nacionalizada fuera un factor diferencial en el juego.
Y lo fué.
Lorenzo Brown, el playmaker de 32 años elegido por el mismo Sergio Scariolo, logró formar parte del mejor quinteto del torneo junto a Giannis Antetokounmpo, Rudy Gobert, Dennis Schröder y Willy Hernangómez. Pero lamentablemente no fue por ese motivo por lo que un país entero hablaba de él.
Brown nació en el estado de Georgia. Este joven procedente de una humilde ciudad cercana a Atlanta logró entrar en el draft de la NBA para ser elegido por los Minesota Timberwolves con el número 52 en un ya lejano año 2013.
Tras varios años complicados en los que le iban cortando y contratando entre equipos NBA, liga de desarrollo y algún viaje a Europa, llegó a encontrar un punto de equilibrio en su carrera cuando, tras ganar el MVP de la temporada 2016/17 en la entonces llamada G-League, ganó la confianza de los Raptors y volvió a la máxima competición profesional. Y fue allí donde conoció a Scariolo, que se encontraba en un impás como primer entrenador, deseoso de expandir su conocimiento al otro lado del charco como entrenador asistente en la ciudad de Toronto.
Lamentablemente, en enero de 2019, Zo fue de nuevo cortado, viéndose forzado a darle una segunda oportunidad a su periplo europeo y pasando por Estrella Roja, Fenerbahçe y Unics Kazán. Perfecto. Ya tenemos el background del jugador, pero… ¿Qué tiene que ver eso con España y su selección?.
Pues es exactamente ahí donde reside toda la polémica. Lorenzo fue presentado a escasas semanas del Eurobasket por la Selección Española sin un vínculo previo con el país y sin hablar el idioma. Por supuesto, esta situación era completamente nueva para cualquier aficionado a nivel nacional, y tanto la voz de defensores como detractores no se hicieron esperar. Se había convertido en un Asunto de Estado.
Sin lugar a dudas, los detractores aludían a la situación anteriormente expuesta: El jugador no habla el idioma, no ha jugado aquí, ni siquiera se le conoce algún tipo de interés previo por nuestro país y todas esas críticas se resumían con una simple palabra: Mercenario.
Para los defensores, esa misma palabra no sonaba tan mal. Al fin y al cabo muchas grandes selecciones lo hacen. No hay que olvidar a Mike Tobey con Eslovenia, Larkin con Turquía, e incluso la inminente inclusión de Joel Embiid con el combinado francés.
Ya durante el torneo, el debate se extendía hasta límites insospechados, cuando unos y otros validaban y vetaban las situaciones vividas por jugadores como Mirotic o Ibaka… o el propio Garuba.
Sin lugar a dudas, Mirotic e Ibaka sí que han tenido pasado en España, pasando largos periodos de tiempo en el país y llegando muy jóvenes a sus respectivos equipos. Por otro lado, aún hay gente a la que se le tiene que explicar que, aunque Garuba sea de raza negra y tenga un “nombre raro”, nació en Madrid.
Mientras tanto, el Sr. Brown iba a lo suyo, mientras se esforzaba por mostrarse como una alternativa de calidad ante las bajas en el puesto de base, mediante un excelso manejo de balón, visión de juego y mostrándose seguro de cara a sus compañeros a la vez que mostraba un control del tempo que ayudaba a los más jóvenes a acomodar su juego en la pista.
Todo parecía ir perfecto en la recta final del torneo, cuando nos enfrentamos a Francia en la final. Y todos pensábamos que el país “perdonaría” la situación de Lorenzo una vez ganásemos la competición. Pero España no es así.
Aún quedan muchos detractores que opinan que ganar así, no es ganar con honestidad y valores. Sin embargo, ahora Lorenzo ha convencido a más público tras su actuación, humildad y compromiso.
En conclusión, puedo decir que, quizá la manera y rapidez con la que se ha contratado a Lorenzo no han sido los más adecuados. Además contábamos con unos requisitos básicos no escritos, que ha hecho que toda la nación se sorprenda.
Ahora bien, el ahora nombrado como “Lorenzo de Albacete” ya es un miembro de La Familia. Aceptado por todos los jugadores, involucrado en su dinámica, sus juegos, bromas y sentido de pertenencia. Para los campeones de Europa, Zo es uno más, y eso nos ha enseñado a los propios fans una lección que no hemos sabido aprender por nosotros mismos.
El hombre tranquilo al que se le ofreció un contrato y una oportunidad para jugar en uno de los mejores equipos nacionales que existen en la actualidad no tiene la culpa de nada de lo que está sucediendo, y no debe ser responsable de las anodinas polémicas que se generen en torno a su persona. ¿Acaso tú, como profesional, como deportista de élite y como persona no aceptarías una oportunidad como esta?
Brown ya ha aterrizado en nuestro combinado nacional, lo ha hecho de la mejor manera que podía ha superado altamente las expectativas puestas en él. Todo el que ha estado vinculado con el jugador durante este complicado proceso le ha aceptado. Él, por su parte, prometió volver hablando español y seguir empapándose de nuestra cultura.
¿Qué dices? ¿Le damos otra oportunidad?
Post: Javier Navarro
Comentarios
Publicar un comentario