Utah nunca se rinde


Como cada temporada, antes de dar el pistoletazo de salida, todos solemos jugar a ser unos buenos pronosticadores, pero lo bonito del deporte es que los pronósticos no siempre se cumplen, y la mayoría de las veces nos dejan en evidencia, llegando a ver resultados sorprendentes que jamás lo hubiéramos pensado.

Eso mismo es lo que nos ha sucedido a todos con los actuales Utah Jazz, un equipo al que todos poníamos sobre el papel como un equipo sin posibilidades de competir, y con total seguridad, intuíamos que iba a ser una temporada de hacer tanking para intentar tener más opciones de conseguir el número 1 del próximo draft, para intentar conseguir al ya famoso jugador francés, Victor Wembanyama, un unicornio de 2,21m, con capacidad de botar el balón, tiro de 3 en estático y en movimiento, y un sinfín de recursos sobre una cancha de baloncesto, donde a la espera de ver como se desenvuelve su cuerpo en la NBA, tiene una pinta muy muy buena.


Para los más inexpertos en los términos más específicos, hacer tanking o tankear, significa jugar una temporada a perder partidos expresamente con la finalidad de quedar último en la NBA y así tener un mayor porcentaje de posibilidades de lograr el futuro número 1 del draft de cara a la próxima temporada. Además, catalogar a un jugador de unicornio es referirse a un jugador con movimientos nada normales en relación a su altura, un claro ejemplo seria Kevin Durant, jugador alto, brazos muy largos, botando como un base o tirando por encima de cualquier defensor.

Por lo tanto, teniendo en cuanta los factores que han rodeado a los Utah Jazz durante el verano, todo parecía indicar que estos Jazz iban a perder partido tras partido para intentar conseguir al joven jugador francés.

Para empezar, los Jazz dieron carpetazo al proyecto que llevaban años construyendo, después de una temporada en la que no se respiraba un buen ambiente en el vestuario, con constantes síntomas de una falta de química muy grande entre Rudy Gobert y Donovan Mitchell, sus dos jugadores en los que construyeron el proyecto. En Gobert tenían un grandísimo defensor, jugador alto, con mucha protección del aro y capacidad para liderar y manejar la defensa de todo el equipo, aunque luego en ataque se convertía en una escasa amenaza para el rival, mientras que en Mitchell tenían a ese jugador diferencial en ataque, con versatilidad para tener el balón en las manos y muchos recursos, gran entrada a canasta, buen tiro de tres, y capacidad de dar buenos pases, pero teniendo en la defensa su talón de Aquiles.


Y después de varias temporadas que parecía que iban a mas, esta última temporada fue un drama, cayendo en primera ronda contra los Dallas Mavericks del mago Luka Doncic. Lo que supuso un fracaso para el proyecto de la franquicia, que no dudó en darlo por terminado y buscar una revolución para empezar de cero.

Primero dieron por finalizada la estancia en Utah al su entrenador desde el año 2014, para dar el relevo al actual segundo entrenador más joven de la NBA. El elegido ha sido Will Hardy, ex asistente de Udoka en los Boston Celtics. Hardy, de 34 años, empezará su primera experiencia como entrenador jefe en la NBA, aunque ya hacía tiempo que sonaba su nombre como un entrenador capacitado para dar el relevo en los banquillos de la mejor liga de baloncesto del mundo.

Primero fue el encargado del análisis de video en los Spurs, estando al lado de una leyenda como Gregg Popovich, para ir subiendo escalones y llegar a dirigir 4 partidos de la Summer League y terminar convirtiéndose en el asistente de Popovich. Además, fue uno de los asistentes de la selección de USA en los Juegos Olímpicos disputados en Tokio.


Al cambió de rumbo por el cambio de entrenador, hay que añadir las salidas de Gobert y Mitchell, logrando unos traspasos en los que consiguieron futuros picks para ir renovando el equipo con jugadores jóvenes.

Rudy Gobert puso rumbo a los Minnesota Timberwolves a cambio de 5 jugadores y 4 elecciones de primera ronda del Draft, llegando a unos Minnesota con Karl-Anthony Towns, Anthony Edwards y D’Angelo Russell. Los 5 jugadores de los Wolves que pusieron rumbo a Utah fueron: Beasley, Vanderblit, Leandro Bolmaro, Kessler y Beverly, siendo este último fue automáticamente traspasado a Los Ángeles Lakers a cambio de Talen-Horton Tucker y Stanley Johnson.

Mientras que por Donovan Mitchell lograron traer a Utah a Lauri Markkanen, que se ha convertido en el gran líder de la franquicia, y un posible candidato al premio a jugador más mejorado, además de Ochai Agjabi y Collin Sexton, que, aun siendo un gran jugador, su salida era inminente por la mala relación que tenía en el vestuario con gran parte de la plantilla. A parte de estos jugadores, también consiguieron varios picks, siendo 3 primeras rondas, además de dos swaps picks, es decir, que en los drafts de 2026 y 2028 ellos pueden decidir si se quedan con su pick o si la intercambian con los Cavs.


Estos dos traspasos, con tantas elecciones de draft, hacían intuir el tanking por parte de los Jazz, equipo en reconstrucción, ningún líder claro en su plantilla, entrenador Rookie, y muchos picks para ir consiguiendo talento joven en los futuros años.

Pero los Utah Jazz llevan años entrando en Play-offs, y parece que este año, lejos de ir a por el número uno del draft, van a por todas para sumar otro año entrando en la post-temporada, con un entrenador que está pasando de ser un potencial gran entrenador, a empezar a consolidarse un entrenador que está demostrando una gran lectura de los partidos, tomando muy buenas decisiones y consiguiendo un gran equilibrio en el equipo tanto en defensa como en ataque.

Dentro de la cancha, los Jazz tienen al finlandés de 2,11m. Lauri Markkanen en su líder, un jugador que fue elegido en el séptimo puesto del draft de 2017 por los Wolves, aunque fue traspasado a los Chicago Bulls, donde estuvo 4 temporadas, en la que logró entrar en el mejor quinteto de Rookies. Después de su estancia en Chicago, puso rumbo a Cleveland, para después de una temporada llegar a los Jazz y sorprender a toda la NBA con sus actuaciones partido tras partido.


Los Jazz han logrado ganar 2 partidos contra Memphis, contra Denver, Minnesota, o contra Lakers que venía de dos victorias consecutivas, desplegando un gran juego y llamando la atención de todos los aficionados de la NBA.

Su líder Markkanen está promediando 22 puntos con 9 rebotes con un 51% en acierto, siendo el jugador por el que pasan todos los ataques, y está demostrando lo gran jugador que es.

En las estadísticas como equipo, tenemos a los Jazz en el apartado ofensivo como el quinto equipo en anotación por partido, además de ser quintos también en asistencias por partido, en este apartado es donde más queda reflejado el trabajo del entrenador, con un juego fluido, muchos pases, movimientos sin balón y logrando que los puntos lleguen tras jugadas colectivas en vez de esperar a que un jugador resuelva por su cuenta. En defensa son la segunda franquicia con más robos de balón por partido, logrando ser buenos en defensa, e impredecibles en ataque.

Pero si Markkanen se ha erigido como el líder absoluto, hay otros jugadores a su alrededor que también están desplegando un gran juego, son los casos de Conley y Jordan Clarckson, dos jugadores que ya pertenecían a Utah, y que con las salidas de Gobert y Donovan, han ganado en importancia dentro del equipo. Mike Conley está aportando su experiencia desde la posición de base para dirigir a un equipo nuevo, haciendo de pegamento entre todos los integrantes del equipo, mientras que Clarckson, está aportando una gran cantidad de puntos en ataque gracias a su dinamismo y su facilidad para anotar tanto entrando a canasta rodeado de rivales, como encontrando un tiro liberado de tres puntos.


Otro jugador que sorprende es Collin Sexton, un jugador que se intuía como titular, pero que Will Hardy ha decidido que se convierta en el líder de la segunda unidad, y de momento se está viendo a un gran Sexton, que viene de un largo tiempo parado sin jugar, y poco a poco va recuperando sensaciones, así que no es descartable que a lo largo de la temporada logre hacerse con un hueco en el quinteto titular, aunque entramos en el debate que surge con varios jugadores en la NBA, dejando de lado el lado económico. ¿Es mejor ser el líder de la segunda unidad para liderar el ataque con una gran aportación ofensiva, o ser titular, aunque disminuyan tus tiros? En el apartado económico, al ser titular subirían sus ingresos, pero en sus minutos en pista tendría que repartirse los tiros con Markkanen, Clarckson y Conley, mientras que saliendo desde el banquillo ejerce la función de líder en la pista con muchos minutos en pista aportando.

Veremos cómo se va desarrollando la temporada, ya que si terminan quedando fuera de los Play-offs rondando el play-in, se habrán quedado en tierra de nadie, y quien sabe si no se arrepiente de no tankear, aunque en mi opinión, un deportista jamás ha de jugar para perder, pero hay decisiones que son de la gerencia, sin importar el carácter competitivo de los jugadores.


Pero lo que está claro, es que con un equipo sin estrellas han logrado una unidad dentro del vestuario que les está llevando a tener un record positivo de victorias, y si consiguen hacer un gran papel en temporada regular, y un papel digno en la post-temporada, podríamos tener a un equipo en constante crecimiento, logrando experiencia y con muchos picks por delante en los próximos años.

¿Qué os está pareciendo el inicio de temporada de los Jazz?

Post: David Aguilar ( @90.sink.11 )

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