Adiós 2022


Tic-tac, tic-tac… ya termina otro año más, y aunque parece que fue ayer cuando estaba jugando al NBA Live 99 en casa de mis padres, buscando adentrarme en la NBA en uno de los pocos medios que disponía en ese momento con 9 años, ya damos por finalizado el año 2022 con la temporada 22/23 a medias, dónde hemos vivido un año repleto de situaciones, tanto buenas como malas, pero que siempre irán de la mano de este año a punto de finalizar.

Desde Special One creemos que no hay mejor manera de despedir este año que haciendo un resumen baloncestístico sobre la NBA, pero para no repasar los títulos colectivos e individuales que todos sabemos de sobra, nos centraremos en repasar y dar una explicación a estos acontecimientos que merecen una mención especial lejos de los galardones.

Para todos es sabido que Golden State Warriors ha ganado el anillo, que Nikola Jokic ha logrado el MVP por segunda temporada consecutiva como jugador de los Denver Nuggets, o que Smart levantó el trofeo a jugador defensivo del año formando parte de la plantilla de Boston Celtics que llegó hasta las finales de la NBA. Y todo esto, junto con otros títulos individuales y títulos del all-star, quedaran en los libros de estadísticas de la NBA, o en las hojas de datos de cada jugador cuando se repase su trayectoria y su palmarés.


Primero empezaremos por los acontecimientos negativos que nos ha tocado vivir este año, aunque sé que cada uno de vosotros puede tener sus 3 situaciones negativas, yo me quedo con estas que explicaremos a continuación. Empezaré por el único acontecimiento negativo que no admito discusión, el fallecimiento del legendario Bill Russell.

Su muerte fue una dura noticia para los aficionados al baloncesto de cualquier generación, porque tengas la edad que tengas, es un jugador que pasa de generación en generación y no se entendería la NBA sin su trayectoria. 

El Señor de los Anillos nos dejó a la edad de 88 años, conservando el récord de jugador con más anillos, ya que logró ganar nada más y nada menos, que 11 campeonatos de la NBA en 13 temporadas. Un dato que pone muy difícil que alguien de las nuevas generaciones le arrebate ese primer puesto en cuanto a títulos de NBA se refiere. En homenaje, todos los equipos portan un "6" en sus camisetas esta temporada. 


Ahora toca el turno de una mala situación en forma de lesión, y es la del número 2 del draft por los Oklahoma City Thunder, Chet Holmgren. Una lesión que le obliga a perderse su año de Rookie, estampando su nombre en esa maldita lista de jugadores que no pudieron desplegar su potencial en la primera temporada en la que fueron escogidos. Esa lista la componen Joel Embiid, Ben Simons y Blake Griffin.

Para muchos, este jugador es el nuevo unicornio de la NBA, es decir, un jugador muy alto, brazos largos, pero con capacidad de hacer movimientos de base-escolta, o por decirlo de otra forma, ser un unicornio equivale a ser el jugador total, capacitado para hacer de todo, taponar, rebotear, anotar cerca del aro, media distancia, triple, o incluso botar y pasar bien. 

Recordemos que mide 2,16, como nuestro mítico Pau Gasol, aunque se le ve como un jugador con más movilidad, ya que en los inicios de E.T. Gasol, no era muy normal ver a un jugador interior abierto encestando triples después de ejecutar un step-back. 

Pero para poder ver si realmente este tipo de jugador es el futuro de la NBA, tendremos que esperar a la temporada que viene, dónde compartirá el apodo de unicornio con un jugador que apunta a número 1 del próximo draft, el francés Victor Wembanyama.


Entre los dos tendrán que intentar que este nuevo tipo de jugador se haga un hueco en la NBA para cambiarla, o, por el contrario, ver si fracasan ante los pívots de mucha envergadura, como Embiid, Jokic, Adams, o incluso cuando intenten para a un Zion Williamson flechado hacia la canasta.

Un tercer dato para mal, lo tenemos en la decisión de Facundo Campazzo, en dejar de insistir en un hueco en la NBA, para regresar a Europa de la mano del Estrella Roja. Después de una decente primera temporada en los Denver Nuggets, el base argentino que fue capaz de brillar en Europa, empezó a perder protagonismo, hasta el punto de terminar prácticamente sin minutos y fuera de la rotación para el entrenador Michael Malone.

El Facu es un jugador que necesita el balón en sus manos para generar, porque todos le hemos visto lanzar contraataques con muy buen dominio del balón, inventarse pases de fantasía, o anotar tiros dificilísimos encontrando un resquicio en la defensa donde otros ni lo intentarían, pero teniendo en tu equipo a Nikola Jokic, es más importante un base sin balón, ya que el juego gira en torno al pívot serbio, una estrategia que no les ha ido nada mal, y por eso es tan importante Murray en estos Nuggets.


Al terminar la segunda temporada no le renovaron, y terminó llegando a los Dallas Mavericks, liderados por su excompañero en el Real Madrid, Luka Doncic. Pero si en Denver dispuso de dos temporadas, aquí lo cortaron después de disputar 8 partidos, encuentros en los que no supo ganarse la confianza de su entrenador Jason Kidd.

Su rol era el de dirigir el equipo cuando Doncic no estuviera en pista, pero con los pocos minutos que descansa el bueno de Luka, Campazzo no consiguió regularidad en su juego y poco a poco sus minutos bajaron hasta que decidieron prescindir de el para contratar a Kemba Walker, jugador que fue cortado por los New York Knicks.

De esta manera, se le hizo muy difícil llegar a las 3 temporadas que pide la NBA para tener una paga a los exjugadores en el momento de su retirada, y tras valorar todas sus opciones, finalmente ha firmado por el Estrella Roja, así que los fans de Campazzo tendrán que volver a verlo buscando su mejor versión por la Euroliga.


Aunque hay más acontecimientos negativos en la NBA, como un año sin ver a Ricky en las pistas, el despido de Udoka en Boston por no seguir una norma interna de la franquicia, o muchas más, ahora pasaremos a las 3 anécdotas positivas, intentando terminar el año de la mejor manera posible y con una sonrisa en el rostro para afrontar estas fiestas navideñas y la entrada del nuevo año.

En los acontecimientos importantes positivos, hemos de empezar sacando pecho porque hemos podido ver a un español dirigiendo un partido de la NBA desde los banquillos. Jordi Fernández rompió esa barrera histórica, y que manera de estrenarse al frente de un banquillo, dirigiendo a los Sacramento Kings, y venciendo a los Toronto Raptors por 124 a 123, con un recibimiento espectacular a la entrada al vestuario después del partido.

Es un técnico que nació en Badalona, y que llegó a la NBA en el puesto más bajo dentro del organigrama de un cuerpo técnico, y poco a poco ha ido subiendo escalones y confianza por parte de sus superiores, hasta llegar este año a ser el primer ayudante de entrenador en los Sacramento Kings.


No hay que olvidar que, en la NBA, el cuerpo técnico está formado por 14 integrantes, y solo los que perseveran en su sueño son capaces de poder seguir creciendo hasta lo que otros solo pueden soñar. Y a la edad de 39 años, ha cumplido un sueño, pero no es solo su sueño, porque también abre la puerta a otros entrenadores foráneos a los Estados Unidos para seguir luchando por poder dirigir un equipo en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Si bien es cierto que pudo dirigir el partido por la sanción del primer entrenador Brown, el hecho de poder ser el primer ayudante le dejó la situación en bandeja, y con la ilusión de un niño la afrontó de la mejor manera posible. Además de ser el primer ayudante del entrenador, es el encargado de la faceta defensiva del equipo, característica principal de los entrenadores europeos, ya que aquí el baloncesto es más táctico.

Entre sus logros están el formar parte del cuerpo técnico de los Cavaliers campeones en 2016 con Lebron en sus filas, para después firmar por los Denver Nuggets y tener al doble MVP Jokic bajo sus órdenes. Mientras que, en el ámbito nacional, fue ayudante de Scariolo en el Eurobasket de 2017 logrando la medalla de bronce.

Nada mal para un chico que se fue a USA con 23 años a un campus de verano y terminó firmando por una empresa que entrenaba a jugadores profesionales en vacaciones, donde estuvo 3 años hasta poder llegar a Cleveland… y el resto ya es historia viva de la NBA y de nuestro país.


El siguiente acontecimiento, que personalmente me hizo mucha ilusión de ver, fue la vuelta a las canchas de Klay Thompson, el francotirador de los Golden State Warriors estuvo 2 años alejado de las pistas por culpa de las lesiones, y solo por superar la situación y volver a ayudar al equipo, ya fue una noticia espectacular para el baloncesto, donde los aficionados estábamos de enhorabuena por poder disfrutar de los mejores jugadores.

Además, no solo volvió a sentirse jugador de baloncesto, sino que pudo tener continuidad sin lesionarse, aumentando sus minutos y su intensidad en el juego, hasta llegar a la post temporada en un nivel muy bueno para ayudar a su equipo a alzarse con otro trofeo Larry O’Brien.  Y qué decir de lo que supuso para el equipo volver a contar con el… un jugador con un tiro de 3 demoledor, un juego sin balón acorde a lo que quiere Steve Kerr y que tan feliz hace a su líder Stephen Curry, sumado a una gran defensa, todo esto hizo que los Splash Brothers volvieran a sonreír y a levantar el trofeo de campeones.

Si a esto le sumamos que Klay llegó vía draft, y que aun lesionado y recayendo de la lesión no lo traspasaron, confiando en su vuelta, aunque tuvieran que tirar estos dos años, sabiendo que sin Klay y sin traer a nadie en su puesto, lo tenían muy difícil por luchar por el anillo, aunque fuera desperdiciar 2 años de un Curry en su prime. Pero los Warriors tienen un modelo de plantilla muy concreto, y la confianza en uno los pilares de sus éxitos, ha hecho que podamos volver a ver a Klay con su número 11 en la espalda, defendiendo el único escudo que ha llevado en la NBA.


Y para finalizar las buenas noticias de este año, dejaremos otra noticia de ámbito nacional, barriendo para casa, y encumbrando al bueno de Santi Aldama, que se ha destapado a base de trabajo y de muy buenas actuaciones.

Si algo tenemos todos claro, es que ser un jugador español, jugando de interior, y caer en los Memphis Grizzlies, es sinónimo de tener oportunidades y buenas actuaciones, empezó el nominado al Hall of Fame Pau Gasol, siguió su hermano Marc Gasol, y ahora empieza a labrarse su camino el bueno de Santi.

El jugador nacido en Las Palmas de Gran Canaria, mide 2,13 y tiene 21 años, y este año está haciéndose con minutos importantes dentro de los Grizzlies, jugando una media de 24 minutos por partido, logrando 10 puntos, 5,5 rebotes y 1,3 asistencias.  Estamos pudiendo ver como es un jugador muy inteligente en pista, que lo da todo y no da un balón por perdido, siendo un muy buen jugador de equipo, moviéndose muy bien sin balón para que sus compañeros puedan anotar con más espacios.

A diferencia de los hermanos Gasol, donde fueron los líderes de la franquicia, Aldama tiene un rol más de ayudante de las estrellas, pero es normal, teniendo en tu equipo al loco de Ja Morant, como para no darle el balón y dejarle sitio para que salte por encima de quien sea.


Pero recordemos que es su primera temporada donde se ha ganado un puesto en la rotación y que aún es muy joven, por lo que su potencial tendrá que ir subiendo, y veremos hasta donde es capaz de llegar, tanto por su bien, como por el de su franquicia, como por los futuros compromisos de la selección nacional.

Lo que ya no le quitara nadie, es las jugadas que nos ha dejado hasta el momento, desde salir sangrando por un arañazo después de capturar un gran rebote intentando salir al contraataque, la finalización de un alley-oop de espaldas, el amago con entrada a canasta y mate a aro pasado a dos manos contra los Suns, o el mate en carrera a una mano con muchísima potencia en frente de los Bucks.

Su carrera no ha hecho nada más que empezar, así que abróchense los cinturones y esperemos que siga subiendo su nivel para ver que nos puede ofrecer en el futuro, pero la verdad que pinta muy muy bien.

Esto ha sido todo por este año, seguro que vosotros tenéis mas momentos únicos de este año que merecen ser recordados, ya sea la vuelta de Murray en Denver, de Zion en los Pelicans, o incluso el volver a ver en pista al pequeño Isaiah Thomas, aunque fueron pocos partidos.

Ahora toca recargar las pilas para afrontar un 2023 lleno de energía, disfrutando de la NBA y de sus espectaculares jugadas. ¡Felices fiestas a todos!

Cómo diría el gran Andrés Montes: “La vida puede ser Maravillosa”.



Post: David Aguilar ( @90.sink.11 )

 

 

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