De Bol a Bol Bol



A lo largo de la historia de la NBA, ha habido jugadores que han dejado huella a lo largo de los años, ya sea por sus estadísticas, por sus logros individuales o colectivos, o por un impacto en el juego o por alguna característica que lo hiciera particular.

Así que, aprovecharemos el gran estado de forma del joven Bol Bol para recordar también al exjugador de la NBA, su padre, Manute Bol, un jugador muy carismático que se ganó en cariño de la afición, y que ahora tiene a su hijo labrándose un nombre en los libros de historia de la mejor liga de baloncesto del mundo.

Empezaremos por el primer Bol en la NBA, el pívot sudanés llamado Manute Bol, que destacaba principalmente por su gran altura, pero, aunque medía 2,31m., no le fue suficiente para ser el jugador más alto en la historia de la NBA, ya que Muresan le supera por 1 cm. Para hacernos una idea de su altura, supera en 2 cm. a la gran muralla china, Yao Ming, un jugador con un pasado más o menos reciente en la NBA.

Además de su enorme altura, también destacaba por tener un físico muy delgado, exactamente de 91 kg. Y para ver lo peculiar que resultaba la mezcla de tanta altura con tan poco peso, pasará a historia la imagen junto a su compañero de equipo, Muggsy Bogues (el jugador más bajo en la historia de la NBA con 1,59m.) mientras jugaban en los Washington Bullets.

Manute Bol tuvo un impacto inmediato en la NBA, ya que en su primer año batió el récord de tapones de un rookie, poniendo nada más y nada menos que 397 chapas, donde demostró que era el especialista número uno en esa faceta, terminando el año rookie promediando 5 tapones por partido, además tiene el récord de tapones en un sólo cuarto, realizando 8 tapones, hazaña que logró en dos ocasiones. Pero ahí no terminan sus logros con los tapones, ya que también posee el record de tapones en una mitad, con 11 tapones, compartiendo liderato con Elmore Smith y George Johnson (tiene 3 temporadas consecutivas como máximo taponador de la liga). Este último, es el único que le ha podido superar en la tabla de tapones históricos a lo largo de un partido, ya que George sumó 17, mientras que nuestro protagonista puso “solamente” 15 tapones (una cifra que ya quisieran muchos sumarla en el apartado de los puntos, o incluso de minutos en el deporte profesional).

A parte de su faceta como buen protector del aro, también fue evolucionando hasta ser un decente tirador de triples, especialidad que empezó a desarrollar cuando firmó por Golden State Warriors (la Meca actual del triple con Don Stephen Curry a la cabeza), donde anotó 20 triples de 91 intentos en una sola temporada (anteriormente venia de tirar 3 triples a lo largo de 3 temporadas, sin acertar ninguno).


Una vez dejó la NBA a causa de su artritis, que le impedía mantener el estado físico óptimo para seguir compitiendo al más alto nivel, fue a jugar a Uganda y Qatar. Pero sus problemas financieros hicieron que no pudiera seguir el tratamiento para su artritis. Y a la larga estos problemas de dinero le obligaron a vender varias casas, junto al embargo de su casa en Estados Unidos.

El 19 de junio de 2010, nuestro “Special One” falleció debido a una enfermedad renal, pero, aunque su cuerpo nos dejó, su trayectoria de 12 temporadas (1985/86-1994/95), nos dejó numerosos highlights tanto defensivos como ofensivos, y una larga lista de actos benéficos y causas reivindicativas para su gente de Sudán.

Pero la historia no quería que el gran Manute Bol pudiera caer en el olvido, y su hijo mayor, Bol Bol, está empeñado en hacerse un sitio en la NBA para que este emblemático apellido siga sonando por las canchas de baloncesto estadounidenses, con el objetivo de labrar su carrera, intentar superar a su padre, y como efecto colateral, conseguir que nuevas generaciones se interesen por quien fue su padre, porque el apellido Bol estará siempre relacionado al baloncesto.


El joven Bol Bol también juega en la posición de pívot, pero, aunque sus 2,18m. son menos impactantes que la altura de su padre, los dos poseen un físico parecido en cuanto a verse muy delgados, llegando a parecer frágiles entre tanto jugador con un físico de gimnasio, como cuando le toca enfrentarse a jugadores interiores de la embergadura de Embiid, Jokic, Zion o Anthony Davis.

Nuestro “Special One Jr.” tiene 23 años, y fue elegido en el draft del año 2019, en segunda ronda (puesto 44), por los Miami Heat, franquicia que al momento envió sus derechos a los Denver Nuggets, dónde estuvo jugando dos años y medio, pero tener como pívot titular al doble MVP Nikola Jokic, es sinónimo de disponer de muy poquitas oportunidades, y por muy bien que lo llegara a hacer, llegar al nivel del pívot serbio es casi una quimera, así que los Nuggets empezaron a ponerlo en el mercado en busca de reforzar otras posiciones.

Primero intentaron un traspaso para enviarlo a los Detroit Pistons, pero al no pasar el reconocimiento físico, se anuló el traspaso, Finalmente se operó y pudo ser traspasado a los Boston Celtics, que inmediatamente lo enviaron a los Orlando Magic junto a P. J. Dozier.


Y cómo decimos muchas veces, no se trata sólo de la calidad de un jugador, la clave también está en saber encontrar dónde poder desarrollarla, y para Bol Bol, el terminar jugando en los Orlando Magic ha sido lo mejor que le podría pasar en este comienzo de su carrera profesional, porque está dejando muy corto el contrato firmado (4,40 millones a lo largo de dos temporadas), un contrato que seguro que las dos partes se estarán arrepintiendo de firmarlo, el jugador, por no haber firmado por solo un año y poder renegociar su salario después del gran rendimiento que está dando, y la franquicia se estará arrepintiendo por no haberle hecho firmar por algún año más y asegurarse un jugador con un gran rendimiento a bajo coste.

En Orlando, ha sido capaz de poder ser titular, mientras que en Denver solo salió de titular dos veces en 53 partidos, pero la confianza también en un factor muy importante a tener en cuenta, y en los Magic se siente valorado, y en su segundo partido de titular promedió su primer doble-doble, sumando 16 puntos y 11 rebotes, además de poner 3 tapones, y todo esto frente a los Dallas Mavericks del mago Luka Doncic.


Para ver el impacto del cambio de franquicia en su evolución, vemos que en Denver, sus mejores números fueron 5,9 puntos y 3,2 rebotes en 12,4 minutos, en su primera temporada donde solo jugó 7 partidos, al año siguiente en 32 partidos promedió 2,2 puntos y 0,8 rebotes en 5 minutos por partido… unos minutos muy pobres que no dan pie a poder demostrar lo que puede aportar a la liga, pero desde que está en Orlando la cosa ha cambiado para bien, está jugando 27 minutos por partido, sumando 12,9 puntos, 7,7 rebotes y 1 asistencia, con un 60,8% en tiros de campo y un 41,3% en el triple.

Además, Orlando es un equipo en reconstrucción que espera poder crear algo interesante en torno a Paolo Banchero, el pick 1 del anterior draft, un jugador que, pese a ser Rookie desprende un aura de líder impresionante, con gran capacidad para la toma de buenas decisiones pese a su corta experiencia.

Bol Bol se ha convertido en el claro ejemplo de un jugador que consigue hacerse un hueco en la liga simplemente encontrando un destino que se adapta a sus necesidades y a su manera de jugar, siendo un gran complemento de una estrella y siendo un gran valor en el apartado reboteador y el apartado defensivo del equipo, pero claro, no es lo mismo entrar para dar descanso a Jokic, que ser el compañero de Banchero, en Denver cuando el entraba automáticamente se notaba la ausencia de Jokic, ya que el juego de los Nuggets pasa por las manos de su número 15, mientras que ahora ha de limitarse a aprovechar los espacios que le dejan sus compañeros y ayudar en todo lo que pueda desde la defensa, para poco a poco ir ganando en confianza y en importancia dentro del equipo.


Otro jugador que podría estar en esta situación es el base argentino Facu Campazzo, que se encuentra sin equipo después de militar en Denver y más recientemente en los Dallas Mavericks, equipo del que ha sido cortado, dejándole sin equipo mientras ha de sopesar las opciones que tiene de encontrar su sitio en la NBA o de regresar a Europa para volver a deslumbrar con su juego.

En el caso de Campazzo, si logra seguir esta temporada en la NBA, ya tendría acceso a la pensión de jubilación de la NBA, que otorga una cantidad de dinero a los jugadores retirados siempre que hayan disputado 3 temporadas, y Campazzo lleva las 2 temporadas en Denver, así que veremos que opción decide coger, y si será un nuevo caso Bol Bol de encontrar su sitio en otra franquicia, o si elige seguir el camino de Sergio Rodríguez o Juan Carlos Navarro, que prefirieron volver a Europa para seguir brillando.



Post: David Aguilar, @90.sink.11

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