O Rei entre reyes y los números de Qatar 2022



Uno de los mundiales de fútbol más polémicos, me atrevería a decir el más polémico en realidad, en la era futbolística moderna, ha llegado a su fin. Miles de aficionados de las varias selecciones que poco a poco han ido dejando las, ahora casi familiares, instalaciones cataríes, quedaron hasta ayer como meros espectadores de los dos equipos finalistas, quizás los más probables observando el cuadro de las semifinales, Argentina y Francia y vieron como Messi se convertía en legendario. 

Uno entre ellos, leyenda viviente brasileña, Pelé, uno de los últimos malandros y servo fiel a sus raíces, el maestro de la capoeira futbolística de antaño al que, en estos días mundialistas, la vida vuelve a ponerle a prueba y al que le toca engañar su último adversario, quizás el más duro, pero no para su ser que sigue atentamente los acontecimientos en tierras lejanas.


A través de sus ojos hemos podido ver caer a muchas selecciones contra todos los pronósticos para levantar la Copa Mundial como España, Alemania, Brasil o Bélgica. Hemos asistido a la caída de la selección teutona capitaneada por Flick que, no obstante, se ha revelado como la selección con más chutes efectuados, disputados en la fase a grupos, 23 cada 90 minutos, contra Japón, España y Costa Rica, sin embrago no pudo pasar a la fase final. Hemos visto a la Roja empezar a lo grande, con 7 goles a Costa Rica, pero perder a los penaltis contra Marruecos, único consuelo el dato de la posesión del balón, de 69,9%, que coloca al equipo del ahora ex entrenador Luis Enrique en primera posición. Además, España detiene el dato de mejor efectividad de pases con un total de 3.457 efectuados correctamente y solo 352 no correctos que determinan el extraordinario dato de 91% de efectividad. 

Hemos descubierto a los halcones verdes, al equipo de Arabia Saudí, el único equipo en haber conseguido derrotar a la albiceleste de Scaloni por 2 goles a 1, y, a pesar del óptimo comienzo capitaneado por el virtuoso entrenador Hervé Renard, no pasar de la fase de grupos y llevarse el dato como el equipo que más amarillas ha conseguido, 14 en los 3 partidos de la fase de grupo (Argentina acabará como el equipo con más jugadores amonestados, 18). Fascinante el cara a cara final, el “testa a testa”, de goles entre Messi y Kilyan Mbappé, ganado por el galo con 8 goles, 3 en la final, mientras Messi segundo con 7 tantos, y lider de los chutes con un promedio de 5,3 finalizaciones a portería por partido en las primeras fases del torneo.


Otro duelo apasionante fue entre Bruno Fernandes y Harry Kane, los dos entre los mejores “assistman” del Mundial con 3 pases cada uno. Hemos visto al defensa del Camerún, Jean-Charles Castelletto interceptar una media de 3 pases adversarios por partido, el mejor dato de la primera fase de grupos. Un gran comienzo registró el arquero de Polonia, Wojciech Szczesny, con una media de 5,8 paradas cada 90 minutos, el mejor dato entre los porteros de la fase de grupos. Finalmente, el defensa francés Ibrahim Konaté fue el que ganó el mayor número de duelos con un promedio de 4,3 por partido. Datos no menos importantes nos indican que el equipo con más remates fue Brasil, con 92 a portería y el jugador con el mismo dato, es Lionel Messi con 33 remates a portería, a pesar de que el equipo más goleador resulte haber sido Francia con 19 goles totales seguidas de Argentina con 18. 

Nos ha dejado, una vez más, una mala impresión respecto a las expectativas, Países Bajos que suma el mayor número de infracciones, 85, y nos deja al jugador Timber Jurrien como el que cometió más faltas durante el torneo. En términos individuales destacamos a Rodri como el jugador que más pases correctos ha efectuado, con 638, y a Sofyan Amrabat (Marruecos) como el jugador con más recuperaciones de balón, 51 veces, todo un récord por ser el primer jugador de una nación africana en conseguirlo y, finalmente, destacamos al para-penaltis del torneo, el arquero albiceleste Emiliano “Dibu” Martínez


Estos números nos han regalado tantas emociones, las mismas emociones que han acompañado la mirada viva y atenta de “O Rei” que, a pesar de no poder disfrutar de otra final de su verdeamarelhav querida, ha podido gozar, junto de la mano de su hija desde el hospital, de la última actuación mundial del 10 argentino que se ha coronado como Campeón del Mundo.

Con todos estos números, llegamos al final de este recorrido mundialista, la final soñada para algunos y tanto odiada para otros, el show más esperado, y los actores en el rectángulo de juego no han defraudado a nadie. Seguramente haremos tesoro de lo que este deporte, para muchos tantos una filosofía de vida y para otros tantos el deporte rey, nos está regalando y nos ha regalado, las emociones más fieles generadas por un simple balón que rueda en el verde.


Así, pues, fue el espectáculo, sonaron los himnos y el Lusail Stadium, en Doha, se llenó de tremendas vibraciones y todos los espectadores presentes se quedaron incrédulos con los continuos cambios en el marcador del último match del torneo qatarí. El duelo esperado entre el sabio Messi y el joven Mbappé acababa de empezar. ¡Nuestro querido Rei lo ha conseguido, ha podido ver con sus ojos todo esto y vivir con pasión otra histórica final!. Otra vez junto a su hija, ha vuelto a ver cómo el fútbol es capaz de regalar tantas lagrimas de tristeza y de alegría que solo las personas fuertes de corazón pudieron quedarse mirando hasta el ultimo penalti. 

Sus ojos han vuelto a vivir como en los partidos nada es lo que parece, él lo sabe muy bien, y con el 2 a 0 a favor de la albiceleste y con una Francia aturdida e incapaz de reaccionar solo un jugador podía ser capacitado para cambiarlo todo y así fue, Kilyan Mbappé apareció y despertó a una Francia poco incisiva e incapaz de reaccionar. El cara a cara entre Messi y Mbappé será algo histórico que quedará grabado en la memoria de los amantes del futbol para siempre. 


Sin embargo, los 3 tantos de Kilyan no evitaron que Messi pudiera coronar su sueño y el de todos los argentinos llegando a conseguir el último trofeo que faltaba para su colección y el tercer mundial para Argentina. Seguramente un pensamiento para su amigo Diego habrá pasado por su cabeza, desde su cama del hospital, seguramente habrá vuelto a estar feliz viendo el justo coronamento del sueño del nuevo rey de Argentina y se habrá quedado estupefacto frente al quizás futuro “roy” del futbol mundial gracias a otra actuación estelar del joven Kilyan. Lo más importante es que, una vez más, Pelé se ha sentido arropado entre campeones dignos de su grandeza y de su historia, sintiéndose cómo O Rei entre Reyes.


Post Fausto Mangione / @serpicomangio / @serpico

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