Antonio Conte: De solución a problema. Siempre.
Antonio Conte es, sin lugar a dudas, uno de los mejores y más exitosos entrenadores de la última década. Un entrenador que allá donde va, casi siempre gana. Su palmarés no engaña: devolvió al Bari a Serie A, levantó tres 'Scudetti' y dos Supercopas de Italia con la Juventus, ganó una Premier y una FA Cup con el Chelsea y condujo al Inter a reconquistar el Scudetto 11 años después.
Sin embargo, ha acreditado la misma facilidad para hacer campeones a equipos en crisis que para marcharse por la puerta de atrás. Siempre. Sus polémicas salidas de tono y sus despedidas le convierten en un entrenador problemático y complican su futuro como entrenador en la súper élite. En todos sus últimos equipos, desde su llegada a la Juventus, le ha ocurrido lo mismo.
Antonio Conte fue "santo y seña" de la Juve como jugador. Disputó casi 300 partidos entre 1991 y 2004 y ganó, entre otros muchos títulos, cinco Ligas y una Champions. En 2011 volvió a Turín como entrenador de una 'Vecchia Signora' que vagaba por la Serie A -venía de quedar séptima- después del traumático descenso a la 'B' a causa del 'Moggigate'.
Conte fichó a Vidal y Pirlo, entre otros, y construyó el esqueleto del equipo campeón que conquistaría nueve "Scudetti" consecutivos y alcanzaría, ya con Allegri, dos finales de Champions. El 1-3-5-2, sustentado por la BBBC (Buffon, Barzagli, Bonucci y Chiellini) se convirtió en su santo y seña.
Sin embargo, el 15 de julio de 2014, de buenas a primeras, dijo adiós. Acababa de renovar y de batir el récord de puntos (102) de la Serie A, pero divergencias en cuanto a la política de fichajes le hicieron salir estrepitosamente a horas de arrancar la pretemporada. Su salida provocó un auténtico terremoto.
"He tenido algunas sensaciones que me han llevado a esta decisión. Ganar es difícil. Supone mucho esfuerzo y más en una sociedad como la Juventus donde se da la obligación de la victoria respecto a otros conjuntos. Aun así, he demostrado ser un ganador", aseguró Conte en su despedida.
Su salida cayó como un jarro de agua fría en Vinovo. "La noticia me ha entristecido, pero frente a los sentimientos y las razones personales también un presidente tiene que dar un paso atrás. Volveremos a empezar desde cero, con un grupo que tiene talento y profesionalidad", aseguró él, por entonces, mandamás Andrea Agnelli.
Conte fichó por el Chelsea en 2016, después de eliminar a España y guiar a Italia hasta cuartos de la Eurocopa. Los blues venían de quedar décimos, su peor clasificación en Premier desde 1996, y, al igual que había logrado en la Juventus, tenía la obligación de rehacer un equipo campeón.
Lo consiguió, como en Turín, en su primera temporada y con el 1-3-4-2-1 como esquema de cabecera. El Chelsea dominó la Premier con mano de hierro y se proclamó campeón con un equipo capitaneado por Hazard, Kanté, Courtois, Azpilicueta, Cesc, Pedro, Diego Costa...
La inercia y las bases sentadas en su primer curso en Stamford Bridge provocaron que el Chelsea ganara la FA Cup 2017-18. Conte, obsesivo donde los haya, había protagonizado varios encontronazos con Diego Costa, al que, incluso, llegó a apartar de las convocatorias.
La falta de mano izquierda de Conte, pese a haber sido futbolista, fue elevando la tensión con sus propios jugadores. Quiso llegar y cambiarlo todo, incluidos los horarios, lo que generó ciertos puntos de fricción y terminó por romper la cuerda.
Su salida, una vez más, no fue fácil. El Chelsea volvió al trabajo siendo Conte, oficialmente, su entrenador. Eso sí, no se le vio por la pretemporada... porque estaban negociando su finiquito, que, finalmente se resolvió en los tribunales y ascendió a casi 30 millones de euros. El Chelsea con el mes de julio ya avanzado, anunciaron la salida de Conte y el fichaje de Maurizio Sarri.
"Durante la estancia de Conte, hemos ganado nuestra sexta liga y nuestra octava FA Cup. En la temporada ganadora, el club consiguió el récord de 30 victorias en 38 jornadas de la Premier. Le deseamos mucha suerte en su futura carrera", aseguró el Chelsea.
Antes de volver encontrar acomodo en un banquillo, Antonio Conte estuvo cerca de convertirse en entrenador del Real Madrid. Al menos, se especuló con su posible fichaje. Fue en octubre de 2018, una vez se anunció el despido de Julen Lopetegui.
El Madrid buscaba un entrenador de "mano dura", al "estilo Mourinho". Sin embargo, su fama acabó frustrando su incorporación. "El respeto se gana, no se impone. Ahí están los entrenadores con los que hemos ganado títulos. La gestión de vestuario es más importante que el conocimiento de un entrenador",aseguró Sergio Ramos cuando le preguntaron por la posible llegada de Conte.
Conte, tras el nombramiento de Solari, respondió a Ramos en Rai Sport: "Cuando un técnico llega a un equipo debe traerse educación y respeto, algo que también se espera de los jugadores. Cuando esto falla, comienzan los problemas".
El Inter y Marotta, con el que ya había coincidido en la Vecchia Signora, recurrieron a Conte en 2019 para reconquistar un Scudetto que se les resistía desde 2010. Esta vez no fue a la primera, sino a la segunda, cuando ganó la Serie A. Ponía fin, de este modo, al ciclo de nueve títulos consecutivos de la Juve que él mismo había iniciado en 2011.
"Me considero un gran profesional y soy, desde ya, el primer gran 'tifoso' del Inter", dijo nada más llegar. Eso sí, añadió: "Cuando empiezas un camino necesitas paciencia. A veces ganas y, en realidad, estás destruyendo. No soy un mago, existe una gran brecha que cerrar".
Ayudó, eso sí, la ambiciosa política de fichajes del Inter: Lukaku, Achraf, Barella, Vidal, Alexis... Por el camino, poco a poco, se fue alejando de su Juve. "Habla ahora, gilipollas", le espetó a Agnelli, peineta incluida, tras echarles de la Coppa.
Pero, con Conte, todo lo que empieza tiene su fin y, más bien, pronto. Después de su segunda temporada en Milan, con el Scudetto, aún reciente, dijo "arrivederci". El Inter tenía previsto hacer caja y lo hizo con las ventas de Lukaku al Chelsea y Achraf al PSG y el entrenador italiano no compartía esa marcha atrás del proyecto.
"Todo el club quiere agradecer a Antonio el extraordinario trabajo que ha realizado, que culminó con la victoria del XIX 'Scudetto'. Conte quedará para siempre en la historia", reflejaba el comunicado del Inter de Milán.
Conte fue más directo: "En el Inter se hizo un gran esfuerzo durante mis dos años premiados con un 'Scudetto'. Conseguimos romper la hegemonía de la Juve que culminó en la alegría por el resultado logrado, pero también en la gran decepción por el cambio de planes y perspectivas que llevó a la separación".
Al final, Antonio Conte volvió a verse sin equipo. Sin embargo, en noviembre de 2021, tras el despido de Nuno Espírito Santo, le llamó el Tottenham a través de Fabio Paratici, con el que ya había trabajado en la Juventus.
"Sólo el encanto de la Premier League podía convencerme de volver a entrenar a un club. "El Inter es mi obra maestra pero el Tottenham mi mayor desafío", reconocía en La Gazzetta dello Sport.
Un desafío que ha durado muy poco. El Tottenham marchaba noveno cuando Conte tomó los mandos y el ex de Juve, Chelsea e Inter consiguió meterle en Champions en su primera temporada. Ahora se marcha con el equipo cuarto, en zona Champions, pero con una tendencia autodestructiva que hacía peligrar el tramo final de la temporada.
De hecho, Conte parecía dispuesto a propiciar su despido. La lapidaria rueda de prensa que ofreció después de empatar con el Southampton (3-3) (iban ganando 1-3) parecía una invitación a que le echaran. Un despropósito de rueda de prensa.
"El problema es que hemos demostrado que no somos un equipo. Veo jugadores egoístas. La historia del Tottenham es ésta. 20 años lleva aquí el dueño y no han ganado nada. ¿Por qué?", soltó, entre otras muchas cosas.
"Nos quedan 10 partidos de Premier y tenemos en nuestras manos conseguir una plaza en la Liga de Campeones. Necesitamos estar todos unidos. Todo el mundo tiene que dar un paso al frente para asegurar el mejor resultado posible para nuestro club y para nuestros seguidores", indicó el propietario, Daniel Levy, dejando entrever el clima de tensión que se respiraba en el vestuario "Spur". Finalmente se decidió prescindir del italiano.
Curiosamente, será un ayudante de Conte, Cristian Stellini, el que se haga cargo del equipo de forma interina hasta final de temporada junto a Ryan Mason. Éste último, exfutbolista del Tottenham, ya tomó las riendas del equipo tras el despido de Mourinho.
No cabe duda de que Conte volverá a entrenar a un equipo élite. Pero lo que está claro es que o cambia su manera de actuar o cada vez más el crédito se le irá acabando.
Post Carlos LZ
@carloszeledon @Carlos_LZeledon
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