Nunca es tarde

Tanto en la vida como en el deporte, vamos superando etapas, y parece que conforme vamos llegando a una edad, tendemos a creer a que nuestro tiempo ha pasado y que es tarde para afrontar nuevos desafíos, pensando que si hubiéramos aprovechado el tiempo cuando éramos más jóvenes hubiera sido mejor.

Pero si algo estamos viendo en estos play-offs, es que nunca es tarde para volver a tu mejor versión o luchar por objetivos que se antojaban lejanos, mirando al pasado creyendo haber perdido la oportunidad, viendo más cerca el final de la carrera deportiva que los inicios con hambre de demostrar a todos los aficionados que una nueva estrella llegaba a la mejor liga de baloncesto del mundo.

Los mejores ejemplos de jugadores que parecían fuera de forma y formando parte de más memes que protagonistas en las noticias deportivas, han sido Russell Westbrook (34 años) y James Harden (33 años), dos jugadores que han recibido muchas críticas durante estos últimos años (y con razón), pero que al final han encontrado su sitio en un nuevo equipo, formando parte de un ecosistema que les ha beneficiado en su juego, volviendo a motivarles y dejando ver a todos los aficionados que si fueron MVP de la temporada regular era por algo.

Westbrook cambió de equipo, pero no de ciudad, pasando de Lakers a Clippers, asombrando a todos con un cambio radical en su juego, donde volvió a brillar y a sentirse importante, con el cariño de la afición y de los compañeros, mientras que en los Lakers lo veíamos apagado, distante con los compañeros y sin conexión con la afición.

Pero más asombroso ha sido el renacer de James Harden, que play-offs se está marcando al lado del actual MVP Joel Embiid (29 años), actualmente están en semifinales de conferencia, liderando la serie 3-2 con un claro protagonismo de “La Barba”. En el primer partido ganado, tiró del equipo en ausencia de Embiid, un partido donde por momentos parecía que estábamos viendo al Harden de los Houston Rockets, con una confianza en su tiro y en sus movimientos que llevaba a su equipo a hacer hincar la rodilla a los orgullosos verdes de un Jayson Tatum, que, con sus 25 años, es el líder más joven de estos Play-offs, ya que Brunson tiene 26 y tiene que lidiar contra los Miami Heat… ¿Misión imposible?.

Y, por si fuera poco, empató la serie a 2 después de llevar el partido a la prórroga para luego meter el triple ganador, en un final de partido que parecía que se lo terminarían llevando los Celtics después de remontar a base de buenas defensas y ataques certeros, pero nunca hay que subestimar a un MVP, y si alguien creía que le iba a temblar la muñeca desde la esquina, estaban equivocados, lanzó con una tranquilidad al alcance de muy pocos, porque Harden, este James Harden, si es el que nos gusta ver sobre una cancha de baloncesto.

Mientras Westbrook cayó eliminado en primera ronda, acusando la gran baja de Kawhi Leonard (31 años), pero con un mr. Triple doble tirando del equipo y ganándose el respeto de todos, Harden sigue con su objetivo de no retirarse sin un anillo, y en el año que va a cumplir 34 años, está ante una gran oportunidad de lograrlo, no será sencillo, pues el reto de eliminar a Boston es mayúsculo, pero si ha vuelto el mejor Harden el año que Embiid gana el MVP, los aficionados de los Sixers están soñando a lo grande.

Pero no solo la edad está para renacer, también está para seguir demostrando que puedes ser un jugador dominante de la liga, y seguir luchando por añadir un anillo más a su joyero.

Estos son los ejemplos de Stephen Curry (35 años) y de Lebron James (38 años), superando en varios años la treintena y siguen liderando a sus equipos, con anotación, liderazgo y baloncesto, mucho baloncesto, porque estamos ante dos leyendas de este maravilloso deporte, y aunque pasen los años, cualquier equipo desearía tenerlos en plantilla.

Para estos jugadores, no importa que salga una nueva esperanza en la bahía, como fue la irrupción de Jordan Poole (23 años), porque por muy bien que lo haga, Don Stephen sólo hay y habrá uno, con un registro de movimientos con y sin balón infinito, además de un tiro de tres o desde el logo que es letal.

Y en el lado angelino más de lo mismo, puede salir Austin Reaves (24 años) y hacer que todos nos quedemos impactados por ver como un jugador “desconocido” se gana la titularidad en Los Lakers, pero al final, cuando se trata de momentos tensos, ahí está Lebron James para liderar al equipo en los dos lados de la pista con una intensidad que muy pocos jugadores logran tener en algún momento de su carrera, mientras que el con 38 años sigue con el mismo ímpetu que en su año Rookie, bien secundado por Anthony Davis (30 años), haciéndose dueño y señor de la pintura.

No todo termina aquí, ¿Qué decimos de Jimmy Butler? Un jugador que a sus 33 años se transforma cuando llega la postemporada, cargándose primero a los Bucks de Giannis (28 años), mientras que ahora tiene la misión de apartar de su camino a los New York Knicks, en busca de otra final de conferencia y quién sabe si una plaza en las finales de la NBA.

Pero no todo es la edad, en los primeros del Oeste tenemos a un doble MVP que fue elegido en el puesto 41 del draft de 2014, sin incorporarse a la NBA y disputando la ABA Liga, para ahora, con 28 años y dos premios de MVP de temporada regular en sus vitrinas, plantarse en estos play-offs como primeros del oeste mientras han puesto el 3-2 favorable a los Nuggets, que  tienen la difícil tarea de eliminar a unos Suns que aumentaron sus opciones con la contratación de Kevin Durant (34 años), que ayudará a otro veterano como Chris Paul (38 años) en el intento de ganar su primer trofeo Larry O’Brien.

Estos datos, demuestran la importancia de la veteranía en los equipos que tienen grandes aspiraciones, porque ante una camada de jóvenes prometedores como Ja Morant, Trae Young, Luka Doncic o Zion Williamson, al final seguimos viendo a los mismos jugadores de los últimos años luchando por el tan ansiado campeonato, jugadores con un peso importante en la liga, curtidos en mil batallas y con ganas de demostrar que la edad es solo un número.

El deporte no va solo de ser bueno o muy bueno, también se trata de como afrontas las diferentes situaciones que te presenta un partido, y ahí, los mencionados anteriormente tienen un historial de acontecimientos inmenso, que, al mezclarlo con su calidad, les hacen muy peligrosos cuando llegan los momentos decisivos.

¿Veremos a Tatum ocupando el trono demostrando que la juventud puede ser clave? Jayson ya tiene la experiencia de las anteriores finales además del hambre de victoria.

¿O nos iremos al otro extremo viendo a Lakers ganando el anillo con un Lebron de 38 años como si tuviera 25?

Poco a poco iremos dejando equipos y jugadores por el camino, pero lejos de ser un fracaso, será parte de las experiencias de cada uno en busca de volver el próximo año con más ganas que nunca de salir campeón.

David Aguilar (@90.sink.11)