Christian Braun, nacido para ganar

Lejos de USA, en el ámbito deportivo, los deportistas profesionales tienen varias competiciones durante la temporada, donde es una nueva oportunidad de sumar un título a tu palmarés personal, ya sea ganando la liga del país, la copa nacional, o competiciones europeas, además de supercopas tanto nacionales como internacionales, en las que cada título en juego, puede llevarte a la gloria por un día.

Pero en USA, es diferente, tienen la NBA, la NFL, la NHL, o la MLB, una gran competición para cada deporte, jugándose la temporada al todo o nada. Centrándonos en el baloncesto, los jugadores profesionales solo tienen una oportunidad de añadir títulos a su trayectoria (sin contar la selección nacional), y es ganando la NBA.

Por eso, la lista de grandísimos jugadores que no han logrado levantar nunca el trofeo Larry O’Brien es tan extensa, apareciendo nombres del calibre de Allen Iverson, Steve Nash, Vince Carter, Charles Barkley, John Stockton, Karl Malone, Carmelo Anthony, o los aun activos Chris Paul, Jimmy Butler o James Harden entre otros.

Además, hay que sumar los años universitarios en busca de ganar la NCAA, reto que no dura muchos años, ya que muchos están solo uno o dos años antes de dar el salto a la NBA, y ahí sí que empieza el reto de salir como campeón delante de todo el mundo, intentándolo año tras año, unos en su equipo de toda la vida, otros buscando ir a alguna franquicia con más opciones, pero todos en busca de un mismo objetivo.

Para ser recordado como campeón de la mejor liga de baloncesto del mundo influyen muchos factores, y nada te garantiza colocarte uno o varios anillos de campeón, da igual que tengas a un jugador que cambió la NBA como Iverson, o un doble MVP como Nash, o un top-10 en anotación como Carmelo, al final se decide por detalles, y esos detalles tienen que caer para tu lado.


Pero también hay otros casos, en los que parece que la vida les sonríe a algunos jugadores, tocados por una varita y que convierten en oro todo lo que tocan, y es que, a lo largo de la historia, solo 5 jugadores han sido capaces de ganar la NCAA, para poner rumbo a la NBA como campeones universitarios, para coronarse campeones en su año Rookie. Lo que muchos jugadores no se quedan ni cerca de conseguir, estos jugadores en dos años han tocado el cielo dejando un palmarés envidiable.

Estos jugadores han sido nombres tan ilustres como el legendario Bill Russell, logrando la NCAA con San Francisco, y la NBA con los Boston Celtics, seguido de Henry Bibby, en Ucla y en los New York Knicks, el tercero en conseguid dicha hazaña fue el mítico Magic Johnson, con Michigan State y con los Lakers, le sigue otro Laker, Billy Thompson, con Lousville y con Los Ángeles Lakers.


Hasta aquí los 4 nombres históricos, donde empezó con Bill Russell en 1957, y terminó con Billy en 1987… Hasta ahora, porque un joven llamado Christian Braun y nacido en Kansas, después de ganar la NCAA con los Jayhawks, de la universidad de Kansas, acaba de ganar la NBA con los Denver Nuggets, en unos play-offs donde él en particular ha ido de menos a más, y donde su equipo dominó con puño de hierro de principio a fin, liderados por Nikola Jokic y sin dar prácticamente opciones a sus rivales, ni en temporada regular asegurándose el primer puesto del oeste, hasta la post temporada donde solo perdieron 4 partidos a lo largo de todos los Paly-offs.

Pero la historia de nuestro protagonista aun va más allá, y es que en su último año de instituto también salió como campeón jugando para el Blue Valley Northwest High School, por lo que en sus tres equipos ha podido saborear el dulce sabor de la victoria, porque nuestro The Special One, ha nacido para ganar.

Hablemos un poco más de nuestro protagonista, Christian Nicholas Braun nació en Burlington, Kansas hace 22 años, por lo que tiene un futuro muy prometedor por delante… y aunque ya lo ha ganado todo al otro lado del charco, seguro que querrá ir a por mas, así que habrá que estar atentos a ver cómo se desarrolla su carrera.


Es un escolta que llegó a la NBA tras ser elegido por los Nuggets en el puesto vigésimo primero, en una apuesta de la franquicia de Colorado en busca de un jugador con buena defensa y muy activo en ataque, algo ideal para encajar en el ecosistema de Denver, donde los continuos cortes a canasta de todos los integrantes del quinteto ayudan a que Jokic vea la mejor opción desde las alturas.

Por si alguien se pensaba que llegaba a la NBA para pasar desapercibido, nada más lejos de la realidad, en temporada regular ha jugado un total 76 partidos con una media de 15 minutos por partido, disputando 6 de ellos como titular, y aunque no ha tenido un rol determinante, siempre ha contado con varios minutos, donde ha demostrado que su aclimatación a la NBA va por muy buen camino, y que junto al núcleo fuerte de Denver puede seguir creciendo para ser cada vez más importante.

Braun es un jugador que se ha crecido en estas finales, y después de no anotar en ningún partido frente a Lakers, donde poco a poco fue bajando de los 12 minutos en el primer partido, a no jugar nada en el cuarto y definitivo, pero cada serie es diferente y en cada serie las necesidades pueden ser distintas, por lo que no desfalleció en busca de que Malone volviera a contar con él.


Pero llegaron las finales y volvió a ganarse minutos, solo 8 en el primer partido de las finales con 0 puntos, pero defendiendo muy bien, lo que le valió para ganarse presencia en pista y subir a 15 minutos en el segundo partido, donde logró 6 puntos y 3 asistencias en la única victoria de los Heat, pero su mejor momento llegaría en el tercer partido, con 1-1 y jugando en Miami, Braun jugó 19 minutos, en los que anotó 15 puntos con un 7 de 8 en tiros de campo, además de capturar 4 rebotes y dar una asistencia, siendo el líder del equipo en un tramo que importantísimo para irse en el marcador y asegurar el 2-1.

Aunque su punto fuerte es su capacidad defensiva, cualidad que ya demostró en la final de la NCAA al dejar sin ideas ofensivas a North Carolina, ha sido capaz de aprovechar los espacios generados por sus compañeros para anotar cuando más falta hace que aparezcan los jugadores secundarios.

En cualquier plantilla, es importantísimo tener jugadores que asuman un rol menos llamativo, pero muy importante, sino que se lo digan a Aaron Gordon, que desde su defensa y grandes actuaciones se ha ganado el respeto y admiración de todos los aficionados de los Denver Nuggets, porque no solo las estrellas de un equipo han de anotar, cualquier franquicia necesita tener jugadores secundarios que sean capaces de sorprender ofensivamente si las necesidades del partido así lo piden, eso es lo primordial en cualquier equipo que intente luchar por el anillo.

Como dijo Michael Jordan:

“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.

 

David Aguilar ( @90.sink.11 )

Comentarios

Entradas populares