Messi: De París a Miami, pasando por Barcelona
El Barça lo intentó con más corazón que cabeza y se volvió a quedar sin Leo Messi. Era el gran deseo de Joan Laporta y de su mano derecha, Rafa Yuste. Se sentían culpables por haber perdido al mejor jugador de la historia tras basar toda su campaña electoral en la capacidad del presidente para sellar su renovación en 2021. Pero de nuevo ha quedado más como un show televisivo y mediático que como una realidad. Messi se va a Miami.
El club azulgrana quería a Messi. El problema es que los números no acompañaban la operación a causa de la delicada situación económica del club, que obliga a rebajar su desorbitada masa salarial de los 656 millones actuales hasta los 400. El club sigue sin haber podido arreglar el agujero operativo de 200 millones de euros entre ingresos y gastos ordinarios y las palancas ya no sirven como antes. La complicada situación financiera hace que, pese a las salidas de Gerard Piqué, Antoine Griezmann, Sergio Busquets o Jordi Alba, no se haya aliviado tras el batacazo en la pasada Champions League ni las pérdidas derivadas del traslado a Montjuic.
La prioridad de Laporta, de nuevo era recuperar a Leo Messi, pero el plan de viabilidad marcaba la renovación e inscripción de los nuevos contratos de Ronald Araújo, Gavi, Iñaki Peña, Alejandro Balde y Marcos Alonso como el primer paso a acometer. Laporta no quería quedarse con esa espina clavada. Sin embargo, sin las ventas necesarias por valor de entre 70 y 80 millones de euros que debía hacer el Barça, Leo Messi no tenía encaje en el límite salarial del equipo. El club le pidió tiempo para intentar vender a Kessie, Ansu o Ferrán, pero el argentino no se fiaba y no se lo dio. En las últimas semanas estuvo en Barcelona durante el concierto de Coldplay y en cenas con amigos, no ha esperado a que la tesorería culé mejorase con el paso de las semanas. Repito, no se fiaba de los dirigentes.
Lo confirmó el propio jugador en una entrevista a Mundo Deportivo y Sport. "Iré al Inter de Miami. Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero, por otro lado, después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en mano de otro, por así decirlo de alguna manera". En esta línea, Messi añadió: "Si bien escuché que se decía que LaLiga había aceptado todo y que estaba todo bien para que volviera, todavía faltaban muchísimas otras cosas que debían darse. Escuché que tenían que vender jugadores o bajar sueldo a jugadores y la verdad es que yo no quería pasar por eso".
El delantero argentino tenía una multimillonaria oferta de Arabia Saudí, al igual que algunas de clubes europeos como él confirmó en la que seguro se encontraba alguna del City o del otro Inter. El campeón del mundo argentino cruzará el charco para desembarcar en la MLS americana como ya hicieran Pelé, Beckenbauer o Cruyff en el pasado. Ya se rumoreaba que tanto Beckham, dueño del Inter Miami como de la liga estadounidense tenían como objetivo convertir a Messi en la imagen del próximo Mundial que se jugará entre Estados Unidos, México y Canadá en 2026. El sueño americano se cumplirá esta próxima temporada.
El pasado ha pesado como una losa. Leo se sintió engañado y traicionado cuando pensaba que todo ya estaba cerrado en 2021. El argentino, muy bien rodeado en Barcelona, perfectamente integrado y con sus hijos y mujer felices entre Castelldefels y Barcelona tuvo que hacer las maletas destino París a pesar de haber aceptado rebajarse el salario un 50%. En París, pese al núcleo albiceleste que residía en el vestuario del PSG, nunca se adaptó tan bien como a Barcelona y acabó silbado por los ultras parisinos en un club inestable y sin dirección mientras el Camp Nou coreaba su nombre en el minuto 10. Como una relación tóxica. La afición del FC Barcelona y el propio club no pasaron página de una relación rota. Intentaban volver pero nada. Y Messi siempre se iba con "otra".
Leo Messi prioriza el bienestar de su familia en Miami después de un amargo paso por París. Por eso descarta otras ofertas. El plan número uno de los Messi era Barcelona, pero ese plan, nos vendan lo que nos vendan, era, es y será inviable, al menos como jugador. Aficionado y directiva culé, es complicado, la relación fue duradera y bonita, pero es hora de pasar página y dejar de vivir del pasado. Él ya lo hizo. Hace 2 años.
Post Carlos López
@Carlos_LZeledon
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