Buen viaje Don Luis

Su etapa como jugador la he vivido a través de los cuentos de mi abuelo. No he tenido la suerte de verlo jugar, pero él si que la tuvo. Mi abuelo me contaba las gestas de aquella formación que arrasaba en Italia y en Europa. 

Mi abuelo fue el primero que me habló de Luisito. Y automáticamente Luisito se convirtió en una figura familiar, del día a día. Cuando lo veía hablar en las entrevistas, ya con una cierta edad, cuando lo escuchaba hacer radiocrónicas, cuando veía su amable sonrisa y su mirada gentil, pues cuando veía todo aquello sabía por qué el único balón de oro español triunfó en el Inter.

En una entrevista que dio en una transmisión catalana vi como no tragaba que no le hubieran reconocido como se debía su etapa en el Camp Nou. Quizás fueron los únicos momentos en que vi en su rostro una sombra de incomodidad.

Gracias al dinero de su traspaso al Inter de Milán, el Barça pudo construir gran parte del actual Camp Nou, pero su nombre no figuraba en ninguna placa o puerta. Su etapa blaugrana fue llena de altibajos debido también a que el público favoreciera más los inventos de Kubala que del español, hasta que se terminó de la mejor manera para todas las partes.

Luis Suarez Miramontes, clase 1935, hijo de un carnicero gallego de A Coruña cuando pasó al Barça en el 1954 bajo el entonces entrenador húngaro Platko Ferenc era un joven pequeñito y por ello lo empezaron a apodar Luisito. De esta etapa Luisito solía recordar una anécdota, la del “punching ball” o saco de boxeo que el entrenador había puesto en el vestuario. Al joven gallego no gustó “he venido aquí para jugar a futbol, no para pelear”, afirmó revelando su firmeza caracterial.

“El gallego dorado” se quedó en Barcelona siete temporadas, ganó con los blaugranas dos ligas, dos copas de España, dos Copas de Ferias y el Balón de Oro en el 1960, récord que hasta ahora detiene como único español en haber ganado este titulo hasta la fecha, con un total de 253 partidos y 141 goles, muchos de los cuales de falta.

En esta época el entrenador Helenio Herrera, el mago, pasa al Inter y su primera petición al presidente Angelo Moratti es la del “regista” Suarez. Lo tenía todo, un poco de cada crack de esta época en Italia, peloteaba como Corso, tenía el estilo y el dribbling de Omar Sívori y la potencia del chute de Altafini. El entrenador estaba seguro, si su presidente hubiese aceptado su petición, hubiesen ganado todo, y así fue. Fue el primer jugador español en fichar por un club italiano con el traspaso más caro de la época, casi unos 204.000 euros, cifra que permitió al club azulgrana ultimar el tercer anillo y el techo del Camp Nou.

Un reconocimiento que hubiera gustado recibir a Luisito y que nunca llegó a producirse por parte de los antiguos dirigentes. Con el Barça definía y goleaba honorando el 10 de su camiseta, sin embrago en el Inter, Helenio lo quiso un poco más atrás, como pivote creativo eso produjo menos goles para el delantero, 55 en 333 partidos, pero dio más simetría y orden al juego de su equipo por esas razones, en sus antiguos enfrentamientos españoles, Di Stefano lo había bautizado como “el arquitecto”.

Luis llegó al Inter con 26 años y trajo al equipo italiano toda aquella experiencia que necesitaban sus compañeros. Experiencia que sirvió para conquistar dos prestigiosos títulos europeos. El 27 de mayo 1964, en Viena, el Inter se enfrentó al Real Madrid. Los compañeros de Luisito estaban asombrados en ver a los jugadores merengues y emocionados en enfrentarse contra las estrellas de aquellos años, Di Stefano y Puskas. El Balón de Oro demostró todo su carácter cuando se dirigió a sus compañeros: “hemos venido aquí para vencerlos, no para pedirles autógrafos!”. 

El resto fue historia, y su primera víctima fue el mismo Madrid de Di Stefano, su segunda víctima será Eusebio del Benfica un año más tarde. Con un total de diez temporadas en el club nerazzurro, 3 ligas italianas (Serie A), dos copas de Europa y dos copas intercontinentales consecutivas. Con la selección española, Luisito, colecciona 32 presencias y un total de 13 goles. En el 1964 ayudó España a la conquista del título europeo contra la antigua URSS por 2 a 1 en Madrid.

Después del Inter pasó a la Sampdoria donde se acabó su carrera como futbolista. Después empezó como entrenador del Inter, Cagliari, Spal y Como, antes de llegar a ser seleccionador de España en el mundial de Italia ’90 pero antes fue nombrado entrenador de la España sub21 en el 1980 acompañando el equipo a la conquista del titulo en el 1986. Finalmente pasará a ser dirigente del Inter de Massimo Moratti, ojeador del club de Milán y opinionista en radios y  programas tv.

Una pequeña gran persona del mundo del futbol del pasado nos ha dejado físicamente a sus 88 años. Sin embrago, su recuerdo quedará vivo en las historias de todos los amantes del futbol de verdad. La Federación Española (RFEF) lo ha definido “una de las más grandes leyendas de nuestro futbol, descansa en paz, Luisito”. 

El Inter lo recordó como “un talento único, el numero 10 de la Grande Inter que ha llevado nuestros colores a los vértices de Italia, de Europa y del mundo”. El presidente de la “Federazione Italiana Giuoco Calcio”, la FIGC, Gabriele Gravina afirmó que Suarez es “un monumento al futbol italiano e internacional. Ha regalado perlas bellísimas a todos los aficionados, inspirando generaciones de futbolistas”.

Querido Luisito, vuelve a correr allí donde estés, te juntarás con todos los que te han amado y apreciado. Con ellos volverás a revivir y, quizás, porque no, a contar tus acciones, tus pases milimétricos, tus voleas, con tu ironía y gentileza que te caracterizaba. Todos seguramente volverán a escuchar a Helenio gritar: “si no sabéis que hacer, dar la pelota a Suarez”. Buen viaje y ciao Luis.


Fausto Mangione (@serpicomangio @serpico_81)