Duro camino hasta la final

En silencio, tranquilas y con una selección "dividida". Así llegó España al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023. No por la lista de jugadoras que viajó para la cita, sino porque esta era su tercera participación en una Copa del Mundo y nunca había pasado de la eliminatoria de octavos. Pero el conjunto de Jorge Vilda se puso manos a la obra desde el inicio. Un mes después, sólo Inglaterra, una de las máximas favoritas, se opone a la gloria eterna que supondría ser Campeonas del Mundo. Una estrella en el pecho. Una etapa, la de Vilda, que da para película, o mínimo, serie de Netflix. 


De las 23 jugadoras convocadas para formar la plantilla de la Selección, 19 era la primera vez que acudían a una cita de este nivel con la absoluta. En cambio, la mayor parte de ellas ya habían tenido la oportunidad de defender la camiseta de España en las categorías inferiores e incluso se habían colgado la medalla de oro en Eurocopas y Mundiales. Ahora tenían la ocasión de dejar su huella representando la máxima categoría del fútbol español femenino. 

Los dos primeros partidos de fase de grupos ante Costa Rica y Zambia fueron realmente placenteros, y las chicas consiguieron golear a ambos equipos sin necesidad de grandes esfuerzos. Si habían llegado hasta allí cargadas de ilusión, esto sirvió para reforzar aún más las expectativas a lograr escribir su nombre en la historia. Aunque no todo iba a ser así de sencillo. Ante Japón, con el pase a octavos de final ya certificado, el conjunto nipón les dio una llamada de atención. Derrota 4-0, primeras críticas desde la televisión al seleccionador y una "revolución" en el 11 que a más de un@ sorprendió y que visto lo visto funcionó. 


¡Y vaya si funcionó!. El chip cambió dentro del vestuario tras el tropiezo sufrido y las futbolistas volvieron a hacer confiar a millones de españoles. Vilda introdujo cinco cambios en el once inicial ante Suiza y el equipo venció 5-1 para pasar a cuartos de final. En ese partido, una jugadora que había demostrado que sería importante para el vestuario cogió las riendas del grupo, aunque no lo hizo desde la titularidad, sino como revulsivo desde el banquillo. Con 19 años, Salma Paralluelo ha sido una pieza clave para que España pueda tener una plaza en la final. Su gol en la prórroga frente a Países Bajos valió el pase a las semifinales y ante Suecia contribuyó con otro tanto a la victoria. El 1-0, dicen que el más complicado. Con un tiro raso imparable para la portera sueca. La delantera culé fue elegida mejor jugadora del partido de forma consecutiva.


En la zona media del terreno del juego, Tere Abelleira es otra de las futbolistas que se ha hecho notar. La pontevedresa acudió al campeonato para suplir una baja muy importante en el centro del campo (Patri Guijarro por motivos personales) y está superando la prueba con nota. Es de las pocas futbolistas que ha sido titular en todos los partidos disputados por la Selección y está comandando a España a la perfección. En la parte de atrás, Ona Batlle también está derrochando calidad por ambas bandas laterales, al igual que su compañera Olga Carmona. Además de ellas, muchos están siendo los nombres destacados y se podrían pasar horas leyendo sobre las nuevas incorporaciones, pero también hay que dejar un hueco para las que ya tienen experiencia mundialista.


Irene Paredes, exceptuando el partido contra Japón, está siendo un cerrojo en la defensa, y Jenni Hermoso ha ido de menos a más para llegar en un gran momento a la final. Son dos de las jugadoras que recompusieron al equipo en los momentos más difíciles y están realizando un torneo de sobresaliente. Es cierto que Alexia Putellas no está realizando un buen Mundial tras la grave lesión en el ligamento anterior y, en determinados momentos del partido, incluso, está teniendo unas actitudes un poco fuera de lugar. Estas futbolistas forman parte de la generación que fue abriendo las puertas del fútbol femenino y el domingo tendrán la oportunidad de poner el broche de oro a su trayectoria.

España no tiene límites y llegar a la final ha sido el fruto de muchos meses de trabajo. La confianza y la unión dentro del vestuario ha jugado un papel crucial para que las 23 jugadoras estén "a 90 minutos de hacer algo muchísimo más gordo de lo que hemos hecho", como afirmó Alba Redondo al finalizar tras el partido frente. Suecia. Solo queda el último paso, Inglaterra


¿Cómo empezó el conflicto de "Las 15" y Jorge Vilda?

Ha sido uno de los momentos más duros de la historia del equipo y de la carrera del entrenador. Un episodio que podría haber significado un punto y final dramático, pero que ha supuesto un impulso para las jugadoras que están en el equipo desde entonces. 

Hay que remontarse a la última gran cita disputada por la Selección. Es decir, a la Eurocopa de Inglaterra disputada el pasado verano. Un torneo que generó un punto de inflexión en el vestuario de España. Si bien el runrún y el malestar ya venía de tiempo atrás, las jugadoras sintieron que debían analizar seriamente cómo se gestionaba y operaba todo lo referido a la Selección.


Sobre todo, tras la eliminación ante Inglaterra en cuartos. No fue el partido, en el que España dejó un gran nivel. Fueron otros motivos que iban más allá de ese partido: La figura de Jorge Vilda, que no terminaba de calar en sus jugadoras. Por ello, decidieron dar un paso y mostraron su malestar a la RFEF y a Jorge Vilda, director deportivo de las selecciones femeninas y entrenador de la Absoluta. Lo que vino después fue un periodo con más sombras que luces. 

El seleccionador escuchó la peticiones de sus futbolistas y fue claro: su intención era cumplir su contrato hasta 2024. Vilda había renovado justo antes de iniciar la Eurocopa y tenía la máxima confianza de la RFEF y, concretamente, de su presidente, Luis Rubiales. Mientras, en las jugadoras había un sentimiento generalizado de que así, con las condiciones que tenían en esos momentos, no se podía conseguir un éxito en un gran torneo, ya fuera una Eurocopa o un Mundial.


La situación se volvió muy muy tensa, con la concentración más dura de la Selección femenina. Jorge Vilda inició una ronda de reuniones individualizadas con todas y cada una de ellas. Fueron momentos complicados. Un escenario, con algunas jugadoras muy afectadas por lo que estaban viviendo, que provocó un cisma en el vestuario.

La tensión y los nervios dieron paso a discusiones entre las futbolistas, con dos grupos marcados con futbolistas del Barça y del Real Madrid. Aunque hubo alguna futbolista que se mantuvo al margen de ambos, el equipo quedó dividido en dos bandos. O, lo que es lo mismo, el vestuario se vino abajo. De aquí, de este enfrentamiento, se deslizaron meses más tarde algunas imágenes de cierta tirantez en los Clásicos de Liga, con algunas futbolistas de ambos equipos dejando imágenes que dieron mucho de qué hablar. Una de ellas, la más sonada, fue la de Misa y Aitana, con la portera del Real Madrid reclamando a la centrocampista del Barça un saludo.


Del vestuario a la sala de prensa. En medio de todo este conflicto y tras conocerse en los medios de comunicación parte de lo que estaba ocurriendo en el vestuario del Barça, las jugadoras y el entrenador atendieron a los periodistas en la rueda de prensa más tensa y extraña que se recuerda. Por separado. Con Jorge Vilda, arropado por todo su staff, apareciendo primero en escena. Seguidamente, fueron las jugadoras, tomando la palabra las capitanas con el resto de compañeras en la sala.

"Nos consta que va a haber modificaciones y que se va a intentar cambiar la situación", dijo Irene Paredes, que desmintió que hubiesen pedido la destitución de Vilda. Por su parte, Vilda fue contundente con la situación: "No ha habido ninguna que haya dicho que no quiera estar aquí". No obstante, sus palabras no se cumplieron.


Semanas después de aquella puesta en escena, 15 emails llegaron al buzón del correo electrónico de la RFEF. En ellos, un mensaje que dejaba fuera de la selección a algunas de las mejores jugadoras del conjunto español. "Los últimos acontecimientos acaecidos en la selección española y la situación generada, hechos de los cuales son ustedes conocedores, están afectando de forma importante a mi estado emocional y por lo tanto a mi salud", aseguraban en el contenido del email a la RFEF. Un mensaje en el que las futbolistas habían sido aconsejadas por abogados para intentar.

Luis Rubiales inició una batalla mediática en la que demostró ser más fuerte. Sobre todo, ante el silencio de las futbolistas. No hubo un posicionamiento público y las razones que les llevaron a mover la ficha más importante, la de pedir no ser convocadas hasta que se solucionara, sólo fueron dadas a conocer a los aficionados a través de los medios de comunicación.

"Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón", remarcaron desde la entidad federativa. Un aviso que fue respondido por las jugadoras con una frase en un comunicado en el que aclaraban: "En ningún caso hemos renunciado a la Selección".


¿Quiénes eran esas quince jugadoras? ¿tenían apoyo de otras compañeras? La lista ponía el foco en el Barça, vigente campeón de la última Champions y uno de los mejores equipos femeninos del mundo en los últimos años. Del vestuario azulgrana salían las jugadoras más llamativas. O, mejor dicho, las bajas más sensibles en la Selección.

En total, seis de las quince eran miembros del conjunto culé: Patri Guijarro, Mapi León, Sandra Paños, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Claudia Pina. A ellas se sumaron, de una u otra forma, dos apoyos en el mismo vestuario del Barça: Alexia Putellas, que estaba en plena recuperación de su grave lesión de rodilla y publicó en sus redes el comunicado de sus compañeras, e Irene Paredes que, tras haber representado a sus compañeras en la compleja concentración en la que estalló todo, prefirió quedarse al margen.

El resto de nombres de la lista de "Las 15" eran: Lola Gallardo y Ainhoa Moraza (Atlético), Leila Ouahabi y Laia Aleixandri (Manchester City), Lucía García y Ona Batlle (Manchester United), Andrea Pereira (América) y Nerea Eizaguirre y Amaiur Sarriegi (Real Sociedad). Otra figura implicada de manera indirecta en este conflicto fue Jenni Hermoso, una de las capitanas cuando se inició esta crisis. La futbolista del Pachuca emitió un comunicado de manera independiente al resto. Mostró su apoyo a las compañeras que habían enviado el email y aseguró que la situación era "insostenible".


Todo esto ocurrió en varias semanas en las que se concentró todo. Un capítulo intenso que dio paso a un gran silencio de una y otra parte. Fueron meses de negociar de manera interna. De enfriar un escenario en el que jugadoras y seleccionador estaban profundamente enfrentados. El tiempo sirvió para tranquilizar las aguas y, aunque no fue efectivo para todas las personas implicadas en esta crisis, lo cierto es que los cambios en la postura de muchas de ellas fueron apareciendo con el paso de los meses. Los primeros regresos: Jenni Hermoso e Irene Paredes.

Desde principio de año, varias jugadoras empezaron a mostrar su predisposición a volver a la Selección tras los acercamientos y mínimos avances que dejaron las negociaciones, lideradas por FUTPRO. La primera muestra tangible de esto la protagonizó Jenni Hermoso, tras su ausencia en dos convocatorias. Vamos, el miedo a perderse el Mundial viendo que no les daban la razón. 

La siguiente en regresar a la Selección era Irene Paredes. Simultáneamente, en los últimos meses antes de la Copa del Mundo fueron varias las jugadoras que mostraron su deseo de llegar a un acuerdo con la RFEF. "Me gustaría acercar posturas y que no sea una guerra", subrayó Aitana Bonmatí


Las palabras se tornaron en hechos, con una prelista del Mundial en la que aparecieron tres futbolistas de "Las 15", además de Irene Paredes, Alexia Putellas y Jenni Hermoso. De las doce restantes, sobresalen dos nombres: Mapi León y Patri Guijarro. Ambas habían mostrado en entrevistas previas una idea común: querían mantenerse firmes con sus valores y consideraban que los cambios eran insuficientes

"No es una decisión que tome a la ligera, pero es algo que tengo que decidir y mi decisión es clara. Mapi León tiene una manera de vivir y unos valores... Yo no puedo volver si la situación no cambia. Si a mí no me dicen el plan... Cambios tiene que haber. Yo no digo que no lo estén haciendo, pero yo no los veo", aseguró Mapi León en una entrevista con Catalunya Radio.

De este modo, la central del Barça es una de las seis jugadoras que no envió el email para ser convocada junto a Patri Guijarro, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Nerea Eizagirre y Amaiur. En este sentido, cabe destacar que 8 de las 15 se ofrecieron para volver y sólo tres fueron convocadas.


A pesar de que la situación es cuanto menos atípica, la Selección ha intentado en todo momento demostrar un buen ambiente en su vestuario, liberar toxicidad acumulada que se ha visto reflejado en los resultados y en crecimiento en cuanto a seguimiento de la afición se refiere. Una nueva normalidad con la que quieren mantener la máxima concentración en la Final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Desde luego igual que "las 15" se echaran a un lado era la solución para que la nueva generación de jugadoras diera el salto y no se estancara el equipo. Desde luego han conseguido algo que ninguna de ellas pudo hacer: Historia. 

Post Daniel Moreno
@DMTorrejon 


Comentarios

Entradas populares