Juan Nuñez: La Familia en buenas manos
El 2004 fue un año claramente atípico en el mundo del
baloncesto. Gary Payton y Karl Malone se sumaron a Kobe y Shaq para, no sin una
temporada llena de polémicas, perder estrepitosamente contra los Pistons de
Billups y “Los Wallace”. Semanas más tarde, Dwight Howard se hacía con el número
1 del draft por delante del que parecía tenía un futuro más prometedor, que no era
otro que Emeka Okafor, como abanderado de la nueva franquicia de la NBA: Los Charlotte Bobcats.
Pero la hornada del 2004 no se quedaba ahí, pues pese a ser totalmente eclipsada por su predecesora de 2003, también nos dio nombres como el de Iguodala (del que nadie en ese momento esperaba 4 anillos de campeón), Vasilis Spanoulis, una auténtica leyenda en Europa que salió “rana” en Estados Unidos, y una sorprendente elección del catalán Albert Miralles, seleccionado por los Raptors en 39ª posición.
A todo esto, tenemos que sumar el declive del USAB team con Iverson y Duncan como abanderados, y la también rara sensación que nos queda al saber que en la ACB la final se la jugaron el FC Barcelona y el Estudiantes, en una temporada donde el MVP fue ni más ni menos que Andrés Nocioni.
Querido lector, seguramente recuerdes varias, si no todas estas situaciones arriba mencionadas pero, aunque pueda parecer extraño, hay una persona que claramente no las recordará. Su nombre es Juan Nuñez y actualmente es el flamante base titular de la selección española durante el mundial de 2023.
Juan Núñez García nació el 4 de junio de 2004, hace poco más
de 19 años, en Villaviciosa de Odón (Madrid) y, pese a que Juan mostró un interés
inicial por el mundo del balonmano, acabó demostrando su destreza con el balón
de talla 5 en el Alcorcón Basket. Al fin y al cabo, sus padres habían jugado al
baloncesto y la pasión por el deporte de la canasta se respiraba en casa.
Tan sólo hace 2 años.
Una de las pistas que nos puede dar su juego son los ídolos en los que se ha fijado el base madrileño, que no son otros que Milos Teodosic y el anteriormente citado Vassilis Spanoulis, además de la gran referencia e influencia que han tenido Pablo Laso, Sergio Rodriguez o el mismísimo Ricky Rubio. Jugadores inteligentes, con amplia visión de juego y conocedores del valor de un buen movimiento de balón, haciendo del pase la primera opción.
De hecho, si he de ser sincero, la primera vez que le vi con la camiseta de España, vi un diamante en bruto con un estilo parecido al de John Stockton, con el cuerpo bien erguido, la mirada alta y procesando datos a la velocidad de la luz.
Sí bien su juventud hace que ese exceso de creatividad se traduzca en algún balón perdido de más, en su etapa con la Selección Española está trabajando muy bien este campo, y consiguiendo desquiciar a los rivales, quienes piensan que tiene un yoyó en las manos.
El 24 de la selección quizá no hubiera tenido tal oportunidad este año de no haber sido porque, al comienzo de esta pasada temporada, decidió salir en busca de más minutos de juego firmando por el Ratiopharm Ulm de la Bundesliga. Esta, sin duda se trató de una de esas decisiones que más repercusión puede tener para su carrera. Nuñez lo ha llegado a jugar todo con el conjunto alemán (Liga, Playoffs y Eurocup), promediando 20 minutos, 7.7 puntos y 4.3 asistencias por partido, en una temporada en la que su equipo se coronaba como campeón de liga, siendo el joven español una pieza clave en pista y regalando highlights a la afición germana.
Por supuesto, su carrera no ha hecho más que comenzar y,
pese a su mentalidad de “viejoven” como ya lo denominan varias personas de mi
entorno debido a su gran madurez en el parqué, aún tiene carencias que tiene
que trabajar, siendo una de las más importantes la del tiro.
Sí, Juan tiene un dribbling exquisito, y si no que se lo pregunten
a Shai Gelgeous-Alexander, quién aún se está preguntando quién es ese chaval
que no cede un milímetro de bote y al que no hay manera de arrebatar el balón. La
contraparte es que, durante esta temporada, también ha cosechado un 31% en triples
y un irregular 63% en tiros libres.
Estos datos se vuelven realmente alarmantes en un baloncesto
como el de hoy en día, en el que te pueden flotar tranquilamente en el perímetro
ya que no supones una amenaza a larga distancia, y cuando penetras a canasta (cosa
que Juan hace mucho y muy bien) te pueden frenar con faltas, ya que tampoco eres
suficientemente preciso desde la línea de tiros libres.
Dicho esto, a muchos nos encantaría gozar de un base con
esas carencias, y ese inmenso potencial de crecimiento quien, con tan
sólo 19 años está cubriendo con sobrada solvencia el vacío que se quedaba en el
puesto de playmaker con las ausencias de Lorenzo Brown, Sergio Rodriguez y Ricky
Rubio entre otros grandes talentos nacionales.
Javier Navarro
@xoponos / @hooponos
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