La carrera de Gareth Bale

El galés anunció su retiro del futbol esta temporada, dejando una carrera llena de éxitos y polémicas, en gran parte en su etapa con el Real Madrid. Bale era bueno, muy bueno. Una de las piezas fundamentales de la mítica "BBC" junto a Cristiano y Benzema en una de las más gloriosas etapas de la historia del Real Madrid. 

Gareth Bale anunció el final de su carrera como profesional en Los Ángeles. El extremo de Gales no continuará su trayectoria en las canchas, tal y como lo anunció a través de un comunicado en redes sociales a inicios de año, convirtiendo el Mundial de Qatar 2022 en la última competición que disputó. El galés jugó para los clubes de Southampton, Tottenham, LAFC y Real Madrid. Siempre mantuve la esperanza de que sería un arrebato, de que volvería, pero no tiene pinta. 

Con los españoles alcanzó el punto más alto su vida como futbolista, sumando títulos y anotando en numerosas ocasiones, con una dosis de polémica en la parte final de su estancia con el equipo blanco. Pero es indiscutible que es uno de los mejores jugadores de su historia.  Y aunque algunos tachen de fracaso el paso de Bale por la Casa Blanca, la carrera del británico en la capital española ha estado plagada de partidos inolvidables, de goles memorables y de títulos que cualquier otro futbolista habría querido conseguir.

Bale, el hombre de las finales, ya no volverá a deleitar a los aficionados con su velocidad, regate y capacidad ofensiva. En ese sentido, merece la pena repasar todos los datos de su carrera como jugador del conjunto merengue. Gareth llegó a la capital de España tras convertirse en el mejor jugador de la Premier League y deslumbrar a toda Europa con el Tottenham por una cantidad cercana a los 90 millones de euros. Desde luego, un fichaje de los denominados "Galácticos". 

Gareth Bale debutó con el Real Madrid el 14 de septiembre de 2013. Lo hizo en la visita al Villarreal en el entonces estadio El Madrigal, donde en el minuto 38 de la primera mitad aprovechó una asistencia de Carvajal desde la línea de fondo para batir con la derecha a Asenjo y marcar también su primer gol como merengue.

Nueve años después, el ex futbolista del Tottenham se marcharía del club español con: 106 goles (81 en La Liga, 16 en Champions, 3 en Copa del Rey y 6 en Mundialito de Clubes) y 68 asistencias en 258 partidos jugados (176 en LaLiga, 57 en Champions, 13 en Copa del Rey, 3 en Supercopa de Europa, 6 en Mundialito de Clubes y 3 en Supercopa de España).

Según datos, Bale es el tercer máximo goleador del Real Madrid en todas las competiciones desde su llegada en 2013, solo por detrás de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Una locura para un jugador demasiado infravalorado por su actitud de los últimos años pero idolatrado en sus inicios. 

Además, es el tercer máximo asistente del Real Madrid en todas las competiciones desde su llegada en 2013, solo por detrás de Benzema y Cristiano Ronaldo. Y también es el jugador que más goles ha marcado con la pierna izquierda en el Real Madrid en todas las competiciones desde su llegada en 2013 (73 goles).

Su temporada más prolífica en términos de dianas fue la primera, la 2013-14, en la que firmó 22 tantos en 44 presentaciones. Por el contrario, las lesiones lo llevaron a jugar solamente 27 encuentros y anotar sólo 9 goles en el curso 2016/17. El inicio del fin. Algo extraño en un deportista con su constitución. 

Bale conquistó en el Real Madrid 19 títulos. Y es que el británico ha acumulado la friolera de 5 Champions League, 3 Ligas de España, 4 Mundialito de Clubes, 3 Supercopa de Europa, 1 Copa del Rey y 3 Supercopas de España. Una barbaridad convirtiéndose en el jugador británico con más títulos de la historia. 

Muchos le reclaman a Bale no haber podido sostener en el tiempo el espectacular estado de forma que ha sabido mostrar en partidos importantes. Pero nadie podrá decir que el galés desapareció en las grandes citas. De hecho, por algo muchos lo consideran "el hombre de las finales". En ese sentido, en su primer año como madridista firmó la inolvidable galopada frente al Barcelona en la final de la Copa del Rey, contra Marc Bartra y señalando un gol antológico. Así como también hizo el cabezazo en Lisboa para desnivelar la final de Champions League 2014 frente al Atlético de Madrid, después de una jugada personal de Ángel Di María.

Ese mismo 2014, pero en diciembre, Bale volvería a aparecer en una final ganada por el Real Madrid. Ocurrió ante San Lorenzo de Almagro, en Marruecos y por el Mundialito de Clubes, marcando el definitivo 2-0 ante el conjunto azulgrana.

Su cuarto y quinto gol en finales con el Real Madrid llegarían en la final de la Champions League de 2018, cuando marcó un doblete al Liverpool en Kiev. Uno de sus goles contó con la complicidad de Loris Karius, portero de los Reds, pero el otro fue una espectacular obra de arte que bien puede ser considerada como la diana más bonita en una final de Liga de Campeones. Su increíble acrobacia en el área inglesa jamás será olvidada (de hecho es la imagen que comienza este artículo que seguro todos conocéis). 

Además, cabe señalar que, aunque no marcó en los 120 minutos de partido, marcó su penalti en la tanda definitoria de la Champions League de 2016 disputada en Milán, donde el título se decidió en favor de los blancos, también ante el Atlético de Madrid.

Si la carrera de Bale en el Real Madrid tuvo muchas luces, también tuvo muchas sombras que llegaron en forma de lesiones y de actitud. Y es que sufrió más de 28 en la capital española, una situación tan dramática como recurrente que lo llevó a perderse más de 100 partidos con el equipo blanco.

La más dura de todas sus lesiones la sufrió en Lisboa ante el Sporting de Portugal en los tendones peroneos del tobillo derecho. El calvario se extendió desde noviembre de 2016 hasta febrero de 2017, estando 84 días en el dique seco y perdiéndose hasta 17 partidos del Real Madrid. Diez meses antes se había perdido 8 por una rotura del músculo de la pantorrilla que lo dejó 45 días inactivo, lo que representa su segunda lesión más importante.

Además de estos problemas, se sumaron su falta de compromiso deportivo con el conjunto blanco. No contaba para Zidane, achacaba lesiones más graves de lo que inicialmente parecía pero luego se le veía jugando al golf y jugando con su selección. Zidane y él nunca tuvieron buena sintonía y se notaba. De hecho, en las finales ganadas por Zizou, salvo la de Milán, Gareth fue suplente ya que el francés apostaba por Isco en el 11.

Cristiano y Zidane se fueron y era le momento de Bale. De ser el buque insignia del conjunto blanco. Pero fue una mala temporada, llegó Lopetegui, Solari y .... Zidane. Por lo tanto el galés tuvo claro que debía salir y marchó cedido al Tottenham con Mourinho, tras otra temporada residual en la vuelta de Zidane y el escándalo de la pancarta con Gales que ya hacía que nis sus adeptos madridistas pudieran defenderle. Una pancarta que rezaba "Gales.Golf.Madrid. In that order". Indefendible. Se reía del aficionado madridista y eso en el Bernabéu no se perdona. 

Su última temporada, fue la de la vuelta de Ancelotti al Madrid, tras de nuevo la marcha de Zidane. Bale comenzó contando para Carletto, pero las lesiones y su actitud dejaron su participación en algo residual, aunque ciertamente, ganó la 14ª Champions, la Liga y la Supercopa de España. Además que su situación era insostenible, solo recuperable con una actuación futbolística milagrosa que por supuesto no se produjo. De hecho, uno de sus actos más sonados fue cuando en un par de ocasiones, mientras su equipo disputaba un partido en el Bernabéu, él salía del estadio ante la incredulidad de la gente. 

Uno de lo mejores jugadores dela historia del Real Madrid con uno de los peores finales. Acabó su carrera en Los Ángeles, medio retirado con algún gol que otro pero rescindiendo contrato antes de lo acordado. Gareth es de esos deportistas que acabaron hartos de su profesión y que no disfrutaban. Iban, jugaban y se iba. Y se le notaba. Una pena, pero como digo siempre en tertulias de amigos, recordémosle como lo que fue, un grande. 

Post Carlos LZ

@Carlos_LZeledon