La nueva era del PSG

La salida de Verratti puso punto y final al proyecto inicial del PSG desde la llegada de Qatar en 2011. El italiano era el último remanente de aquella hornada inicial de jugadores e inversiones millonarias. Durante más de una década, nombres de jugadores y entrenadores pasaron sin pena ni gloria buscando un ansiado título europeo que reivindicara el proyecto parisino pero nunca llegó. 


En el año 2011, el fondo de inversión Qatar Sports Investments hacía oficial la adquisición del PSG, encomendándoles la misión de hacerle uno de los mejores clubes de Europa. Después de 12 años, un sinfín de inversiones, interminables debacles europeas y una pasarela de estrellas sin precedentes (Messi, Mbappé, Neymar, Ibrahimovic, Ramos...), el conjunto parisino ha pasado a una nueva era, despojándose de sus estrellas y optando por un modelo que, aunque también aglutine un fuerte capital económico, se encamina hacia la estabilidad y el espíritu colectivo.

La venta de Marco Verratti al Al Arabi, por unos 50 millones de euros, ha consumado la promesa de Nasser Al Khelaïfi, que aseguró tras renovar a Mbappé, en mayo de 2022, que era “el fin de los lujos” y el comienzo de un proyecto nuevo en el PSG. Aunque ha conseguido retener a Mbappé, y deshacerse de los que Mbappé no quería (Neymar y Messi). Poco, muy poco, tiene que ver este equipo con el que forjó en 2021, año en el que fue "con todo" en el mercado y le puso a Pochettino un equipo "para dominarlos a todos".  


Un año antes del Mundial de Qatar, tras haber perdido la Ligue 1 en manos de un sorprendente Lille de Galtier, Qatar realizó una revolución total, fichando en un mismo verano a Leo Messi, Sergio Ramos, Donnarumma o Achraf. El proyecto millonario, el del capital qatarí, el que conseguía persuadir a los mejores jugadores del mundo a base de billetes, alcanzó su punto álgido en aquel entonces. Sin embargo, los resultados fueron los mismos, incluso peores, quedándose muy lejos de su gran objetivo, la Champions League.

Dos debacles consecutivas en la Champions, cayendo eliminado en los octavos en sendas ediciones,  fueron el detonante definitivo para que Al Khelaïfi decidiera no hacer grandes esfuerzos en renovar a jugadores como Ramos y Messi, que aunque nos "vendieran la moto" estaban lejos, muy lejos, de su mejor nivel. Ambos salieron libres en julio y Neymar, al que llevaba dos veranos intentando venderle, le encontró sitio en Arabia Saudí. El Al Hilal desembolsó 90 millones de euros y le saco de un apuro al PSG.


Entre medias, Luis Enrique fue elegido por el club para liderar la nueva era que se atisba en París. El técnico asturiano, con plenos poderes en la confección de la plantilla, pidió muchas incorporaciones que la dirección deportiva hizo realidad. Hasta 12 incorporaciones, por 350 millones de euros, aterrizaron en la capital francesa este verano, forjándose un nuevo equipo y un nuevo proyecto que, aunque ya no desprenda un aroma a glamour, el objetivo principal es ganar la Champions League. Los que han llegado han sido: Randal Kolo Muani, Bradley Barcola, Gonçalo Ramos, Milan Skriniar, Ousmane Dembélé, Xavi Simons, Arnau Tenas, Lucas Hernández, Kang-In Lee, Marco Asensio y Manuel Ugarte. Casi nada. 


Y es que, como comentábamos antes, al PSG poco le valió, sobre todo a nivel internacional (a nivel nacional es ya el equipo con más ligas francesas), traer, durante más de una década, a futbolistas como Zlatan Ibrahimovic, Edinson Cavani, Thiago Silva, Ezequiel Lavezzi, Javier Pastore (el primer gran fichaje de Qatar), Kylian Mbappé, Neymar, Di María, Sergio Ramos o Leo Messi, entre otros muchos. El reunir a los mejores jugadores en un mismo equipo no es sinónimo de éxito. Además también de apostar por un gran número de entrenadores top a nivel europeo. Desde el año 2011 han pasado por allí: Ancelotti, Blanc, Emery, Tuchel, Pochetino, Galtier y el úlitmo en llegar, Luis Enrique. 7 entrenadores en 13 años. De hecho, Ancelotti, ahora entrenador del Real Madrid, fue el primer gran entrenador por el que apostó el PSG en su "Fase 1".


El primer gran reto del técnico asturiano es imprimir al conjunto parisino la cohesión que le ha faltado con sus predecesores. El equipo ha tenido cinco entrenadores desde 2018. Y, pese a ello, nunca ha dispuesto de una identidad propia en el campo. Su estilo de juego en los últimos tiempos se ha basado más en la inspiración de sus estrellas que en la idea de su técnico.

Por el camino, con ellos, el PSG ha conseguido, en Europa, una final de la Champions, perdida en 2020 contra el Bayern, y unas semifinales en 2021. Un bagaje agridulce para un club "obligado" a llegar lejos en Europa debido a la holgada superioridad que tiene en el campeonato doméstico.


La nueva era del PSG ya ha comenzado. El último reducto del megaproyecto galáctico forjado por Qatar es Kylian Mbappé, cuya renovación está supeditada a los resultados que se cosechen a lo largo de la temporada. Siempre enredado en rumores pesadosde renovación o de su marcha al Real Madrid.  A ello hay que añadirle que tanto Luis Campos como Al Khelaïfi han "afrancesado" la plantilla, fichando jugadores de la selección como Lucas Hernández, Ousmane Dembélé o Randal Kolo Muani, incluido el internacional sub 21 francés, Bradley Barcola. Los resultados determinarán si, en mayor o menor medida, este cambio tan brusco ha sido para mejor. Comienza la era del "PSG 2.0". 

Post Carlos López 
@Carlos_LZeledon


Comentarios

Entradas populares