Pirlo y la búsqueda de su identidad
El banquillo del técnico de la Sampdoria empieza a temblar. Su equipo ocupa la penúltima plaza de la clasificación y los puntos de diferencia con los primeros equipos empiezan a ser muchos, quizás demasiados también para poder alcanzar la zona play-off. En 8 jornadas, el equipo de Andrea Pirlo ha conseguido solo 5 puntos, una victoria dos empates y 5 derrotas. Empiezan a sonar nombres nuevos para el post Pirlo y ya las próximas horas podrían ser decisivas.
Los aficionados han empezado a caldear el ambiente con gritos de protesta. La situación en “Casa Doria” está día tras día más delicada.
Andrea Pirlo había empezado bien en su primer partido con los “blucerchiati” en el campeonato de Serie B. Su primera victoria fuera de casa, contra la Ternana, parecía poner las bases para un futuro lleno de expectativas y esperanzas. Los siguientes resultados no acompañaron al técnico ex campeón mundial en el 2006. Desde la primera victoria siguieron 4 derrotas y 0 victorias en un total de siete encuentros. La última derrota por 1 a 2 fue en casa y contra el Catanzaro, un equipo recién ascendido al campeonato de Serie B.
“Es difícil venir a comentar después de cada partido estos tipos de derrotas” admitió el técnico en la rueda de prensa después del partido. “Habíamos conseguido adelantarnos en el marcador y, después, hemos subido el empate con un error defensivo. No estamos aquí para buscar un alivio, sabemos que el momento es así y que pagamos cada error, aunque sea mínimo. Tenemos que estar más concentrados y salir todos juntos de esta situación”, así siguió la entrevista poniendo el foco en la falta de intensidad, “hay que ser más contundentes cuando uno se adelanta es necesario morir para no encajar gol.
En este momento no sentimos el peligro, hay que ser más hambrientos, con la sangre en los ojos que es algo que no se puede comprar, sino que uno lo ha de llevar dentro. Hubo voluntad, ocasiones tuvimos, pero en el futbol gana quien marca goles. Nosotros no lo conseguimos mientras el Catanzaro en su primera ocasión lo consiguió. Esta es la situación y tenemos juntos que salir de esta. Tenemos que ser positivos, que no nos domine el miedo que se ve y se siente cuando jugamos.
Hemos de ser mejores en llevar las cosas hacia nuestro lado cuando hay eventos favorables. Somos frágiles y conseguimos luego a no ganar estos partidos”.
Una serie de mensajes positivos fruto de su antigua experiencia como futbolista tienen que sentar las bases para levantarse tras las derrotas. Finalmente justifica las protestas de los aficionados hacia el equipo e inevitablemente hacia él “¿mi situación? Cuando un entrenador no gana siempre está en discusión. Los silbidos de nuestros seguidores están justificados, tienen razón en silbar cuando su equipo no gana.
Es normal que no estamos satisfechos, pero estamos capacitados para reaccionar”. Además, a todo esto, hay que añadir la situación complicada que lleva atravesando el club genovés desde cuando pasó del control de Ferrero al control de Radrizzani y Manfredi. El duro golpe del descenso de categoría y las muchas lesiones no influyen positivamente en todo el contexto.
Empieza a seguir casi un mismo patrón la carrera de entrenador de Andrea Pirlo en los banquillos. Después de haber colgado las botas y haberlo ganado prácticamente todo con sus ex equipos, ha probado a afirmarse como técnico en varias plazas, la mayoría de mucho nivel. Cuando se confió en él en Turín, a finales de julio del 2020, el recién estrenado técnico de Brescia, afirmaba que “mi equipo tendrá que dominar el juego. Entendí que quería ser entrenador después que algunas semanas de cursos.
de la categoría sub-23. Tan solo 10 días después, tras la destitución del ex entrenador bianconero Maurizio Sarri, Pirlo fue el elegido a guiar el banquillo del primer equipo. Su paso por Turín duró solo 1 año y en el 2021 fue destituido de su cargo. En 2022 probó suerte en Turquía, con el Fatih Karagumruk SK sin éxito, la destitución por parte del club turco llegó en el 2023. Después llegó a la Sampdoria donde sigue hasta la fecha.
De momento Andrea no tira la toalla y quiere seguir su sueño de afirmarse como entrenador. Él sabe que es un mundo complicado donde los resultados, cuanto más positivos sean, te pueden llevar a entrar rápidamente en el olimpo de los técnicos que centraron sus objetivos. Muchos equipos han confiado y siguen confiando en él por su pasado. Su trayectoria como jugador fue indiscutible.
Tras haberse afirmado en el Brescia Calcio, un breve paréntesis por el Inter de Milán y Reggina hasta su plena consagración en el A.C. Milan desde 2001 hasta 2011 y luego en la Juventus F.C. desde 2011 hasta 2015 para terminar en el New York City F.C. donde terminó su carrera en 2018, el técnico bresciano ha elegido su camino y se ha volcado en encontrar un equipo donde poder plasmar sus ideas y formar a un grupo de jugadores que las
expresen en el campo.
De momento no ha tenido suerte y ojalá consiga cambiar el rumbo de la Samp, pero, como dice el refrán, quien la sigue la consigue y en esto está Andrea.
Fausto Mangione (@serpicomangio @serpico_81)
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