El Aston Villa campeón de Europa
Hace más de cuarenta años, la segunda ciudad inglesa más relevante, después de la capital, fue testigo de como un equipo local conquistaba Europa. Birmingham colapsó sus calles para celebrar la primera, y de momento única, Copa de Europa en el haber del Aston Villa. Un año antes, en 1981, ganaron su séptimo, y de momento último, campeonato inglés. Tras saborear nuevamente un título nacional, en 1982 se alzaron con el trofeo continental contra todo pronóstico, gracias a unas extraordinarias prestaciones defensivas.
El triunfo de 'Los Villanos' sirvió para continuar una racha histórica, con un récord todavía vigente. Los últimos seis campeones eran equipos del mismo país, el fútbol inglés dominaba Europa con una autoridad incontestable. Entre 1977 - 1982, los equipos de las islas monopolizaron el torneo gracias a Liverpool, Nottingham Forest y Aston Villa.
El 'Villa' se proclamó campeón de Europa en 1982 pese a cambiar de entrenador a mitad de temporada. En la liga inglesa, las cosas no iban demasiado bien y su entrenador, Ron Saunders, dimitió en el mes de febrero de ese mismo año, por unas desavenencias con la directiva respecto a su contrato. “Me contrataron para dirigir a un equipo de fútbol, no para ser el chico de los recados”, dijo en su despedida. Poco después, firmó por el otro gran equipo de la ciudad, el Birmingham City. El sustituto fue Tony Barton.
En la final, disputada en Róterdam, esperaba el Bayern de Múnich, indiscutible favorito. Contaban en sus filas con Karl-Heinz Rummenigge, Balón de Oro en las últimas dos temporadas, uno de los mejores jugadores de Europa en aquel momento. Breitner y Augenthaler también formaban parte de aquella plantilla. El Aston Villa partía como víctima, era su primera participación en dicha competición. Pocas finales se habían disputado con un pronóstico inicial tan desigual.
Brian Clough, que había sido campeón de Europa con el Nottingham Forest en 1979 y 1980, alucinaba desde la tribuna de prensa donde iba a comentar el partido. “No me puedo creer que este equipo haya llegado a la final”, decía antes del partido. A Clough no le faltaba razón. Tony Morley, brillante y veloz extremo del Aston Villa, ni siquiera estaba en el campo cuando solo faltaba media hora para el inicio del partido. "Unos amigos necesitaban entradas y salí a verlos", explicaría después.
Dos nombres pasaron a la historia aquella tarde del 26 de mayo de 1982. El joven portero suplente Nigel Spink, que tuvo que saltar al campo en el minuto nueve para sustituir al lesionado Jimmy Rimmer. Spink solo había jugado un partido con el Aston Villa, pero no le pudo la bisoñez y firmó un partido extraordinario. Detuvo todos los ataques del Bayern, que fueron muchos y variados, y cerró su portería en el partido más importante de la historia del 'Villa'. Aquel partido le permitió forjar una amplia carrera en el club de Birmingham, en el que jugó 19 temporadas.
El otro nombre fue Peter Withe. Un delantero corpulento, potente y con fama de tosco, había sido pupilo de Brian Clough en el Forest, pero salió del equipo para firmar por el Newcastle justo antes de que el Nottingham lograse sus grandes éxitos. Withe fue el autor del único gol del encuentro, prácticamente en la única aproximación del Aston Villa al área del Bayern. “La pelota me botó mal y pensé, ¡concéntrate! Le pegué mitad con el tobillo, mitad con la espinilla, pegó en el palo y entró”. Un gol muy del estilo de Withe.
Eran el cuarto equipo inglés en alzar la ‘Orejona’, tras United, Liverpool y Forest. Salieron campeones gracias a una sólida línea defensiva, encajando solo dos goles en todo el torneo y con siete 'porterías a cero', récord de la competición (en aquella época no existía la fase de grupos).
El capitán del equipo, Denis Mortimer, levantó el trofeo con una alegría desbordante. Resulta complicado encontrar un capitán más eufórico en la historia del torneo. “En los últimos minutos, solo pensaba en levantar esa copa. Cuando la tuve en las manos no quería soltarla. La sostuve todo el tiempo que pude, al menos hasta asegurarme que los fotógrafos habían captado el momento”. El diario 'El País' tituló sin complejos al día siguiente ‘El Aston Villa, injusto campeón de Europa’. “Disciplina, energía y suerte”, fue la receta del éxito del equipo inglés, según su entrenador, Tony Barton.
La gran racha inglesa en la Copa de Europa se rompería al año siguiente. Liverpool y Aston Villa cayeron en cuartos de final. En 1983 el campeón fue el Hamburgo, que derrotó en la final a la Juventus.
Post Daniel Moreno // @DMtorrejon
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