El partido del Siglo

Septiembre. Budapest. Mientras paseábamos por el barrio judío el guía nos para frente a un mural en el que aparece una imagen de un partido de fútbol del año 1953. El chico, joven para haberlo vivido en primera persona, nos contó que en esa fecha se jugó el denominado "partido del siglo" y en ese momento mi mente hizo "click" para investigar y conocer más sobre, como lo llaman allí, la "armada de Puskas"Budapest, capital de Hungría, rinde tributo en muchos de sus rincones al "equipo de oro" que lideró el futbolista del Real Madrid. Esta es la historia. 


En los callejones del barrio judío de Budapest, allí donde se sitúan algunos de los lugares más concurridos de la capital de Hungría (como los increibles ruins pubs), los muros que se asoman no siempre son blancos o grisáceos de la época. En sus paredes aflora arte. Entre el cemento y el hormigón se dejan ver a través de murales impresionantes diversas estampas, dedicadas en su mayoría a personajes ilustres del país: la emperatriz Sisi, el famoso cubo de Rubik creado por el arquitecto Erno Rubik o Ángel Sanz, el diplomático español que salvó de la muerte a miles de judíos en la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo el que os comparto a continuación es dedicado al español.


Pero por encima de todos ellos se descubre, inmenso él, "El partido del siglo". Budapest esconde en muchas de sus calles, distritos y esquinas recuerdos de una generación de futbolistas inolvidable que les hizo soñar con reinar en el mundo de el fútbol. Una quinta liderada por Ferenc Puskas que llevó el sobrenombre de Aranycsapat ("El Equipo de Oro").

El mural, imagen que conforma la portada de nuestro artículo de hoy, recuerda el día en el que Hungría conquistó Inglaterra. Los inventores del football no habían perdido nunca en su territorio a manos de una selección que no fuese de las Islas Británicas. Un fortín que duró hasta que llegó Puskas y su banda, compuesta entre otros, del portero Gyula Grosics  (que aparece en la imagen) o el delantero Sándor Kocsis. Todo combinado con hombres como József Bozsik, Zoltán Czibor o Nándor Hidegkuti.


El "repaso" que le dio Hungría a Inglaterra fue épico. El resultado, lo dice todo: 3-6. Ese tanteo encabeza el mural, con una imagen central de uno de la media docena de goles que le hizo el equipo húngaro a los británicos. En otra esquina, la inferior, la portada del diario deportivo Népsport donde se narra la hazaña del equipo que dirigía Gusztáv Sebes. Fue el 25 de noviembre de 1953.

Aquella selección húngara ya había ganado el oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki un año atrás. Los ingleses quisieron la revancha en Hungría y se llevaron un 7-1 a casa. Otro rapapolvo histórico. Puskas y los suyos miraban al Mundial de Suiza de 1954 como favoritos. Se plantaron en la final de calle, dejando por el camino a Brasil y Uruguay, entre otras potentes selecciones. Sin embargo, en el partido por la Copa del Mundo, cayeron ante Alemania Federal por 3-2. En la fase de grupos, Hungría había acribillado a los alemanes por 8-3

Nuestro compañero del blog, Luca Ortíz, nos da un dato muy interesante sobre lo ocurrido en el conocido como "Milagro de Berna""El campo estaba embarrado y se dice que Alemania gana porque Adi Dassler (fundador de Adidas) bajó en el descanso a los vestuarios a dar a los jugadores alemanes botas con tacos de aluminio, que no se habían visto anteriormente, y consiguen remontar la final porque ellos no se resbalan en el terreno de juego gracias a los tacos y los jugadores húngaros sí". 


El asunto fue un auténtico drama nacional. Hungría había perdido su segunda final en un Mundial (la primera fue en Francia 1938). La afición criticó al equipo por aquel fracaso y más después de haber "arrasado" a los alemanes días anteriores. Sin embargo, Hungría no ha vuelto a disputar un Mundial desde 1986. Quizá por ello, el país ha tomado consciencia de lo que supuso aquel equipo que se desmoronó tras la entrada del comunismo en Hungría. El recuerdo del mural, dispuesto sobre un aparcamiento, no es el único que hay en la ciudad.

En una de las calles menos transitadas del barrio de Buda, famoso por su palacio bañado por el Danubio y la cafetería favorita de la Emperatríz Sisí, Ruszwurm, reposa una estatua de Ferenc "Pancho" Puskas (como le renombró Alfredo Di Stefano), su compañero en el Real Madrid y con el que ganó 3 Copas de Europa. Junto a él, varios niños observan como "cañoncito pum" (otro de sus motes en Madrid) toca el balón con su pierna izquierda. 


Esa devoción por los Magyares Mágicos se siente solo con pisar la calle. En las tiendas de segunda mano, librerías y tiendas especializadas en fútbol, el "Equipo de Oro" siempre tiene un hueco. Las camisetas de Puskas o los uniformes vintage se mezclan con las nuevas equipaciones del Ferencvaros, el Honvéd o el Ujpest, equipos de la ciudad de la liga nacional. 

Pero para entender la dimensión de lo que supuso aquel equipo hay que acercarse a la Catedral Basílica de San Esteban. Porque ahí, como si de santos se tratasen, descansan los restos de tres de aquellos integrantes de una selección que rompió moldes: Ferenc Puskas, Gyula Grosics y Sándor Kocsis que fueron trasladados a Budapest en 2012 desde Barcelona, donde reposaba desde que acabó con su vida en 1979. 


El último partido oficial que la selección de Hungría disputó contra la selección inglesa fue en junio de 2022 en el Puskas Arena de Budapest con 1-0 para los locales. Otras veces se han enfrentado en competiciones oficiales, pero lo que nunca han vuelto a repetir, y quiero destacar como último dato interesante, es un amistoso, ya que la selección inglesa tiene miedo de volver a repetir un "partido histórico". Cultura y deporte se unen por encima de todo en la historia de un país que tiene la fama de perder siempre en cualquier guerra en la que se haya visto inmerso y que ha sufrido el nazismo como pocos, pero que tiene un grato recuerdo deportivo que los convierte en historia del fútbol mundial. 

Post Carlos LZ // @Carlos_LZeledon

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