Microciclo competitivo de un equipo de fútbol base juvenil

Hoy en "The Special One" queremos hacer algo diferente. Muchas veces hablamos sobre temas de actualidad, escribimos sobre equipos, entrenadores o jugadores de moda, recordamos ‘viejas glorias’, partidos míticos de los que sólo unos pocos se acordarán, etc. Pensando en el post semanal, me dije a mí mismo: “¿Y si hablamos sobre algo de lo que hacemos nosotros? Yo creo que estaría bien”. Así, tengo el placer de escribir hoy sobre un microciclo competitivo de una semana de duración de un equipo de fútbol Juvenil de categoría Autonómica. Es decir, la preparación de una semana de competición. 


Tengo la suerte de formar parte de un grandísimo cuerpo técnico (a los que desde aquí, este servidor manda saludos) y dar algo de visibilidad al enorme trabajo que hacemos como grupo, que pienso que será muy positivo y enriquecedor.

Partimos de una semana de 3 días de preparación. Nuestro primer día es el martes, y es el momento para charlar un rato sobre el partido anterior, sensaciones, aspectos a destacar y a mejorar, etc. También damos una pequeña visión sobre el próximo rival sin meternos en muchos más detalles. 

Consideramos este día como el día perfecto para meter algo de carga física a la plantilla debido a diversos factores: disfrutamos "sólo" de mediocampo para trabajar, ya ha pasado un tiempo prudencial (entre 48 y 72 horas) del partido anterior, hay tiempo suficiente para recuperar y estar listos físicamente en la siguiente sesión, etc. Con ello, el trabajo principal se centra en cargar pilas y comenzar a ver posibles soluciones a lo que nos va a proponer el rival de una manera reducida. En total, alrededor de 60-70 minutos de sesión muy aprovechables.


Con ello pasamos al siguiente día, que son los jueves. Este día es el marcado en rojo en el calendario para trabajar de una manera real, ya que disponemos de todo el campo para nosotros. Sin embargo, la sesión comienza unos 45 minutos antes respecto a la disponibilidad del campo, ya que tenemos la fortuna de poder ver en vídeo los partidos de nuestra liga. Así, preparamos una pequeña presentación sobre el rival de esta jornada, donde destacamos aspectos ofensivos, defensivos, transiciones y balón parado

Es el primer año que pertenezco a un cuerpo técnico donde disponemos de recursos visuales para trabajar y es una suerte inmensa, ya que te permite trabajar de una manera mucho más próxima a lo que te vas a encontrar de cara al fin de semana. Teniendo así una idea mucho más cercana, nos lanzamos al campo, donde ya si que trabajamos aspectos mucho más reales a campo completo durante una hora. Ajustamos aspectos como por ejemplo cómo saltar al rival, donde encontrar espacios, situaciones a evitar, etc.


El siguiente y último día de entrenamiento son los viernes. Es el día que un jugador más disfruta (lo he vivido en mis propias "carnes") porque hay mucha finalización, parte lúdica, algo de competición, etc. Comenzamos con un juego para empezar la sesión con una sonrisa, y de ahí a trabajar un aspecto muy importante como es el balón parado. Tras ello, comenzamos con ejercicios de finalización y transiciones. El objetivo principal de estos ejercicios es sumar confianza de cara a puerta para el fin de semana, además de tomar buenas decisiones cuando disfrutemos de acciones de superioridad en partido

Como últimas tareas, realizamos una serie de acciones combinadas sin defensas, recordando lo que vimos el día anterior sobre el rival (puntos débiles) y viendo posibles circulaciones de balón que nos permitan hacer daño al rival. Por último, competimos todos juntos con un doble área con 3 equipos, un ejercicio que a los jugadores les gusta mucho porque hay mucha finalización en espacio reducido sumado a una gran competitividad. Además, el equipo que pierda tiene que traer botellas de Aquarius para el fin de semana, en una forma de aumentar ese plus competitivo. En total, son unos 75 minutos de sesión de mucho trabajo, pero disfrutando a tope de la sesión.


Llegamos al final del microciclo descrito con lo más importante: la competición. Aquí intentamos demostrar que la semana de trabajo ha sido buena, tratando de sumar tres puntos para nuestro casillero, lo que inyecta para todos una moral importante de cara a próximas semanas de competición. Como cuerpo técnico, pocas cosas hay más satisfactorias que redondear una semana de trabajo con 3 puntos, sinónimo de que el trabajo semanal ha sido muy bueno. Así, desde ese mismo instante cuando el árbitro pita el final del encuentro, comienza otra semana más, donde tendremos una nueva oportunidad para alcanzar nuestros objetivos.

Con esto, mando un fuerte abrazo a mis compañeros y amigos del Periso CF, equipo del que formo parte. ¡Espero que os haya gustado!

Miguel Jiménez // @migueljh1

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