El All-star necesita otro Kobe
Un año más, el All-Star de la NBA
pasa de intentar ser un fin de semana de las estrellas, a ser el bochorno de
las estrellas. Jugadores sin ganas, sin motivación, jugando por jugar, tanto en
varios concursos como en los partidos, dejando atrás esos fines de semana donde
realmente valía la pena comprar una entrada. Ahora, aunque me duela, es tirar
el dinero, porque si antes el fin de semana del All-Star era un reclamo para
captar más seguidores, ahora más vale que un posible nuevo seguidor, se espere
a ver unas series de play-offs, porque si solo ha visto este fin de semana, os
garantizo que no vuelve a ver NBA.
Primero tuvimos los enfrentamientos
con los jugadores de primer año, segundo año y de la G-league, donde
tuvimos doble presencia española en la pista. Vimos a Izan Almansa con el combinado de la G-League, logrando un tapón
seguido de un mate como carta de presentación, y la siempre importante
presencia de nuestro emblema al cruzar el charco, Pau Gasol, esta vez, repitiendo como entrenador de un combinado. Contaba en su equipo con el
extraterrestre de Victor Wembanyama,
aunque sin premio, ya que fueron eliminados en el primer partido por el
combinado de la G-League. Y no es de extrañar. Fueron los únicos que se
tomaron este fin de semana en serio, porque no van a tener un mejor escaparate
para que los equipos NBA vean sus cualidades.
Luego en la final, los NBA no querían ver a un equipo de G-League ganando el
evento, y se lo tomaron más enserio que en la primera ronda. Además, el
jugador de Indiana Pacers, Mathurin,
quiso aprovechar que el All-Star se está disputando en Indiana para ponerle más
ganas y llevarse el MVP del Rising Stars.
De sábado a domingo tuvimos "el plato fuerte", es decir, todos los
concursos. Habilidades, triples, mates, duelo de tiradores entre NBA y WNBA,... Aunque en vez de plato fuerte, podríamos decir el día con menos momentos malos,
porque esta vez el plato fuerte, duró minutos…
Nuevamente hay que destacar a los locales, el combinado de Indiana fue el único que quiso competir un poco, con un Haliburton brillando y dejando claro que todo lo que sea emitirse en televisión nacional, va con él. Ya destacó en el In-season Tournament, y ahora era el turno de dejarse ver un par de días en el All-star y ampliar su mercado. Antes de cambiar de tema, destacar que Wembanyama también se tomó su parte en serio, pero sus otros dos compañeros no estuvieron por la labor de ponerle un mínimo de interés, una lástima para el francés que sí puso de su parte para poner intensidad y ganas.
De este concurso de habilidades, mencionar que si tenéis oportunidad de
volver a ver los de hace una década, con zonas
de pase muy pequeñas y jugadores tomándoselo en serio como por ejemplo Tony
Parker o Steve Nash, echarles un vistazo. Ahora las zonas de pase lo logra a la primera
cualquiera de nosotros y sin perder tiempo apuntando, además de ver el momento esperpéntico de Edwards (compañero
de Wembanyama) tirando solo con la mano izquierda
y fallándolo todo. Lamentable, han dejado claro que no tienen ni
un ápice de empatía por el espectador que pierde su dinero y su tiempo en presenciar un espectáculo que se espera un
mínimo de interés, porque a este paso, no se llena el pabellón ni regalando las
entradas.
Luego vino el que está siendo desde hace unos años, el mejor concurso de
todos, y veremos si no terminan cambiando el orden para dejarlo como el evento
estrella. En el concurso de
triples, si se les puede ver intentando ganar, con un Damian Lillard a la cabeza, defendiendo título y revalidándolo. Logró alzanzar los 26 puntos, en lo que seguro que le dará un poco de motivación
para este tramo final de la temporada, ya que ha empezado bastante irregular,
porque recordemos, viene de un traspaso y un reciente divorcio con 3 hijos, y
los jugadores no son robots, así que si esto ayuda a estabilizar su mente,
bienvenido sea.
Y ahora sí, la novedad y lo que mayor
aceptación ha tenido entre los aficionados, el duelo por el cinturón de mejor tirador. El mejor de la NBA contra
la mejor de la WNBA, o lo que es lo mismo, Curry
contra Sabrina. Mismas distancias, pero diferente balón, cada uno con el habitual
de su liga, ya que no tenía sentido cambiar el balón a uno de los dos, porque
entrenan, juegan y perfeccionan su tiro en base al balón de su liga, así que
han hecho lo más coherente, y ninguno de
los dos defraudó.
La primera en tirar fue Sabrina, y
llegó hasta los 26 puntos, empezando muy bien, metiendo los 7 primeros, pero llegando algo justa de
fuerzas al final. Aun así terminó igualando la marca del bicampeón Lillard en
el concurso de triples, esto provocó que Curry
tiró sabiendo que necesitaba para ganar, y si alguien podía pasar de los 26
puntos de Lillard y Sabrina, es "el chef". Se fue hasta los 29 puntos para levantar el cinturón de
campeón, así que esperemos que este desafío, duelo, batalla o como prefiráis
llamarlo, pueda verse tanto el próximo All-star
en San Francisco, como en los posteriores, ya sea en este mismo formato,
por parejas, o en lo que la NBA considere oportuno, pero debe quedarse por el
bien de tener algo de competición real.
Ahora toca hablar del concurso de mates, que tranquilamente podría decir que
McClung llegó, humilló a los NBA y se
llevó su segundo trofeo consecutivo. Sin embargo, vamos a ampliarlo un poco. Jaime Jáquez, Toppin y Brown tuvieron
un mate bueno cada uno, mientras que el otro de la primera ronda fueron todos normalitos, aunque
Brown iba con sobrepuntuaciones mate
tras mate, y ni con esas le valió para ganar. Menos mal, porque si gana
Brown tras meter un mate de lo más sencillo para un jugador NBA, donde se tapa
los ojos... ¡después de machacar! Lamentable ejecución y lamentable la puntuación, haciendo que todo el pabellón de
Indiana abucheara a Brown y a las puntuaciones de los jueces, que aun nadie entiende
como el primer mate de McClung no fue un 50.
El único que puso algo original y de demostrar que se lo había preparado fue el jugador de la G-League. Mac McClung, dejó varias perlas para el espectador; soltando el balón en el aire para volverlo a coger, saltando sobre 2 personas una encima de la otra, sobre Shaq sin apoyarse... demostrando ir sobrado de muelles y de capacidad de movimiento en el aire en todo momento. Aunque el bicampeón hizo un gran concurso, lejos quedan los concursos de Webb, Jordan, Carter, el Gordon contra Lavine o Robinson contra Howard. Lo de ahora es disfrutar con cuatro mates mientras te quedas frio en ocho. Muy triste como algo tan mítico de la NBA es ninguneado por los propios jugadores.
Y si el bochorno ya era importante... llega el partido de las estrellas. Vosotros mismos podéis buscar la palabra que más os convenza, la mía es: Fraude. Recuperando el modelo Oeste contra Este, pero ni con esas logran salvar el fin de semana. Como dato positivo, Lillard MVP tras meter 11 triples, pero como dato negativo, lanzó 23 tiros de 3. Alguien tendría que explicarles el día anterior, que los aficionados ya pagaron para ver el concurso de triples, y que ahora habían pagado para ver un partido entre los mejores del mundo, no tiros de medio campo y 0 competitividad. Todo esto, para terminar con un resultado de 186 a 211 favorable a la conferencia Este... sin palabras.
Volviendo al título de hoy, como se nota la falta de un jugador con la mentalidad de Kobe. Todos le recuerdan, nombran su Mamba Mentality y ética de entrenamientos y trabajo, pero se olvidan o ningunean otra faceta muy importante de su carácter y compromiso, él siempre pensaba en los aficionados. A Kobe no tenían que ponerle una norma para jugar un mínimo de partidos, ya que siempre decía que si alguien compraba una entrada, su obligación era estar en la pista y dar lo mejor de él, tanto en temporada regular, All-Star, play-offs o selección nacional. Carismático y competidor como pocos. Porque si Jordan ganó los concursos de mates de 1987 y 1988, Kobe también participó y ganó el suyo, en la edición de 1997, con 18 años. Con estas dos leyendas participando y ganando.
¿Cómo es posible que Lebron James nunca se haya presentado? Siendo la imagen de la NBA y autodenominándose el rey, debería de haberse presentado alguna vez como reclamo para revitalizar y dar otra vez importancia a este mítico concurso que nos ha dejado muchas escenas míticas. Seguro que todos tenéis un top-3 de momentos en concurso de mates, y seguro que Vince Carter diciendo It's Over es una entre vuestro top-3. Una muestra más de su implicación cuando jugaba, es el actual MVP del all-star, que pasa a llamarse premio Kobe Bryant, pero lejos quedan sus valores sobre la pista en esta generación actual. Ahora parece que la única manera de revitalizar este fin de semana es poniendo mucho dinero de por medio.
¿Dónde
están esas ganas de competir en todo y dejar tu nombre en la historia?
Un servidor es más partidario de empezar a tomar las participaciones y victorias en concurso más en cuenta como requisito para entrar en el Hall Of Fame. Por ejemplo, además de lograr grandes cosas en tu carrera NBA, que tengas que participar mínimo en tres concursos si no los ganas, o ganar uno. De esta manera, obligas a los grandes a presentarse a algún concurso, ya sea habilidades, triples o mates. En carreras de 13 o 14 años, participar en tres concursos tampoco les supone una barbaridad, teniendo en cuenta que ya están allí para disputar el partido de las estrellas en la mayoría de los casos.
¿Creéis que este acontecimiento está llegando a su fin?
¿Viendo las nuevas generaciones, veis un nuevo Kobe compitiendo en todo?
David Aguilar // @90.sink.11
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