Isaiah Thomas, ¿última oportunidad?

Perseverancia, esfuerzo, sacrificio, constancia, superación, confianza, trabajo… un sinfín de cualidades que hacen falta para lograr tus objetivos, y alargar en el tiempo tus opciones de hacer lo que de verdad tienes en mente, y en el caso de nuestro Special One de hoy, Isaiah Thomas, ese reto es volver a hacerse un hueco en la NBA, para jugar entre los mejores jugadores del mundo.


Porque los sueños de niño no entienden de centímetros y si de todo lo mencionado anteriormente, y el pequeño jugador de baloncesto que deslumbró en su etapa en los Boston Celtics, quiere seguir demostrando que aún tiene mucho baloncesto que ofrecer a los aficionados de la NBA y el baloncesto en general.

Con su 1,75 m, llegó a la NBA tras el draft de 2011, elegido en segunda ronda, en el pick 60 por los Sacramento Kings, equipo en el que tuvo buenos números, llegando a los 20 puntos por partido en su tercera temporada antes de hacer las maletas en dirección a los Suns, que tras 46 partidos y solo 1 de titular, decidieron enviarlo a Boston, y bendita decisión, allí encontró su sitio y desplegó todo su potencial.

En los 21 partidos que jugó de esa temporada, dejó buenos números desde el banquillo, lo que le permitió afrontar la siguiente temporada con un rol mucho mas importante, siendo titular en 79 de los 82 encuentros que disputó, sin descansar en ningún partido, ya que sabía que estaba ante su oportunidad de dar ese salto que todo jugador espera tener, yéndose hasta los 22,2 puntos, 3 rebotes y 6,2 asistencias, lo que le llevó a disputar el primero de sus dos all-star game.


Y si ese año ya dejó claro de lo que era capaz, llegó el año clave, para lo bueno y para lo malo, primero se fue hasta los casi 29 puntos por partido en sus 76 partidos jugados, todos de titular, con su segundo all-star game entre medias, hasta que llegó su lesión y el momento que empezaría su calvario, tras lesionarse frente a los Wolves, pudiendo reaparecer en playoffs, hasta el punto de meter 53 puntos en el segundo partido de las semifinales de conferencia, pero lejos de volver para quedarse, recayó y fue baja en las finales por lesión, sin saber que su final en los orgullosos verdes había llegado a su fin.

Un jugador muy querido por la afición, aunque eso no evitó que los dirigentes de la franquicia decidieran prescindir de sus servicios, mandándolo a los Cleveland Cavaliers junto a Crowder y Zizic, sumado a rondas de draft, a cambio del talentoso Kyrie Irving, jugador que no cuajó con la afición de Boston y que terminó pasando con más pena que gloria por la exitosa franquicia.

Esto fue solo el principio de sus idas y venidas, el 2 de enero puede debutar con Cleveland después de su lesión, y aunque se fue hasta los 17 puntos y 3 asistencias en 19 minutos, el 8 de febrero puso rumbo a Lakers en un traspaso que mandó a Clarkson y Nance Jr. a los Cavs.



Lejos de asentarse, en Lakers juega 17 partidos, solo 1 titular, y en julio de 2018 acepta la oferta de los Denver Nuggets por un año y el mínimo de veterano, disputando solo 12 encuentros, con una media de 15 minutos por partido anotando 8 puntos.

Parecía el fin de nuestro protagonista, aunque tenía otra bala en su recamara, el 1 de julio de 2019 firma con los Washington Wizards, y tras un gran inicio de temporada, jugando 40 partidos, 37 de titular, sus 12 puntos por partido lo pusieron de nuevo en otro traspaso, rumbo a Clippers, donde seria cortado 2 días después, viéndose por primera vez lejos de la NBA y con un desafío muy difícil por delante, volver a hacerse un hueco.

En la siguiente temporada, sólo logra un contrato de 10 días con New Orleans, en el que juega sus únicos 3 partidos de esa temporada, volviendo a verse fuera y sin un futuro asegurado por delante, dejándole más dudas que certezas en su camino. Desde ese momento, su periplo en la NBA se ha visto con pequeñas oportunidades debido a sus grandes actuaciones en la G-League.


Tras ese año, en la temporada 21-22, primero juega 4 partido para los Lakers en un contrato de 10 días, luego 1 partido con los Mavs en otro contrato de 10 días, para finalmente lograr 2 contratos de 10 días y uno para el resto de la temporada con los Hornets, disputando 17 partidos.

Ahora, tras casi dos temporadas lejos de la NBA, sus actuaciones con el Salt Lake City Stars de la G-league le han llevado de nuevo a un contrato de 10 días, esta vez con los Phoenix Suns, una oportunidad que a sus 35 años podemos intuir que, si no es la última, puede ser la penúltima, así que tiene 10 días para poner toda la carne en el asador y dar el todo por el todo.

Tener esta oportunidad en un equipo con Booker, Durant, Beal, es un caramelito para intentar hacerse un hueco en la plantilla y poder jugar los que serían sus cuartos play-offs para intentar buscar un final de carrera en el máximo nivel.


No sabemos si logrará quedarse o si solo estará de paso, pero lo que está claro, es que el bueno de Isaiah, es un jugador que es imposible que te caiga mal, y tiene a todos los aficionados volcados con esta nueva oportunidad, donde deseamos que tenga esa pizca de suerte que hace falta en el deporte para dejar disfrutar de su baloncesto inteligente y eléctrico.

Lo que tenemos claro, es que a ilusión y ganas de demostrar lo que sabe hacer no le va a ganar nadie, ahora bien, veremos de cuantas oportunidades dispone y que actuaciones es capaz de hacer para ganarse ese puesto tan ansiado por él, porque nuestro pequeño gigante merece disfrutar de su pasión, a la vez de hacernos disfrutar a los aficionados, siendo ejemplo de los más jóvenes, dejándoles claro que sin tanta altura como los demás, pero con trabajo, humildad, esfuerzo y sobretodo perseverancia, mucha perseverancia, los sueños están para perseguirlos y alcanzarlos.

¿Renovará el contrato con Suns?

¿Lo veremos disputando minutos en playoffs?

¿Vera recompensado tanta constancia y esfuerzo?



David Aguilar // @90.sink.11

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