Papá, quiero ser entrenador de porteros

Hace años, era difícil ver de forma asidua un equipo con la figura del entrenador de porteros. No ya sólo a nivel más o menos profesional, sino a niveles de fútbol base, fútbol formativo. Hoy en día, y agradecidos por ello, raro es el equipo que no tenga un entrenador de porteros, ya sea a nivel de club o en cada equipo en específico


Hay un crecimiento exponencial de esta figura y no, no es casualidad. ¿Qué importancia tiene
un entrenador de porteros? Lo resumiré en varios puntos:

- Tecnocracia al poder: la persona encargada para el entrenamiento de porteros debe ser alguien muy cualificado y, en mi opinión, que haya estado relacionado con la portería. Parece algo obvio (y lo es), pero haciendo diversos cursos de entrenadores he visto jugadores de campo que querían sacarse dicho título. Algo raro. Es cierto que, como bien se dice en el mundo del fútbol, “hay que saber jugar de todo”. Sin embargo, ser portero es algo distinto. Ni los propios porteros sabemos explicarlo bien, imaginen un jugador de campo. Creo que no transmitirían la idea necesaria para que un portero de fútbol base pueda crecer. 


La gran mayoría de las enseñanzas que ofrece un entrenador de porteros es experiencia pura y dura. Por mucha formación que tenga alguien en temas de porteros, que no es "moco de pavo", no llegará en ningún momento a la enseñanza que ofrece la experiencia. Igual que un padre cuando enseña a sus hijos. Escuela de la vida.

El hecho de haber sido o ser portero en activo para un entrenador de porteros se antoja fundamental para que sus ‘pupilos’ aprendan y crezcan futbolísticamente, con la portería como foco principal. Es una forma de que crean en ti, de que se empapen de la experiencia de su formador. Los chicos lo agradecerán. Dicho sea, admiro mucho a la gente que no ha sido portero y que quiere aprender en este ámbito. Chapeau.

- Uno más del cuerpo técnico: cuando empezó a aflorar el entrenador de porteros, se le consideraba como un aparte al cuerpo técnico. Los jugadores de campo empezaban por un lado y los porteros, con su entrenador correspondiente, por otro. Había poca conectividad entre ambos ‘bandos’. Hoy en día esto ha cambiado. El entrenador de porteros es alguien más del cuerpo técnico, y en la actualidad es habitual ver a este participando en decisiones tácticas del equipo. Por ejemplo, Luis Llopis, actual entrenador de porteros del Real Madrid y uno de los mejores valorados en su puesto, tiene un peso muy importante en el balón parado del equipo. 


Es normal verle con las hojas indicativas cuando el equipo va a hacer una sustitución en un partido, explicando al cambio en concreto su función.

Es decir, el entrenador de porteros ha evolucionado hacia una figura más participativa con su staff, adquiriendo también una riqueza táctica propia de entrenadores de campo, lo que les hace sumar al grupo y aportar un nivel más cualificado al cuerpo técnico.

- Más que un entrenador: ser portero es muy complicado. Físicamente tienes que estar preparado, ni hablemos ya de la mentalidad. Qué difícil es sobreponerse a un error. Como mediocampista, puedes fallar un pase que luego puedes recuperar el balón, pero si un portero falla un pase, es altamente probable que el balón acabe en su propia portería. Aquí es donde entra el papel del entrenador de porteros, el cual se convierte en un verdadero coach para el propio guardameta.

Conocer sus inquietudes, sus dudas, sus discrepancias, sus problemas… parece algo más propio de un psicólogo. Y, definitivamente, así es. El hecho de pasar tanto tiempo juntos hace que la relación entrenador de porteros-portero vaya más allá de lo deportivo.


Muchos se convierten en verdaderos amigos. Cada uno conoce lo complicado de su profesión, se respetan, valoran y, como no ayudan. ¡Qué complicada es la portería y qué bonita es!

En definitiva, se ha tardado, pero parece que la figura del entrenador de porteros se valora como se merece. Pepe Mel llegaba hace unos días a un Almería que llevaba toda la temporada sin ganar. En su primer partido, obtuvo premio en Gran Canaria, y en la rueda de prensa posterior dejó una reflexión destacable: “Las Palmas tiene el mejor entrenador de porteros (Yepes) de toda Europa, espero que les dure”

La valoración actual de este puesto es tal que ya hay grandes ‘peleas’ entre clubes por llevarse a un entrenador de porteros en concreto. Este mundo está en constante evolución y crecimiento. Quizá conocer cómo lo han pasado los diferentes actores hace que exista una solidaridad entrañable entre homólogos de la portería. 


Es por ello por lo que cada vez es más frecuente la voluntad de formar parte de la portería a nivel de formador. “Papá, quiero ser entrenador de porteros”. Mentalidad de portero, mentalidad de valientes.

Miguel Jiménez // @migueljh1

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