UEFA Champions League 2023/2024: Una Copa de Europa especial
La última edición de la UEFA Champions League con el formato actual nos está brindando, de momento, la que puede ser una de las temporadas más emocionantes en los últimos tiempos de la máxima competición continental.
A pesar de que estés leyendo este artículo sabiendo dos de los semifinalistas, o inclusive ya los cuatro, debo aclarar que lo estoy escribiendo antes de que se celebren los partidos de vuelta de los cuartos de final. La cuestión es que solo con los encuentros de ida me atrevo a dictaminar que estamos ante la temporada de más entretenimiento y espectáculo en la Copa de Europa de, por lo menos, los últimos diez años. Y hablo de la última década por mi juventud, tampoco quiero apresurarme a realizar comparaciones con épocas que no he vivido. Mis sensaciones la pasada noche del miércoles se corroboraron cuando revisé los enfrentamientos, en estas instancias del torneo, en ediciones anteriores.
Algunas eliminatorias en concreto son memorables; como la remontada del Real Madrid al Wolfsburgo, la fatídica noche del Barcelona ante la Roma, la trepidante eliminación del Manchester City a manos del Tottenham o la goleada del Bayern de Múnich por 8 a 2 al conjunto culé. Sin embargo, en una visión global de todos los partidos, pienso que este año es la primera vez donde la totalidad de los enfrentamientos están a la altura de la mejor competición de clubes del mundo.
Primero de todo, la ausencia de clubes de menor calibre aumenta tanto la expectación como el nivel de los encuentros. A todos nos emociona cuando un equipo rompe las predicciones y pasa de ronda inesperadamente, los conocidos como 'underdogs'. El Villarreal en 2022 o el Ajax de Ámsterdam en 2019 son los ejemplos más recientes, pero también hay campañas donde equipos como el Benfica, el Mónaco, la Atalanta o el Leipzig se hacen con un hueco entre los mejores del continente. Sin embargo, objetivamente hablando, al carecer de estrellas y de bagaje, estos equipos siempre provocan que uno de los emparejamientos, al menos de inicio, no parezca atractivo para el espectador.
Además, este año hemos tenido la fortuna de que los dos conjuntos a priori más "flojos", el Borussia Dortmund y el Atlético de Madrid, se hayan emparejado. Aunque sería un error subestimarles, porque entre ambos suman tres subcampeonatos en la década pasada, además de año tras año verse las caras contra las mayores potencias y derribarlas en numerosas ocasiones. Como resultado tenemos cuatro eliminatorias muy niveladas. Dos empates y dos victorias por la mínima en la ida, hacen pensar que los pequeños detalles y los errores o aciertos a nivel individual serán los que decanten la balanza en la vuelta.
Otro factor muy relevante, bajo mi punto de vista, para entender por qué es tan interesante cada partido es el 'storytelling' que hay detrás, es decir, las rivalidades. En los últimos años, el Real Madrid contra el Manchester City se está convirtiendo en un clásico mundial. Los dos últimos campeones, la rivalidad en los banquillos entre Guardiola y Ancelotti, la agónica remontada en el Santiago Bernabéu hace dos años ... Todo ello aviva la llama de un duelo que ya de por sí promete. Lo mismo ocurre en el Bayern de Múnich contra el Arsenal, donde encontramos al último equipo que eliminó a los Gunners en fase final de UCL (hace siete años) y, más importante, el reencuentro de Harry Kane con su víctima favorita debido a su pasado en los Spurs y la famosa historia de cuando el Arsenal lo rechazó de la cantera.
Por el otro lado del cuadro, el trasfondo entre el PSG y el FC Barcelona no necesita presentación. El fichaje de Neymar, la histórica remontada, la salida de Messi y el rencor entre las aficiones son motivos más que suficientes como para no perderse ni un minuto de ambos encuentros. Después de celebrarse la ida, Dembélé y la prensa han echado más leña al fuego si cabe. El primero celebrando un gol ante su antiguo club, con el cual no acabó de buenas maneras, sobre todo con la afición, y los segundos fomentando una rivalidad (en mi opinión inexistente) entre Xavi Hernández y Luis Enrique.
Otro añadido, que quizás pasa desapercibido, es conocer los posibles cruces en semifinales. Los aficionados más continuistas no aprueban que se haya eliminado el sorteo de la ronda previa a la final. Además de evitar sospechas de amaños (algunas ocasiones ha sido descarado), también permites que el público visualice y sueñe con un camino hacia la final, anticipando posibles cruces, algo que ayuda a aumentar el 'hype' por ver que ocurrirá a continuación. Este año, por ejemplo, se especula con un posible clásico español en la final, o un clásico europeo en semifinales. Personalmente, y a pesar de ser madridista, me gustaría disfrutar de un nuevo capítulo entre Guardiola y Arteta, una rivalidad que dará mucho de que hablar en los próximos años.
Los 18 goles vistos entre los partidos de ida considero que es el indicador más evidente de por qué esta edición será tan recordada. Un promedio de más de cuatro goles por partido, sin ninguna victoria con más de un gol de diferencia, solo puede ser sinónimo de espectáculo. Todos muy atentos a lo que nos tiene preparados la última UEFA Champions League, tal y como la conocemos, antes de su cambio de formato.
¿Quién crees que alzará la 'orejona' al cielo de Londres?
Luca Ortiz // @lucacho999
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