Gasperini y su primera final europea

Los números negativos de las finales de Coppa Italia no rompen los sueños de una testaruda Atalanta. Con Gasperini en el banquillo los números de las finales no dejan en buen lugar al técnico originario de Grugliasco, un común del área de la ciudad de Turín. No obstante, al técnico le queda una última posibilidad para coronar un sueño que podría cambiar para siempre la historia del equipo de la ciudad de Bergamo: la primera final europea en 116 años de historia del club. 


Historia que ya ha cambiado desde aquel verano del 2016 con la llegada de Gian Piero Gasperini que, en apenas 8 años, ha transformado a un equipo que solía luchar para mantenerse en primera división en un grupo capaz de luchar para las primeras posiciones europeas de su liga y de disputar su primera final de Europa League el 22 de mayo en Dublín contra el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso

Otro entrenador que ha hecho historia en su club, consiguiendo ganar la Bundesliga por primera vez y sin ninguna derrota. Los dos entrenadores tienen algo en común, ambos hacen jugar sus equipos con coraje, utilizando principios de juego modernos, agresividad en la presión, libertad de moverse en diferentes espacios dada a los jugadores mas creativos y la participación de todos los jugadores en las acciones ofensivas. Será interesantísimos ver la final de dos entrenadores frente a su primer trofeo de sus carreras.


En mayo del 2019 la Atalanta pierde su primera final con Gasperini al mando contra la Lazio, además con muchas polémicas por un posible penalti a favor de los bergamascos no corregidos por el VAR. En mayo del 2021, contra la Juve guiada por el entonces técnico Andrea Pirlo que se impuso por dos tantos a uno con goles de Kulusevski, empate de Malinovskyi y gol decisivo de Chiesa decretan su segunda derrota y, finalmente el 15 de mayo de este año 2024, otra vez la Juve se impone por 1 a 0, gol de Dusan Vlahovic, poniendo fin a las esperanzas de vendetta del técnico nerazzurro.

Quizás por estos contrastes entre su idea de juego ofensiva, la lucha constante para conseguir grandes resultados y la falta de trofeos que coronarían todo su esfuerzo han hecho del técnico italiano uno de los entrenadores más controvertidos en la Serie A. Su relación con el exterior, la prensa, los árbitros, los adversarios, por ejemplo, ha sido y es a menudo tensa. Gasperini ha tenido comportamientos y salidas fuera de lugar, neuróticas, un poco torpes. 


En un artículo publicado en la Revista Once en febrero de 2021 que se titulaba ¿Por qué todos odian a Gasperini?, Francesco Gerardi escribió que su problema estaba en la falta de comprensión del contexto. En el artículo se planteaba la gran diferencia entre la lucidez de sus elecciones tácticas y el desenfoque de sus actitudes fuera del campo: “A la visión futurista con la que ha llevado a Atalanta a la élite del fútbol italiano y europeo corresponde una opinión sobre la actualidad, a menudo de una banalidad sorprendente, por tanto, humillante”, se decía, en referencia a algunas de sus declaraciones muy discutibles sobre el racismo.

Este lado de Gian Piero Gasperini es, probablemente, el límite de su carrera, aunque, a pesar de esto, sus declaraciones confirman que es un técnico que no se rinde delante cualquier tipo de dificultad. “El miércoles del 22 de mayo será otra final contra un adversario muy fuerte. El pensamiento de todos está en Dublín y queremos llegar en las mejores condiciones posibles”, afirmaba el técnico de la Atalanta, “estamos jugando todos partidos decisivos desde hace meses, lo hicimos en Liverpool antes y a Marsella después, si no ganabas te ibas a casa. 


Si no hubiéramos remontado el resultado contra la Fiorentina nos íbamos para casa, si no ganábamos contra la Roma estábamos fuera de la Champions. Cuando juegas todos estos partidos puedes perder también, como ha pasado en Coppa Italia. El miércoles queremos llegar mejor de como hemos llegados con la Juventus, nos preparamos para esto. Tenemos que recordar el partido de Lecce, para el campeonato necesitamos tres puntos para la conquista
matemática de la Champions, queremos cerrarla lo ante posible”.

En Dublín jugará el ariete Scamacca, que está viviendo un óptimo periodo: “indudablemente ha tenido una evolución muy positiva, especialmente en los últimos meses. Está claro que su ausencia se ha notado datas sus características, en aquel tipo de partido tan bloqueado, su presencia física habría sido un referente mas visible y mas fuerte también para sus compañeros. Habría permitido de jugar y desarrollar mejor, sin duda ha faltado”, decía el entrenador atalantino.


Todos estos resultados conseguidos tienen su rais en la gestión del club. La Atalanta es un ejemplo de gestión futbolística en mayúsculas que muchos equipos españoles deberían seguir, sobre todo, si se calcula que, desde la llegada de los Percassi, en el 2010, el club cobró más de 500 millones de euros en plusvalías, o sea la diferencia entre el dinero obtenido de la cesión de un jugador y los gastos en su compra. Después de esa primera temporada Gagliardini fue al Inter por 22 millones de euros, Conti y Kessié al Milan por 24 y 32 millones respectivamente. 

En los años siguientes la Atalanta consiguió el éxito con muchas otras operaciones de este tipo. El delantero danés Rasmus Højlund, que llegó en el verano de 2022 por 20 millones de euros del Sturm Graz, después de una sola temporada con Gasperini en el Atalanta, fue comprado por el Manchester United por 74 millones de euros. El sueco Dejan Kulusevski fue comprado por 3,5 millones de euros cuando tenía 16 años: tres años después, la Juventus lo compró por 39 millones. Amad Diallo, a pesar de haber jugado solo cuatro partidos en la Serie A con el Atalanta, cuando tenía 19 años pasó al Manchester United por 21 millones de euros


Además del llamado player trading, es decir, la practica de ayudarse y sostenerse económicamente con las cesiones de los futbolistas, la Atalanta compró el estadio Atletas Azules de Italia que hoy se llama Gewiss Stadium y se está restaurando un sector a la vez para que el equipo pueda seguir jugando con una gran parte del público.

El modelo Atalanta, con todo lo dicho anteriormente, este año, en la Europa League ha eliminado a rivales fuertes y preparados como el Sporting Lisboa, el Marsella y el Liverpool, que incluso venció 3-0 en casa, en el histórico estadio de Anfield, en otra noche europea excepcional. Después de ese partido, el periodista británico James Horncastle, que sigue el fútbol italiano por el prestigioso sitio especializado The Athletic, dijo que en estos años Gasperini y Atalanta “hicieron normal lo extraordinario” y que es increíble cómo el entrenador ha construido y reconstruido cada vez el Atalanta, llegando a definirlo “el entrenador más influyente de la Serie A en los últimos 15 años”.


Fausto Mangione (@serpicomangio @serpico_81)

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