Motivos ( y muchos ) para ilusionarse de nuevo
12 años llevaba España sin levantar un título continental (sin contar la Nations League cosechada el pasado año). Quizás estábamos mal acostumbrados a ganar (y con razón): veníamos de hacer historia cosechando Eurocopa-Mundial-Eurocopa. Los batacazos que vinieron después nos hicieron reflexionar sobre nuestro momento futbolístico en el mundo. Teníamos que volver a encontrar nuestro sitio. Mientras selecciones potentes cosechaban éxitos con plantillas más o menos jóvenes, nosotros no salíamos, en gran mayoría, de la generación que nos hizo campeones en 2008, 2010 y 2012. Mientras otros se reinventaban, España se estancaba.
En ese contexto llegó Luis Enrique. El asturiano llegó tras la esperpéntica imagen dada en el Mundial de Rusia en 2018. España cayó en octavos en penaltis contra la anfitriona. Ese partido, conocido como el de los 1000 pases (España llegó a ese número de pases anotando tan sólo un gol y fue en propia puerta), supuso un antes y un después en el estilo de juego español. ‘Lucho’ llegó con la idea de aportar otra idea de juego, apostando por un fútbol combinativo como antaño, pero con ideas en ataque mucho más verticales. ¿El resultado? El mismo: fuera en octavos en Qatar 2022 dando más de 900 pases y tirando una vez a puerta en 120 minutos de juego contra Marruecos. Así, se le dio la oportunidad a un hombre de la casa y que venía haciendo las cosas muy bien en categorías inferiores: Luis de la Fuente. Y vaya si ha hecho las cosas bien. Aupó a España a conseguir la Nations League en 2023 y ha traído la cuarta Eurocopa para nuestro país hace unos días. ¿Cuáles son las claves de esta nueva España que nos ha hecho ilusionarnos de nuevo?
- Un juego asociativo más certero.
El técnico riojano ha logrado dotar a España de un potencial ofensivo que hace tiempo que no se veía. Seguimos siendo un equipo que apuesta por el juego de toque, pero con otra vuelta de juego. La Selección ha sido máxima goleadora de la Eurocopa con 15 dianas (récord absoluto del torneo) y contando con 10 goleadores distintos. Y eso que España no cuenta con un goleador que se vaya hasta los 30-40 goles con su club por temporada como sí pueden tener otras selecciones como Francia (Mbappé) o Inglaterra (Kane). El máximo goleador español ha sido un mediapunta como Dani Olmo (pichichi compartido de la EURO). Gran dato para España.
- Dos puñales por fuera.
Los extremos rápidos, técnicos y regateadores están volviendo al mundo del fútbol. España tiene dos joyas en esa posición: Lamine Yamal y Nico Williams. Los extremos de Barça y Athletic, respectivamente, han sido un verdadero quebradero de cabeza para las demás selecciones. Tienen un desparpajo asombroso. A mí en particular me gusta llamar a este tipo de jugadores “pesados”. Da igual que hayan perdido 4 balones, que te van a volver a encarar por quinta vez. Además, el hecho de ser tan jóvenes (17 y 22 años) hace que tengamos su presencia asegurada durante mucho tiempo.
- La firme apuesta de los laterales.
Dani Carvajal viene de disputar una de sus mejores temporadas como futbolista. Aunque parezca mentira, esta era su primera Eurocopa. El nivel al que ha rendido el de Leganés ha sido impresionante. Un broche de oro perfecto a la temporada 23-24. En el lado izquierdo había más dudas. A priori, Grimaldo partía como favorito tras su enorme campaña en el Bayer Leverkusen. Sin embargo, Luis de la Fuente sorprendería a propios y extraños apostando por un Cucurella que ha sido vital para España. Y es que el técnico español conoce muy bien su nivel tras su paso por las categorías inferiores. Confianza ciega en Marc. Y el catalán ha cumplido con creces.
- La confianza en los futbolistas.
Es obvio que no tenemos ninguna superestrella. Sin embargo, colectivamente hemos sido el mejor equipo y de largo. ¿Por qué? Seré claro y directo. Luis de la Fuente es el mejor entrenador en el panorama nacional para esta generación de jugadores. Y esto es así porque la gran mayoría de ellos han pasado por las manos del entrenador riojano en categorías inferiores. Nadie les conoce mejor que Luis. Los Zubimendi, Cucurella, Merino o Fabián Ruiz son apuestas firmes del técnico. Poca gente daba como titular a Fabián y ha sido de lo mejor de España.
Otro caso reseñable es el nivel de Martín Zubimendi. El de la Real es claro suplente (y no porque lo merezca) por ser el homólogo de Rodri. Todo el mundo se temía lo peor cuando le tocó entrar en el descanso de la final sustituyendo por lesión al jugador del Manchester City. Los 45 minutos que jugó el futbolista de la Real Sociedad fueron cátedra absoluta. Zubimendi ha tenido la ‘mala’ suerte de coincidir con Rodri en esta época de la vida. Porque el bueno de Martín sería titular en esta Selección y en muchos equipos de primera fila mundial. La Real tiene un tesoro. Y ojalá, por su bien, lo mantenga.
En definitiva, tenemos motivos (y muchos) para creer en esta nueva Selección. Nivel de jugadores, sensaciones, competitividad, etc. Es algo de lo que vamos sobrados. Como decía Luis de la Fuente hace meses, veía a estos jugadores con “mucha hambre”. Y no se equivocaba. España ha vuelto, la España feliz ha vuelto. Y esperemos que para quedarse. Al ritmo de ‘Potra Salvaje’. Tocamos el cielo europeo por cuarta vez en nuestra historia. Pero no es suficiente. España quiere más, queremos más.
Iremos a por ello.
Miguel Jiménez // @migueljh1
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