Regresa la emoción en la F1 - Gran Premio de Hungría 2024

Hacía mucho tiempo que sentarse a ver la F1, domingo tras domingo, no era un aburrimiento para los espectadores. El Gran Premio de Hungría ha sido trepidante de principio a fin, lleno de emociones y con varias sorpresas. Los días de dominio apabullante de Max Verstappen y Red Bull terminaron hace unas cuantas carreras, pero este fin de semana he terminado de recordar porque me gusta la F1.


Todo comenzó el sábado, cuando desde la clasificación, marcada por la lluvia, hubo acontecimientos que solo serían una pequeña muestra de lo que estaba por venir. Directamente, en la Q1 se quedaron fuera George Russell, siendo fiel a su irregularidad, y 'Checo' Pérez, el cual sufrió un accidente. El mexicano atraviesa un momento terrible. Empezó de manera brillante el Mundial, con cuatro podios en las cinco primeras carreras, solamente superado por su compañero de escudería. Desde entonces, lleva ocho carreras consecutivas sin subirse al podio y no finaliza entre los cinco primeros desde el Grand Prix de Miami, hace más de dos meses.

En la Q2, cerca estuvo de ocurrir la segunda sorpresa del día. Hamilton, uno de los indudables protagonistas de la carrera, estuvo, literalmente, a una centésima de no entrar en la Q3. Amenazaron con quitarle el décimo puesto Bottas, Albon y Hülkenberg, el que más cerca estuvo, pero finalmente no pudieron batir el tiempo del piloto británico. Para finalizar, en el momento cumbre de la Q3, un accidente de Tsunoda detuvo en seco el tiempo de la clasificación. El principal perjudicado fue Fernando Alonso, que venía haciendo su mejor vuelta cuando ondearon la bandera roja. La espera en el pit lane fue lo suficientemente larga como para entorpecer cualquier intento tras la reanudación. A pesar de que restaran algo más dos minutos, el estado de la pista no permitió mejoras.

El domingo no hubo que esperar mucho para ver acción y polémica. Piastri, Norris y Verstappen entraron en paralelo en la primera curva, y, lógicamente, no había hueco para los tres. Verstappen, que iba por la trazada exterior, se salió de la pista para poder girar, colocándose segundo entre los dos McLaren. Rápidamente mostró su faceta de mal perdedor, preguntando de manera sarcástica qué desde cuando se puede empujar a un coche fuera de la pista. La realidad es que frenó tarde para aparentar que tenía ganada la posición, pero no fue así. Nada más abrirse una investigación respecto al adelantamiento, Red Bull le dijo a Max que cediera la posición, a sabiendas de que una sanción de cinco o diez segundos sería más perjudicial. A pesar de su descontento, hizo caso sin rechistar para continuar con la carrera. Sin embargo, esa parte de su personalidad, que le hace perder los nervios en las disputas de uno a uno, también le condenaría más tarde.

La estrategia cobró más peso que nunca en esta carrera. La mayoría comenzó con neumáticos medios, solo los Aston Martin arriesgaron, de manera errónea, con neumáticos blandos. Las altas temperaturas aumentaron la degradación de los neumáticos, por lo tanto, en la octava vuelta hasta siete pilotos habían cambiado a neumático duro, imitando a Russell y Pérez. Ambos comenzaron con duros para hacer una tirada larga y retrasar lo máximo posible la entrada a boxes, una estrategia que funcionó. Comenzaron por detrás del decimoquinto lugar y terminaron entre los ocho primeros. Poco tardarían las cabezas de carrera en seguir los mismos pasos.

Hamilton, tras casi pasar de quinto a segundo, aprovechando la disputa entre los tres primeros y el paupérrimo arranque de Carlos Sainz Jr., entró a boxes para lanzar un undercat a Verstappen y Norris, a la vez que protegerse de los Ferrari. Solamente McLaren estaría atento para defenderse del ataque de Mercedes, mientras que Red Bull reaccionó tarde durante toda la carrera. Para cuando quisieron cambiar neumáticos, se habían comido el undercut de Mercedes y Verstappen salía a pista por detrás de su archienemigo en 2021. Y hay que mencionar dicha rivalidad, porque de la vuelta 22 en adelante ambos pilotos nos regalaron una lucha que por momentos nos hizo recordar a aquel mundial, el último verdaderamente disputado.

El siete veces campeón del mundo casi consigue robarle el protagonismo a Piastri en su primera victoria en un Gran Premio de F1, porque supo defenderse durante más de 40 vueltas de las amenazas constantes de Leclerc, pero sobre todo de Verstappen. Mercedes nuevamente se adelantó, realizó antes la segunda parada y segunda vez que los estrategas de Red Bull perjudicaron al actual campeón del mundo, algo que Max no dejó pasar por alto y recriminó a través de la radio. De esta manera, Hamilton, con un ritmo evidentemente inferior a sus competidores, consiguió mantenerse dentro del podio hasta el final de carrera. De todas formas, parecía inevitable el adelantamiento del holandés.

El británico, demostrando porque es uno de los mejores de la historia, defendió con uñas y dientes su posición. Verstappen intentó todo tipo de adelantamientos; en curva y en recta, por el interior y por el exterior. No había manera, Hamilton no estaba dispuesto a ceder. Incluso cuando en una curva parecía que Max le pasaba por fuera, ligeramente abrió un poco de más su trazada para obligarle a frenar o a que se salga de la pista. Toda una pillería, de esas que el holandés también ha realizado muchas veces, pero que no le sientan muy bien cuando utilizan esos mismos trucos contra él. No tardó en mostrar nuevamente su enfado por radio, una queja en la que hasta su propio equipo le llevó la contraria.

Lewis forzó la maquinaria al máximo hasta que logró su objetivo. Parecía que solo un error de su rival podría salvarle, y así fue. A la salida de la recta principal, a falta de siete vueltas e instantes más tarde de lo narrado con anterioridad, consumido por la desesperación y la indignación, Verstappen frenó tarde para meterse forzosamente por el interior. Hamilton abrió su trazada y cuando vio que el piloto de Red Bull se había pasado de frenada, frenó para dejarlo pasar de largo, con la buena suerte de que este pisó ligeramente su rueda delantera izquierda y salió por los aires. Max tuvo la fortuna de caer con las cuatro ruedas y poder reincorporarse fugazmente a la pista, pero ya era tarde para meterse en el podio. Tuvo que conformarse con el quinto puesto, en un día donde la inoperancia de su equipo y su inmadurez le condenaron.

Hasta ahora parece que los protagonistas sean otros, pero de ninguna manera podemos pasar por alto el gran vencedor del fin de semana, McLaren. Sin quedar exentos de polémica y decisiones controvertidas, por primera vez este año, la primera línea de la parrilla se tiño de naranja; pole position para Lando Norris, seguido de Oscar Piastri. Sin embargo, el equipo no estableció una estrategia para la salida y estuvieron cerca de pagarlo caro. En vez de hacer como Mercedes en el GP de Gran Bretaña, donde el segundo forma fila detrás del primero, asegurando una salida limpia de ambos y protegiendo respectivas posiciones, Piastri quiso adelantar por el interior en la primera curva. Casi acaba contra el muro amarillo que separa la pista del pit lane, además de que forzó que Norris perdiera posición. Afortunadamente para McLaren, el adelantamiento de Max no era legal y devolvió la posición, pero un equipo que aspira competir por un Mundial no puede cometer estos errores.

La falta de unidad que mostraron al principio, fue la que sí quisieron mostrar al final. Nos situamos en la segunda mitad de la carrera, donde McLaren lanza un undercut de Norris sobre su propio compañero para proteger a ambos ante la posible amenaza de Verstappen. El equipo quería que después de la parada en boxes Norris le devolviera la primera posición a Piastri inmediatamente, pero este siguió hacia adelante con la esperanza de que el australiano cometiera un error que le permitiera acabar primero sin desobedecer órdenes de equipo. A falta de tres vueltas y con la amenaza de Verstappen disipada, el equipo le mando un mensaje claro y contundente a Norris: "La manera de ganar un campeonato no es tú solo, es con tu equipo y con tu compañero. Vas a necesitar a tu equipo y vas a necesitar a Oscar". Finalmente, el británico cedió y Piastri pudo coronarse por primera vez como campeón de un Gran Premio. Una decisión que da para hablar, quedando en tela de juicio las aspiraciones y la mentalidad competitiva de la escudería.

Empecé a ver la F1 gracias a mi padre y me enganché con los Mundiales de inicio de la década pasada. Con el reinado de Lewis Hamilton y el posterior dominio de Max Verstappen, seguir las carreras perdió parte de su encanto. 2021 quedó como una efímera llamarada en medio de las cenizas, pero los últimos acontecimientos alientan a creer que el fuego, la emoción y la expectación por ver a los mejores pilotos del mundo detrás del volante ha vuelto para quedarse.

Luca Ortiz // @lucacho999

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