Carolina Marín: En las buenas y en las malas

Año 2024, sociedad enganchada a las redes sociales y tecnología, donde parece que solo se valora el ganar, escribiendo desde el anonimato mientras se ve la televisión desde el sofá, una sociedad encaminada a buscar logros rápidos, olvidándonos del proceso, sin disfrutarlo ni valorarlo, sin pensar que los demás también compiten y que el mero hecho de entrar entre los mejores, ya es un logro para cualquier deportista profesional.


En estos Juegos Olímpicos de París 2024, queda mas que demostrado en cualquier publicación de alguna red social o periódico deportivo,  cómo se menosprecia a cualquier deportista que quede del cuarto puesto para abajo, sin valorar lo que supone clasificarse para unas olimpiadas, sumado a la presión que genera en algunos deportes minoritarios sin prensa, que pasan de cientos de personas en la grada, a tener a todo su país esperando una gran gesta, incluso aficionados que ven ese deporte sólo en año olímpico.

Otro factor que olvidamos cometiendo un gran error, es pensar que estos deportistas tienen la vida resuelta, y la mayorÍa han de tirar de las becas y patrocinadores para intentar tener las mejores condiciones para entrenar, además de unos ingresos que les permitan centrarse única y exclusivamente en su deporte, ganando sus competiciones y preparándose durante 4 años para poder brillar en el acontecimiento deportivo mas grande y con mas repercusión que hay.

Por eso, muchas veces los deportistas exitosos no saben realmente quien está a su lado de verdad, ni el verdadero cariño de la afición, porque mientras se gana, aparecerás entre aplausos, pero cuando pases una mala racha, los comentarios negativos y despectivos no dejaran de aparecer en redes sociales, programas de debate o prensa, sin importar lo ganado anteriormente.

Muchas veces olvidamos que deporte viene de deportividad, y mientras nos escandalizamos y queremos poner freno al acoso escolar, ¿qué creéis que hará un niño que ve a los adultos de su entorno riéndose y burlándose de los rivales? por eso es tan importante hacer un esfuerzo por transmitir empatía y deportividad, juntamente con memoria, para no caer en el menosprecio. 

Pero siempre hay unos pocos elegidos que se ganan el corazón de la gente, y una de ellas es nuestra The Special One de hoy, Carolina Marin, quien se lesionó cuando tenia encarrilada otra final olímpica, y en ese momento, su dolor fue nuestro dolor, su rabia fue nuestra rabia, su frustración también fue la nuestra... mientras que su decepción fue nuestro orgullo, orgullosos de contar con una deportista como ella, logre o no una medalla, gane o pierda un partido, ya que volver a verla recuperada y disfrutar jugando, valdrá mucho mas que liderar el medallero olímpico, porque los triunfos van y vienen, pero las leyendas perduran.

Carolina, una grandísima deportista representando a nuestro país, y respetada por sus rivales y afición tanto dentro como fuera de la pista, sin una mala palabra, sin un mal gesto, y ganándose el respeto de todos día tras día.

Una muestra de ese respeto ganado, fue el vivido en la ceremonia de entrega de medallas, dónde la jugadora de nacionalidad china, He Bing Jiao, subió a recoger su medalla de plata con un pin de la bandera española en honor a nuestra campeona, porque si, es y será siempre nuestra campeona.

Volviendo a la importancia del proceso, pocos deportistas tienen la capacidad de ilusionarnos tanto partido tras partido y competición tras competición, además de dejar clara su garra, constancia y valentía volviendo a lo grande tras cada lesión, y por si fuera poco, otro ejemplo más lo dejó claro en semifinales, levantándose tras la lesión e intentando seguir, hasta que no pudo más y se deshizo en unas lagrimas con su entrenador, lágrimas que nos partían el alma, pero mas que necesarias en ese momento. 


Por si fuera poco, luego conocimos el alcance de la lesión, rotura de ligamentos cruzado anterior de su pierna derecha y meniscos interior y exterior, un golpe duro para nuestra protagonista de hoy, pero conociendo su trayectoria y fortaleza tras sus otras dos lesiones de rodilla, esto no es mas que otra piedra en el camino de los elegidos a dejar huella, y volverá con toda su fuerza y calidad para dejar lo más arriba posible el nombre del bádminton tanto en nuestro pais como a nivel mundial.

Para hacernos una idea de su grandeza, en su carrera, en su palmarés cuenta con un oro olímpico, siete campeonatos europeos, un juego europeo, tres campeonatos mundiales y un subcampeonato mundial, pero no termina aquí, ya que por equipos ha sumado un subcampeonato europeo, y dos terceros puestos en el campeonato europeo, además de varios torneos importantes computables a nivel mundial para sumar la friolera de 39 títulos oficiales.

Casi nada para alguien que llega a la élite de un deporte sin tradición en su país, pero que ha sido capaz de llevarlo a lo más alto y que en todos los rincones de España, asociemos el bádminton a Carolina Marin.

Desde The Special One, te deseamos una buena y pronta recuperación, llena de aprendizajes en el camino y futuros éxitos tanto a nivel deportivo como personal, porque el éxito no es solo salir con una medalla de oro, el éxito es llegar al corazón de los demás y dejar tu nombre en los libros de historia, en este caso, historia del bádminton y del deporte español, y eso Carolina, lo tienes mas que logrado.

¡MUCHA FUERZA CARO! 

¡NUESTRA CAMPEONA!



David Aguilar // @90.sink.11 


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