Rudy Fernández o el camino de una Leyenda
Con la eliminación de los Juegos Olímpicos de París 2024, y tras la peleada derrota de España frente a Canadá en la última jornada de grupos, también llegó lo que todos esperábamos, pero deseábamos retrasar todo el tiempo que fuera posible: La retirada de Rudy Fernandez del baloncesto profesional.
Como nota personal diré que, echando la vista atrás y ahora
con la página en blanco que es este artículo, se torna cuanto menos curiosa la
sensación de que Rudy Fernandez ha formado parte de toda mi etapa madura en más
de un aspecto, pues al tener la misma edad, sus comienzos en el baloncesto de
élite y su retirada han coincidido en los momentos de más exigencia y,
paulatinamente, el uso de la experiencia y declive de minutos, siempre salvando
ese abismo existente entre su legendaria carrera y el modesto (y amateur) juego
que el servidor ha disfrutado.
De hecho, hagamos una cosa: como cualquiera podría buscar en
Wikipedia o Youtube la información dedicada a su historia, números o hitos a lo
largo de sus años como profesional, hoy os pediré que me acompañéis a través
de las sensaciones que he ido teniendo durante cada una de las etapas de la
carrera del 3 veces medallista olímpico español.
ESPERANZA:
Cuando empiezas a oír de ese jugador de 18 años al que Aito
García Reneses le da una oportunidad y luego un hueco importante en el Joventut
de Badalona, no te planteas que Rodolfo Fernández Farrés ha nacido en Mallorca,
que sus padres y hermana eran jugadores profesionales o que Manel Comas ya le
había echado el ojo haciéndole debutar un año antes.
Cuando ves que el número 5 empieza a despuntar es cuando tu
sientes que en tu equipo tienes que apretar el acelerador, porque sí que se
puede llegar allí. De que con trabajo y centrándote en el baloncesto, con un
poco de suerte en algún partido alguien te ve y todo cambia.
Ves que en esa misma temporada de 2003-2004 Rudy es MVP de
la Copa del Rey y que una ya prometedora Selección Española le invita a sus primeros
Juegos Olímpicos en Atenas. Ves que, tal y como le gustaba inculcar a Aito, la
defensa, la anticipación y la presión son tan importantes como cualquier
aspecto ofensivo, y este novato comenzaba a ser una amenaza en la cancha tanto
por sus puntos como por sus robos por partido.
Esta época de esperanza no solo se reducía a un “si él
puede, yo también puedo”. Si no que se iba extendiendo a unas expectativas
sobre el jugador, porque se iba apreciando que este chico tenía algo muy
especial. Un descaro frente a las defensas más expertas y una fijación por el
aro que no formaban parte del baloncesto nacional por aquel entonces. Por
supuesto, los grandes clubes ya le empezaron a echar el ojo, la Selección
Española conquistó El Mundo en Tokio y fue entonces cuando el gran sueño de
todo jugador se hacía realidad: había sido seleccionado por Phoenix con el
número 24 del Draft de la NBA y probaría suerte “al otro lado del charco”.
LA MIEL NO ESTÁ HECHA PARA LA BOCA DEL ASNO:
En junio de 2008 el mallorquín firma contrato con los
Portland Trail Blazers de su compañero y amigo, Sergio Rodriguez, llegando a la
franquicia de Oregón tras un barato traspaso con los Suns. Dos meses después,
Mr.Fernández hacía un mate en la cara de Dwight Howard en la final de
baloncesto más épica jamás televisada. Todo para, además, marcar su debut
frente a los Grizzlies de Gasol. En ese momento había 3 españoles en una pista
NBA, y yo lo repetía delante de la pantalla
“Hay 3 españoles juntos en el Staples Center”
Esa noche, nuestro protagonista jugó 28 minutos y anotó 16
puntos. ¡Esto pinta muy pero que muy bien! Además, la conexión con el Chacho
comenzaba a ser un espectáculo constante para los expectadores del Rose Garden.
The Spanish Connection volvía loco al aficionado Blazer y en los
entrenamientos estos dos aprovechaban para liarla enseñando un dudoso idioma
español a sus compañeros, con los que se echaban unas risas al descubrir su
significado.
La contraparte de esta historia tiene nombre propio, pues el
entrenador Nate McMillan no terminó de encontrar el fruto de esta conexión de
españoles o sacar el máximo partido de la explosividad y capacidad de inventiva
que le había llegado del oeste de Europa. De modo que, poco a poco ambos fueron
relegados a tareas mas secundarias y disfrutar de menos minutos en la
franquicia.
Tal y como contaba Rudy en una reciente entrevista, el ahora
exjugador se arrepiente de no haberse hecho más caso a sí mismo y a Pau Gasol
en esa etapa de su vida, en la que la situación requería paciencia. Todo su
entorno le animaba y pedía que demostrara, que sobresaliese rápido. Lo que
propició que, con ánimo de no perder la oportunidad y el puesto, el alero de
1.96m se fuera especializando más a tiros perimetrales y fuera mucho más
comedido en sus impulsos de penetración en la pintura (aunque los alley oops
con el Chacho eran la excepción que a todos nos hacía saltar).
Además de eso, alguien le convenció de participar en el
concurso de mates del All Star, y esto nos lleva a los siguientes sentimientos:
VERGÜENZA e INJUSTICIA:
Ese año la audiencia votaría a uno de los 3 novatos que se
apuntaron al concurso, los cuales tendrían que pedir el voto a través de unos
videos. Pues bien, Rudy fue el campeón con más de 251.000 votos, seguido por un
tal Russell Westbrook (147.000) y Joe Alexander (114.000).
Y es que el hecho de desbancar a Russ del concurso de mates
no fue lo más inusual de todo. Lo fue su video solicitando su elección
canturreando en un más que chapucero inglés. A los americanos les encantó, pero
mientras a mi me saltaban todas las alarmas, porque este tío se había ido a la
NBA sin hablar ni papa del idioma y, cuando comenzó el recorte de minutos y
responsabilidades en el equipo, solo me venía a la cabeza que todo se le haría
más cuesta arriba sin poder entender o expresar las circunstancias en su
trabajo.
Por cierto, el vídeo con la “guitarrita” no tiene desperdicio.
Aquí el link: NBA Sprite Slam Dunk 2009 Vote for me!
No se si lo recordáis, pero ese fue uno de los concursos de mates más raros que he visto, dando como ganador a Nate Robinson (1.70m de altura), dejando fuera a un muy competitivo Fernández en primera ronda, enfundado en una camiseta conmemorativa de Fernando MARTÍN, mientras que los comentaristas estadounidenses aplaudían el gesto de llevar el nombre de Ricky Martin como buen latino.
De lo más esperpéntico, disparatado, vergonzoso e injusto que se ha podido apreciar en una televisión … y eso que eran las 4 de la mañana y a esas horas todos los gatos son pardos.
TRANSFORMACIÓN Y MADUREZ:
Para ese entonces, yo ya había tenido varios trabajos y me encontraba frente a mi primer trabajo “definitivo”. Ese empleo en el que comienzas a basar tus gastos y tus planes de futuro, y entonces comprendes que tienes que ser eficaz, constante, forjar unas conexiones laborales y que, al igual que le pasó a nuestro protagonista, tienes que ir definiendo tu futuro.
Rudy siguió los pasos de Sergio Rodriguez al marcharse
durante el Lockout al Real Madrid. En principio algo temporal… hasta que al año
siguiente su espalda volvió a sembrar las dudas en su nueva franquicia, Denver,
y tuvo que volver.
Esta época supuso uno de los retos físicos y psicológicos más grandes de toda su carrera. Un reto que le ayudó a transformar su juego, madurar y encontrar su sitio, formando dos nuevas familias: una en el vestuario del conjunto merengue y otra en la intimidad tras comenzar su relación con Helen Lindes, con la que actualmente tiene dos hijos.
LIDERAZGO:
Hay varios aspectos a lo largo de la vida que requieren de
tu liderazgo, tales como dirigir un trabajo durante la carrera, ponerte al
frente de un proyecto o un nuevo puesto en tu trabajo, o incluso tomar la
responsabilidad en tu equipo de baloncesto amateur en el que todo el mundo
necesita de tus habilidades (en mi caso, pasé de ser un jugador muy ofensivo a
encontrar mi valor en la eficiencia defensiva, muy al estilo del Coach
Reneses).
En Madrid, Rudy fue cogiendo galones. Haber compartido 666
partidos con Llull durante toda su carrera, 545 con Felipe Reyes y 487 con el
Chacho hace buenos mimbres para que el liderazgo comience a surgir.
Cierto es que el 5 no formaba parte de los Juniors de
Oro, pero sí que se ha criado con ellos. Ha ganado con ellos. Compartir veranos
con Juan Carlos Navarro, los Gasol, Raül López, Calderón y compañía forjaba el
carácter. El ansia de competición, el conocer como un EQUIPO (con mayúsculas)
se forma y se mantiene a través de la confianza y del trabajo constante sin
duda han acabado por forjar el carácter y el tono de liderazgo que Rudy acabó
practicando, y el que sus 29 títulos de club y 12 medallas con la selección
pueden atestiguar.
Es inevitable no tratar de emular este liderazgo en tu día a día, y es por eso que tanto en el pasado como el presente, yo también veo como pilares de un equipo de trabajo cualidades como la confianza, la diversión y el esfuerzo individual. Siendo que, si faltase cualquiera de ellos, la excelencia no sería posible.
En el caso de la Selección Española, el ahora Maestro
Fernández ha sabido transmitir el legado a los más jóvenes sobre lo importante
que es mantener unida a “La Familia”.
COMPRENSIÓN:
Es curioso como las apreciaciones respecto a la carrera de Rudy se van solapando, haciendo que se tenga conceptos tan diferentes de la misma persona a lo largo de todos estos años. Hay figuras del deporte del que su nombre generan un sentimiento único dependiendo del receptor: Michael Jordan es Inhumano, ¡Ganador!, mientras que Cristiano Ronaldo es GOL, entrenamiento y dedicación, Messi es talento puro y magia o Kobe que es en mi caso admiración, superación y legado.
Gracias a que ha sido un personaje tan contemporaneo, a Rudy
lo he sentido mas “mortal”. No tan alejado de las leyendas tanto en la edad
como en la proximidad y naturalidad que siempre ha demostrado. Gracias a ello
ahora puedo entender mejor por qué él es como es, cuales han podido ser sus
motivaciones, sus miedos o incluso sus reacciones, y es una sensación muy
reconfortante.
De hecho, a esta última etapa la llamaré Comprensión y
Reconocimiento, pues a partir de ahora Rudy Fernández ha pasado de jugador a
Leyenda.
- Javier Navarro / @xoponos -
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