El City en crisis. La peor racha de Pep como entrenador
El Manchester City sufrió este sábado en el Etihad Stadium su peor derrota bajo la dirección de Pep Guardiola. El 0-4 ante el Tottenham no solo fue un golpe contundente para el equipo, sino que también marcó la quinta derrota consecutiva de los citizens, un hecho insólito en la carrera del técnico español. Con una defensa desordenada y varias bajas claves, el City no pudo frenar a un Tottenham imparable.
La falta de Rodri fue, sin duda, el mayor golpe para el Manchester City. El mediocentro español, lesionado para toda la temporada, estuvo presente en el estadio, pero solo como espectador. Presentó su Balón de Oro. Guardiola había advertido de antemano que Rodri era “insustituible”, y este partido fue la prueba palpable de su ausencia. Sin él, el City perdió control en el centro del campo, y la defensa se vio vulnerable ante las rápidas transiciones del Tottenham. Además, las bajas de Ruben Dias, por lesión, y Kyle Walker, no en su mejor estado físico, expusieron aún más las carencias del equipo local.
A pesar de no ser dominadores del balón, el Tottenham mostró una eficacia letal. El primer gol llegó temprano, cuando Gvardiol, un habitual en la construcción de jugadas de ataque, cometió un error fatal. El croata perdió el balón cerca del área y Kulusevski asistió a Madison, quien no perdonó. A los 23 minutos, otro error de Gvardiol dejó a Madison libre para anotar el segundo gol. La fragilidad defensiva del City fue evidente, y el Tottenham aprovechó cada oportunidad con precisión quirúrgica. En la segunda mitad, Porro hizo el 0-3, y ya en el descuento, Johnson cerró la goleada con el 0-4 definitivo.
El Manchester City es reconocido por su habilidad para dominar la posesión del balón, pero en este partido quedó claro que la verdadera clave de su éxito radica en la presión y agresividad con la que juega sin balón. Rodri, Walker, Dias, e incluso Bernardo Silva han sido los pilares de esa intensidad defensiva, pero en su ausencia, el equipo perdió esa chispa. Los delanteros, liderados por Haaland, se vieron atrapados en un ciclo de ansiedad. A pesar de generar 23 remates, el City no logró concretar ni uno solo, mientras que el Tottenham, con solo nueve disparos, fue mucho más efectivo.
Al final del partido, Guardiola no ocultó su preocupación. “La excepcionalidad no es eterna”, reconoció, aludiendo a la racha de victorias que había caracterizado al City en los últimos años. Sin embargo, también destacó que la fragilidad del equipo no es solo una cuestión de lesiones, sino de cómo pequeños detalles pueden marcar la diferencia. “Somos frágiles porque las lesiones nos han dejado en una situación en la que cualquier mínimo error nos penaliza”, explicó el entrenador.
Además de la crisis deportiva, el Manchester City también enfrenta un conflicto legal con la Premier League. El club está bajo investigación por presuntos incumplimientos del fair play financiero, lo que podría derivar en un descenso administrativo si se prueban las acusaciones. Esta situación añade más presión a un equipo que, tras años de dominio en la Premier, se ve sumido en la incertidumbre. Eso sí, como noticia positiva y sorprendente, Guardiola que los rumores le ponían lejos del City, renovó por 2 años más.
Comentarios
Publicar un comentario