De la PlayStation a las pistas: La historia de Jann Mardenborough

La historia de Jann Mardenborough es una de las más inusuales y sorprendentes en el mundo del automovilismo. Un joven apasionado por los videojuegos, que pasó de jugar Gran Turismo en su PlayStation a competir en carreras reales de alto nivel. Su trayectoria inspiró la película Gran Turismo (2023), aunque, como en cualquier adaptación cinematográfica, hay diferencias clave entre la realidad y la ficción.


Jann Mardenborough nació en 1991 en el Reino Unido y, como muchos jóvenes de su generación, creció jugando videojuegos. Su amor por el automovilismo no nació desde el karting, como suele ser el caso de la mayoría de los pilotos profesionales, sino desde su consola. Pasaba horas perfeccionando su técnica en Gran Turismo, el icónico simulador de carreras de PlayStation.

En 2011, su vida cambió cuando decidió participar en la GT Academy, un innovador programa organizado por Nissan y PlayStation. Este evento tenía como objetivo encontrar a los mejores jugadores de Gran Turismo y darles la oportunidad de entrenar como pilotos reales. Contra todo pronóstico, Jann se impuso entre más de 90,000 participantes y ganó la competición. 


La GT Academy fue un programa creado en 2008 por Nissan y PlayStation para encontrar a los mejores jugadores de Gran Turismo y convertirlos en pilotos de carreras reales. La idea era revolucionaria: tomar a personas sin experiencia en el automovilismo profesional y, a través de un entrenamiento intensivo, prepararlos para competir en eventos reales. El programa tenía 4 fases: 

Fase 1: Clasificación en línea

La primera etapa de la GT Academy consistía en una serie de desafíos en Gran Turismo 5, donde los jugadores tenían que marcar tiempos perfectos en diferentes circuitos y condiciones. De más de 90,000 participantes, solo los mejores fueron seleccionados para la siguiente ronda.

Fase 2: Evento en vivo en Silverstone

Los finalistas fueron llevados al famoso circuito de Silverstone, donde debían demostrar que no solo eran buenos en un videojuego, sino que podían adaptarse a la conducción real. La competición incluyó varias pruebas:

Habilidad al volante en coches reales (Nissan 370Z y GT-R)
Pruebas físicas y de resistencia
Pruebas de estrategia y adaptación a las carreras
Desafíos en simuladores avanzados

Aquí fue donde Mardenborough sorprendió a los jueces. Aunque otros finalistas tenían más experiencia en coches reales, él demostró una capacidad excepcional para adaptarse a la conducción de alto rendimiento. Su precisión, control del vehículo y capacidad de aprendizaje le dieron una ventaja sobre los demás.

Fase 3: Carrera final

En la última prueba, los mejores aspirantes se enfrentaron en una carrera real en Silverstone. Este fue el momento decisivo, ya que no solo se trataba de velocidad, sino de inteligencia en la pista, estrategia y manejo de la presión.

Jann Mardenborough ganó la carrera y se convirtió en el campeón de la GT Academy 2011. Su victoria le otorgó un contrato con Nissan para competir en las 24 Horas de Dubái 2012, marcando así el inicio de su carrera profesional.


Lo más impresionante de su historia fue la rapidez con la que se adaptó al automovilismo real. En menos de un año, pasó de jugar en su habitación a competir en una carrera de resistencia contra pilotos profesionales en Dubái. En su primera participación, logró un tercer puesto en su categoría, demostrando que su talento era real.

A partir de ahí, su carrera despegó rápidamente:

2013: Corrió en la European Le Mans Series y en las 24 Horas de Le Mans, donde terminó tercero en la categoría LMP2.
2014-2015: Participó en la GP3 Series, considerada una de las categorías previas a la Fórmula 1.
2016 en adelante: Compitió en el Super GT en Japón, convirtiéndose en un referente en la escena del automovilismo asiático.


La película Gran Turismo (2023), dirigida por Neill Blomkamp, se basa en la historia de Jann, pero con varias modificaciones para dramatizar su camino al éxito:

1. El mentor ficticio: En la película, el personaje de Jack Salter (interpretado por David Harbour) es un mecánico convertido en coach de Mardenborough. En la vida real, Jann fue entrenado por un equipo de Nissan y ex pilotos profesionales, sin la presencia de un mentor tan centralizado.

2. El accidente trágico: La película retrata un accidente devastador en el circuito de Nürburgring en el que Mardenborough sale ileso, pero en la realidad este incidente ocurrió en 2015, mucho después de su debut. Además, lamentablemente, en ese accidente murió un espectador, un hecho que no se profundiza en la película, se menciona por encima. 

3. El romance: En la película, Jann tiene una historia de amor ficticia que no formó parte de su vida real en esa etapa de su carrera.

4.  La narrativa de superación: Aunque Jann sí enfrentó el escepticismo de la comunidad del automovilismo, la película exagera la tensión dramática entre él y los otros pilotos tradicionales. En la realidad, su ascenso fue rápido, pero con altibajos naturales del deporte.


Hoy en día, Jann sigue compitiendo y demostrando que su éxito no fue casualidad. Su historia ha abierto la puerta a más programas de detección de talento en simuladores y ha inspirado a una nueva generación de gamers y aspirantes a pilotos.

A pesar de su impacto en el automovilismo, la GT Academy dejó de realizarse en 2016. Aunque el programa demostró que los sim racers podían convertirse en pilotos reales, Nissan decidió redirigir sus esfuerzos hacia otras competiciones, como la Fórmula E y el Super GT, dejando de lado este innovador sistema de reclutamiento.

Otro factor en su desaparición fue la dificultad de algunos ganadores para mantenerse en la élite del automovilismo. Si bien Jann Mardenborough logró consolidar su carrera, no todos los pilotos provenientes de la GT Academy pudieron adaptarse con éxito a la exigencia de las competiciones profesionales.


En paralelo, el auge de los esports llevó a PlayStation y Gran Turismo a enfocarse en la Gran Turismo World Series, un campeonato de sim racing con reconocimiento internacional, pero sin la conexión directa con el automovilismo real que ofrecía la GT Academy.

Aunque el programa terminó, su influencia sigue presente. Otras marcas han adoptado modelos similares para buscar talento en los simuladores:

- McLaren Shadow Project, un programa que permite a los mejores sim racers unirse a su equipo de esports y probar coches reales.
- F1 Esports Series, donde los mejores jugadores han sido contratados por equipos de Fórmula 1 para trabajar en simuladores y, en algunos casos, realizar pruebas en pista.
- Toyota GR GT Cup y Le Mans Virtual, competiciones que integran el sim racing con el automovilismo tradicional.


¿Podría volver la GT Academy?

Si bien Nissan no ha mostrado interés en revivir el programa, el concepto de descubrir talento a través de los simuladores sigue vigente. Con el avance de la tecnología y la creciente conexión entre el sim racing y el automovilismo real, es probable que en el futuro surjan nuevas iniciativas inspiradas en la GT Academy.

La historia de Jann Mardenborough y su increíble salto de los videojuegos a las pistas sigue siendo un referente, demostrando que, con el entrenamiento adecuado, los gamers pueden convertirse en pilotos profesionales. ¿O no?

Post Carlos LZ // @Carlos_LZeledon

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