El orgullo y la garra sudamericana
A fecha 20 de junio de 2025, previo al enfrentamiento entre Flamengo y Chelsea, el balance de los equipos pertenecientes a la CONMEBOL en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA es de 5 victorias y 3 empates. A pesar de haberse enfrentado a PSG, Borussia Dortmund, Benfica o Porto, entre otros, no conocen la derrota en lo que va de competición.
La guinda al pastel ha sucedido en el último partido. PSG vs Botafogo, el actual campeón de la UEFA Champions League contra el actual campeón de la CONMEBOL Libertadores. La última victoria de un equipo sudamericano, en un torneo oficial de la FIFA, ante un equipo europeo, databa de diciembre de 2012, cuando el Corinthians se proclamó campeón intercontinental derrotando al Chelsea. Casi 13 años después, ha sucedido de nuevo. Con un gol aislado de Igor Jesus, una de las estrellas del equipo 'carioca', el Botafogo derrotó por la mínima al mejor equipo del mundo actualmente. El propio Luis Enrique declaró en rueda de prensa que ha sido la mejor defensa que han enfrentado en toda la temporada.
Renato Paiva, el técnico 'alvinegro', apostó por un bloque medio, poblando el centro del campo, un marcaje intenso y algún intento esporádico de presión alta. La consigna era sencilla y práctica, transicionar nada más recuperar la posesión para aprovechar los espacios que deja en defensa el club parisino cuando realizan ataques posicionales. De esta manera, llegaría el gol pasada la media hora del encuentro. El PSG lo intentó de todas las formas posibles: remates lejanos, ataques posicionales, centros laterales, balón parado, juego combinado, en transición,... nada importó, la labor defensiva de 'O Glorioso' fue impecable desde el principio hasta el final.
Con esta situación, los aficionados del fútbol nos hacemos una pregunta: ¿la brecha entre el fútbol europeo y sudamericano es menor de los que nos pensábamos o los resultados se deben a que los equipos europeos no están dando importancia a la competición?
Ninguna es completamente correcta, ni tampoco totalmente errónea; ambas forman parte de la ecuación. En primer lugar, muchos seguidores del fútbol europeo están desactualizados de lo que sucede al otro lado del Atlántico. Desde hace muchas décadas, gracias a la internacionalización del deporte rey, entrenadores y formadores de gran nivel viajan a Brasil o Argentina, entre otros países del continente, para realizar una grandiosa labor y causar un verdadero impacto en el fútbol local. No solamente ellos, los recursos, las instalaciones y, en general, la estructura interna, a pesar de no estar a la altura de los europeos, han mejorado drásticamente.
Por último, históricamente, grandes jugadores deciden irse a las ligas sudamericanas en la etapa final de su carrera futbolística. El caso más reciente es el de Thiago Silva, que ha cambiado por completo el estatus reciente del Fluminense. Otro ejemplo es Memphis Depay, que a pesar de su relativa juventud, fichó por Corinthians para relanzar su carrera y está siendo toda una sensación en la liga brasileña. Este tipo de incorporaciones aportan un valor añadido a los equipos sudamericanos, tanto a nivel futbolístico como en cuanto a la repercusión mediática que supone y los ingresos consecuentes.
Por el contrario, resulta más que evidente la diferencia de mentalidad e intenciones con la que han aterrizado en tierras estadounidenses unos equipos y otros. Por parte de los jugadores de las ligas europeas, llevan un año envueltos en el ruido del debate de si el torneo es importante o no, que si el calendario está saturado o si se trata de un invento de la FIFA. Un ambiente de estas características condiciona de manera severa la percepción que uno tiene del torneo. Flamengo, Botafogo, Fluminense, Palmeiras, River Plate y Boca Juniors, sin embargo, tienen las ideas muy claras: reivindicar el fútbol sudamericano. Y tanto que si lo están haciendo. A base de pasión, intensidad y buen fútbol, están poniendo contra las cuerdas a los considerados como los mejores equipos del mundo. Tanta es la voluntad de enaltecer el honor del fútbol sudamericano, que la victoria del Botafogo está siendo celebrada a nivel global entre los fanes sudamericanos.
Otro factor que está siendo mencionado, pero que es necesario matizar, es la carga de partidos que tienen unos equipos y otros. Desde luego que el momento de la temporada para cada uno es distinto. Los equipos UEFA están al final de la temporada y disfrutarán de sus vacaciones después del Mundial. Los equipos CONMEBOL están a mitad de temporada, habiendo podido disfrutar de sus vacaciones a principio de año. Sin embargo, al contrario de lo que bastantes puedan pensar, la carga de partidos no varía en exceso. Realizando la comparativa entre el campeón de ambos torneos continentales, en este momento, desde agosto de 2024 el PSG ha disputado 60 partidos oficiales (37 en 2025) y el Botafogo 62 partidos (35 en 2025).
Independientemente de lo que ocurra en la fase del K.O., los clubes sudamericanos han cumplido con creces con su misión. Han superado las expectativas de la amplia mayoría, están regalando los mejores partidos, el mejor espectáculo y las mejores historias. Probablemente, acabe coronándose como campeón un europeo, pero por el camino caerá eliminado más de uno a manos del orgullo y la garra sudamericana. De momento, el pase a la siguiente ronda de equipos como Porto, Atlético de Madrid, Benfica, Inter de Milán y Dortmund peligra.
Para finalizar, destacar también la labor de los equipos CONCACAF. Monterrey, con Sergio Ramos a la cabeza, logró rascar el empate contra el actual subcampeón de Europa, el Inter de Milán. El Inter de Miami hizo historia, con un gol impresionante de libre directo de Leo Messi ante el Porto, al convertirse en el primer equipo de su confederación en derrotar en competición oficial a un equipo europeo.
Veremos qué nos depara finalmente la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Lo único que está asegurado es el debate, el espectáculo y el entretenimiento, que es lo que buscan los aficionados y lo que necesita el fútbol.
Luca Ortiz (@lucacho999)
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