Milan 25/26: reconstrucción total tras la caída

El Milan arranca la temporada 2025/26 desde un lugar insólito para un gigante europeo: sin competiciones europeas, después de un año catastrófico en el que ni Paulo Fonseca ni Sergio Conceição fueron capaces de enderezar el rumbo. Novenos en Serie A, fuera de todo… palabras que en San Siro todavía cuesta pronunciar en voz alta. La herida sigue abierta, y por eso mismo el club ha decidido romper con todo y empezar de cero.

Gerry Cardinale, máximo responsable del club, buscaba certezas y terminó mirando atrás. El elegido para el banquillo fue Massimiliano Allegri, que vuelve once años después de su primera etapa en el Milan. Aquel Allegri conquistó un Scudetto y una Supercopa; este Allegri, más curtido y pragmático, aterriza con la misión de rescatar el gen competitivo que se ha diluido entre tanto fracaso. Su receta: identidad italiana, solidez táctica y fichajes que mezclen experiencia y proyección.

San Siro ha sido este verano un laboratorio de cambio. El Milan fichó como nunca, vendió como siempre y acabó dándole la vuelta a la plantilla entera.

El fichaje más caro fue el suizo Ardon Jashari (36 millones), un centrocampista que debe ser presente y futuro. A su lado, Samuel Ricci (24M€) refuerza el músculo defensivo y Pervis Estupiñán llega desde Brighton para ocupar un lateral izquierdo que había quedado huérfano. El golpe mediático lo puso Luka Modric, libre del Real Madrid, que a sus 39 años todavía promete dar clase en la Serie A.

Arriba, los focos los acapara Christopher Nkunku, fichado por 45 millones desde el Chelsea para liderar el ataque. Completan la lista un grupo de jóvenes apuestas (De Winter, Athekame, Karaca) que representan el aire fresco de la reconstrucción.

Pero toda revolución tiene un coste. Theo Hernández, uno de los símbolos recientes, aceptó la millonada de Al Hilal. Tijjani Reijnders, motor del mediocampo, puso rumbo al Manchester City por 55 millones. Okafor, Calabria, Thiaw, Kalulu, Lazetic… nombres importantes que se marcharon dejando un vacío, aunque también una bolsa de ingresos récord.

El Milán fue el club italiano que más gastó en fichajes y también el que más recaudó en ventas. Una transformación total. Allegri arranca con una plantilla distinta, más joven, más creativa y con líderes renovados, pero también con la presión de hacerlo funcionar rápido. Sin distracciones europeas, el objetivo es tan claro como urgente: volver a la Champions.

La afición lo sabe. San Siro, acostumbrado a noches grandes, lleva tiempo hambriento de emociones. El Milan se juega mucho más que un buen año: se juega volver a ser respetado, volver a ser temido. Allegri tiene los mandos, y un plantel reconstruido a golpe de riesgo y esperanza.

El 25/26 no será una temporada cualquiera. Será la temporada en la que el Milan demuestre si de verdad está listo para resurgir de las cenizas o si el peso de la historia puede más que cualquier revolución.

Post Redacción TSO