André Onana y el renacer fuera del United

Pocos futbolistas han experimentado un contraste tan grande entre la gloria y la sombra como André Onana.


Tras ser considerado uno de los porteros referentes de Europa con el Inter de Milán, su llegada al Manchester United en 2023 fue vista como el movimiento perfecto para devolver la solidez al arco de Old Trafford. Pero el sueño se tornó en pesadilla: dos temporadas plagadas de errores, críticas feroces y una pérdida progresiva de confianza que lo convirtieron en uno de los fichajes más decepcionantes de la última década para los red devils.

Onana aterrizó en Mánchester con el cartel de héroe tras su brillante actuación en la final de Champions de 2023 con el Inter. Se esperaba que su juego de pies y su liderazgo marcaran una nueva era bajo Ten Hag, pero la Premier no perdona. En más de 100 partidos, cometió 22 errores que terminaron en gol, algunos de ellos en citas europeas decisivas. La grada perdió la paciencia, la prensa fue implacable y hasta viejos compañeros como Nemanja Matić llegaron a describirlo como “uno de los peores porteros en la historia del club”. La presión devoró su confianza, y con ella, su lugar en el once.


Tras su salida, Onana encontró refugio en el Trabzonspor. En Turquía ha renacido. Sin los focos abrasadores de Inglaterra y con un entorno más cálido, el camerunés volvió a disfrutar del fútbol. Recuperó su seguridad, su liderazgo y, sobre todo, su sonrisa. Sus actuaciones han devuelto puntos, y su figura se ha transformado en símbolo de redención. Lejos del ruido de Manchester, volvió a ser ese arquero valiente, técnico y temperamental que asombró a Europa con el Inter.


Lo de Onana no es un caso aislado, sino un síntoma de algo más profundo: un efecto dominó que parece perseguir al United en los últimos años. Viejos fantasmas que se repiten una y otra vez. Grandes talentos que llegan con ilusión y se marchan desbordados por la presión… solo para brillar lejos de Old Trafford.

Antony, por ejemplo, hundido por la crítica inglesa, ha vuelto a disfrutar en el Real Betis, donde su fútbol eléctrico y su confianza renacen partido a partido y es un símbolo en Sevilla.
Rasmus Højlund, incapaz de encontrar continuidad en los red devils, se ha reencontrado con el gol en el Nápoles, marcando en Champions con la naturalidad de quien ha vuelto a creer en sí mismo. Al igual que su compañero de equipo Scott McTominay, eterno tapado en Mánchester, hoy es pilar y capitán emocional en su nuevo club, donde aporta goles y carácter bajo la tutela de Antonio Conte.


Incluso Rashford y Greenwood parecen haber recuperado la sonrisa lejos de ese ecosistema tan volátil que se ha convertido en el United moderno. Todos distintos, sí, pero con un denominador común: la Premier puede darte la fama… o devorarte si no sabes sobrevivir a su vorágine.

Aun así, Onana nunca dejó de ser un competidor feroz. Fue el primer portero africano en disputar una final de Champions como titular, y llegó a detener 5 de los 12 penaltis que le lanzaron en la competición. En 2023, pese a las críticas, la UEFA lo incluyó entre los mejores guardametas del año. Obsesivo del detalle, se cuenta que en su etapa en el Inter escondía pequeñas notas en la media con los patrones de tiro de los rivales. Y tras su salida del United, muchos en Carrington admitieron que su profesionalismo jamás decayó, ni siquiera en los peores momentos.


La historia de André Onana no es solo la de un portero que cayó del pedestal; es la de alguien que no se rindió cuando todo el mundo dejó de creer. De la final de Estambul al ruido de Old Trafford, y del ruido a renacer en Turquía. Su viaje recuerda que el fútbol, como la vida, no se mide por las veces que caes… sino por las veces que te levantas, y en este caso, con los guantes puestos.

Post Carlos LZ

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