Commissioner's Cup, ¿realidad a corto plazo?
Por ese motivo, la idea que empezó a germinar hace ya algunos años entre La Comisión de la NBA y las diferentes franquicias de crear un torneo del “K.O” dentro del calendario de la temporada regular ha comenzado a ver sus brotes verdes este mismo año en la WNBA con la denominada “Commisioner’s Cup”. Torneo que ganaron las Seattle Storm y siendo cada una de las campeonas obsequiada con un premio de $30.000, además de un extra de $5.000 para Breanna Stewart como MVP de las finales.
Por supuesto que la idea
de un torneo paralelo durante el transcurso de la competición nos es familiar a
todos, pues queda claro que esta medida implantada en la liga femenina, y quién
sabe si masculina a corto plazo, ha sido inspirada por las competiciones que
tienen lugar tanto en el fútbol como el baloncesto Europeos, siendo un ejemplo
de ello la Copa del Rey española que cada año logra unas cotas de audiencia y
atención muy significativas por parte de los aficionados, además de generar
unos importantes ingresos en la ciudad que acoge tal evento. De hecho, esta
competición supone un llamativo escaparate para numerosos jugadores de la liga
a nivel internacional y, por ende, una gran oportunidad para las jóvenes
promesas de la ACB para revalorizar su candidatura y escalar algunos puestos en
la carrera por llegar a los puestos más altos del próximo sorteo del draft.
Pese a que aún no hay nada definido, si que hay varias propuestas e ideas con las que configurar esta nueva iniciativa en la liga norteamericana. De acuerdo con la información ofrecida por Shams Charania en “The Athletic”, algunas de estas propuestas serían que el torneo tenga lugar durante o en el ecuador de la competición, que sea un torneo breve con eliminatorias a un partido y, por supuesto, conceder un premio por jugador (se baraja repartir 1 millón de dólares por cabeza) y otro a la franquicia, que en este caso podría llegar a consistir en una elección extra en el próximo draft completamente traspasable y comprendida entre los puestos 14 y 15 de primera ronda. Se contempla además la posibilidad, como sucede en España y otros países, de que se elija una sede oficial cada año para la celebración del evento, sonando como primera opción la siempre predispuesta ciudad de Las Vegas.
Estas medidas servirían
como aliciente para que los equipos no reserven con tanto celo a sus estrellas,
invitándolos a jugar un mayor número de partidos de mayor significado y así
levantar un trofeo a mitad de temporada que contribuya a mejorar su estatus en
la liga, ya sea favoreciendo su situación dentro de la plantilla o
revalorizándose en el mercado de cara a un posible traspaso o negociación de
una nueva extensión de contrato. Sobra decir que, de cara a algún gran
proyecto, el hecho de al menos ganar un trofeo pese a no ser el anillo de
campeón, ya mantendría a buena parte de los aficionados y accionariado de la
franquicia en cuestión contentos, permitiendo que los proyectos puedan ir
tomando forma de una manera más natural y con más tiempo de preparación que en
la actualidad donde son cada vez más los general managers que se juegan el
devenir inmediato de sus equipos a una carta, juntando contratos astronómicos que
serán insostenibles en el transcurso de las temporadas debido a las
restricciones generadas por el tope salarial.
Pero no son todo buenas
noticias para esta lucrosa y de seguro bien acogida iniciativa por el
aficionado medio, pues los propios jugadores, respaldados por el sindicato y su
nuevo líder sindical C.J. McCollum (sustituto este año de Chris Paul tras 8
años de éste en el puesto) por el momento se sitúan en una posición contraria a
sumar más partidos al ya de por sí cargado calendario de 82 partidos previos a
los Playoffs, a los que ahora se le sumarían nuevos viajes y una mayor
intensidad en la competición. Realmente es esa intensidad mantenida en el
tiempo la cuestión que más preocupación genera dentro del gremio, ya que en los
últimos tiempos muchos jugadores han visto como compañeros de equipo se
lesionaban de gravedad, sirviendo de ejemplo de lo que podría llegar a suceder
y dejando a sus equipos completamente vulnerables de cara a las fases finales
del campeonato siendo Klay Thompson, Victor Oladipo o James Harden buena
muestra de ello.
Esta situación no hace
más que obligar al Comisionado Adam Silver y su equipo a pensar en un
complicado pero plausible equilibrio en forma de incentivo tanto para los
profesionales que participarían en esta iniciativa, como para los grandes
consumidores de este contenido que son los aficionados y, por supuesto para las
propias franquicias con el ánimo de que colaboren activamente en la
planificación y consentimiento para que la propuesta deje de ser una conjetura
y se convierta en realidad.
Comentarios
Publicar un comentario