La hinchada grita ¡vamos Kun Agüero!


Se retiró Sergio "el Kun" Agüero. El delantero argentino, que sólo ha podido disputar 166 minutos con el Barcelona, deja el fútbol a los 33 años por los problemas cardíacos. Una carrera plagada de éxitos deportivos a nivel individual y colectivo que le convierte en uno de los mejores jugadores argentinos de todos los tiempos. 

Comenzó en Argentina, y pronto despuntó en la escuela de Independiente, donde los técnicos se frotaban los ojos al verle jugar por sus goles, porque nadie lo podía frenar ni con patadas, y también porque con nueve años era capaz de enviar los córners al segundo palo. Ya con 15 y 35 días debutó en 2003 bajo las órdenes de Óscar Ruggeri con el primer equipo para romper el récord de precocidad establecido por Maradona en 1976. Y le llovieron las ofertas: Hamburgo, Chelsea, Corinthians, Villarreal... Pero sobre todo Bayern y Atlético, que finalmente acabó desembolsando 23 millones de euros por una promesa argentina desconocida en Europa.


A la sombra de Forlán y Fernando Torres al inicio, Agüero mostró su mejor versión con Quique Sánchez Flores después de dejar de lado la mala alimentación y la falta de adaptación propio de un niño de 18 años que llega nuevo a un país. “¡El Atlético es el mejor equipo de Europa!”, clamó en agosto tras la conquista de la Europa League (2010) y la Supercopa Europea (2010); “¡Vamos a por la Liga!”. Pero sus aspiraciones chocaron con las del Atlético y en 2011, el único jugador que no era transferible de la plantilla, se marchó al mega proyecto, aun en fase inicial, del Manchester City por 40 millones, porque en ese momento, esa cantidad era irrechazable.

Respondió en el césped, sobre todo en 2012, cuando en la última jornada de la Premier desequilibró la balanza contra el QPR sobre la bocina para darle al City el primer título en 44 años. Con Mancini y posteriormente Pellegrini tuvo sus mejores momentos como "cityzen".Con el tiempo llegó Guardiola al banquillo citizen y, a pesar de que se entendían de palabra, al delantero le agobiaba la exigencia del técnico, pues el Kun nunca quiso ser el mejor sino que se conformó con su don. Suficiente, en cualquier caso, para acabar con 184 goles en 275 encuentros de la Premier, el extranjero con más goles y el cuarto goleador en la historia de la Premier tras Shearer (260), Rooney (208) y Andy Cole (187). Luego llegó el Barça.


Su andadura en el Camp Nou ya empezó torcida porque llegó para jugar con su amigo Messi y la historia se truncó antes de empezar. “Esperemos jugar juntos. Creo que seguirá. Hablo con Leo todos los días. Poder entrenar con él todos los días será un sueño”, explicó Agüero el día de su presentación en sociedad azulgrana. Pero el club se quedó con las ganas de renovar al 10 por la falta de dinero, momento en el que Leo se marchó al PSG y también en el que el Kun se lesionó en un gemelo, por lo que estuvo dos meses y medio parado.

“¡Kun, Kun!”, gritó el Camp Nou cuando se estrenó con la camiseta azulgrana ante el Valencia."Fue increíble que el campo lo coreara. Ahora, toca acostumbrarme al cántico y me toca demostrar el cariño que me mostraron. Espero que disfruten de mi juego”, señaló el delantero, comparado con Romario por su centro de gravedad bajo (1,73m) y arrancada, también por su disparo seco y hasta por su pereza en la lucha. Hasta que ante el Alavés le falló el corazón.


Cuando volvió a atarse las botas, a cuentagotas porque así lo quería Koeman, se cayó. Fue el 30 de octubre, ante el Alavés, cuando notó que le faltaba el aire (un episodio similar sufrió en 2017 con la selección en un duelo ante Nigeria, cuando le dio una lipotimia) y se tuvo que tumbar sobre el césped por culpa de una arritmia. Esa misma que ahora le dice que el fútbol se le ha acabado después de solo 166 minutos de azulgrana. Eso sí, como goleador que es, le sirvieron para haber marcado en el "Clásico" cuando ya agonizaba y la victoria ya estaba camino a Madrid.

El adiós del Kun debilita todavía más al Barça, equipo que ahora solo cuenta con dos delanteros (Memphis es más un falso 9 y  Luuk de Jong). Memphis suma 8 goles, líder en la estadística seguido por Ansu Fati con 4, aunque tres han sido de penalti. Aunque el vacío de Agüero permitirá liberar la ficha y también acometer un fichaje (cobra unos 6 millones de euros anuales) en el mercado invernal, ahora que Ferran Torres (City) y Cavani (United) están en el punto de mira realista y Haaland en el imaginario.


“Por las ganas que no puedo contener, porque en mi sangre está siempre presente, por las emociones que me hace sentir, el fútbol es mi pasión, mis ganas de vivir”. Así comienza la cumbia que le dedicó el grupo Los Leales al Kun Agüero, a quien el corazón le ha arrebatado su pasión, sus últimos años de fútbol. Una noticia que sabía ya desde hace unas semanas pero que el delantero del Barcelona se resistía a aceptar porque pensaba que todavía existía alguna oportunidad de que el catéter que llevaba arrojara resultados distintos. No fue así. El jugador dio este miércoles pasado una rueda de prensa explicando el motivo de su retirada y la confirmación.

Para el Kun el fútbol lo fue todo de niño, siempre predispuesto a saltar por la ventana de casa que daba a la cancha de la Villa Los Eucaliptos, barrio marginal al sur de Buenos Aires, donde tres palos sueltos hacían las veces de portería. “A veces jugaba por un sándwich; otras por una gaseosa”, relataba el futbolista en una entrevista. Admirado por todos y sufrido por muchos, el Kun deja una huella imborrable en la historia del fútbol. Porque le recuerdas y sonríes, y eso es lo que le hace a uno ser de los más grandes.


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