Nicky Salapu: La histórica leyenda del portero de Samoa Americana

El 11 de abril de 2001 el guardameta de Samoa Americana encajaba 31 goles en un mismo partido. Se retiró del fútbol. Pero volvió... y se resarció. Encajó una de las mayores goleadas de la historia del fútbol... para muchos, sin contar el futbol amateur, la mayor.


Nicky Salapu era el portero del equipo nacional de fútbol de Samoa Americana durante la década de 2000. Su momento más trascendental en el fútbol ocurrió el 11 de abril de 2001, cuando Samoa Americana se enfrentó a Australia en un partido de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA 2002.

Han pasado ya 23 años. Pero seguro que Salapu lo recuerda como si fuera ayer. Cómo olvidarlo. 31 goles en 90 minutos. Es probable que se acuerde incluso de cada uno de los tantos recibidos, en esa maquiavélica habilidad de los porteros de recordar con mayor nitidez los goles recibidos o los fallos cometidos, que las paradas realizadas o las acciones salvadoras.


En ese histórico encuentro, Australia derrotó a Samoa Americana por un asombroso marcador de 31-0, estableciendo un récord mundial en la mayor victoria en la historia del fútbol internacional. Nicky Salapu, como portero, vivió en carne propia la presión de enfrentarse a un equipo tan formidable y de un nivel tan diferente al de su equipo. 

Se enfrentaban en partido correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón 2002 las selecciones de Samoa Americana y Australia en Nueva Gales del Sur. La diferencia entre ambos países era abismal. Todos lo sabían. Pero seguro que por la cabeza de Nicky no se le pasó por la cabeza lo que sucedería aquella tarde.

Mucho menos cuando, a los 10 minutos, el marcador seguía reflejando el inicial 0 a 0. Entonces llegó el primer tanto, obra de Con Butsianis. Algo normal, pensarían todos. No tanto sería que en los siguientes 4 minutos Salapu encajaría cuatro goles más. Y a ese ritmo frenético seguiría el partido hasta el descanso, al que se llegó con el marcador a 0 a 19.


Para que os hagáis una idea, una media de un gol cada 111 segundos, menos de 2 minutos. Una auténtica tortura para el portero, como puede verse en el resumen del encuentro que más abajo os comparto. La mayoría de ellos, en situaciones de dos o tres contra uno, para mayor desesperación de Salapu. Algunos, claro, en los que puedo hacer más, pero demasiado hacía con aguantar ahí en pie y no irse del campo. 

En la segunda parte el ritmo anotador bajó algo: 12 goles en 45 minutos. 31 en total. 13 goles sumó Archie Thompson, otros ocho David Zdrilic, tres más Con Boutsianis, dobletes de Vidmar, Popovic y Colosimo y uno de De Amicis. Nunca un equipo ha encajado tantos goles en un partido oficial. Nunca un portero había sufrido –ni ha sufrido- tal humillación en un partido oficial.

Tras aquel encuentro, aquella goleada (lo que terminó a su vez con la reubicación de Australia en la Federación Asiática de fútbol para mejorar su competitividad), la FIFA decidió actuar en favor de Samoa Americana. Invirtió en la mejora de las instalaciones deportivas del país, y sufragó el sueldo de un técnico europeo, el holandés Thomas Rongen, para que tomara las riendas de la selección. 


Rongen venía de no una muy buena reputación en USA y se le mandó allí más como un castigo, como se puede apreciar en la reciente película "Next Goals Wins" del director Taika Waititi y protagonizada por Michael Fassbender que encarna al entrenador holandés.

Sin embargo, nadie reparó en Salapu quien, devastado por la goleada, decidió huir del país. Se marchó a Hawai, donde estuvo dos años tratando de olvidar el fútbol, según relata David Ruiz en su libro "Fútbol que estás en la tierra". Vista la mediocre calidad del equipo, Rongen ayudado por personal de la Federación de Samoa Americana se pudo a buscar a los jugadores de aquel fatídico partido que habían renunciado del fútbol. Cuando por fin logró dar, entre ellos, con el portero para que volviera a la portería de su selección, Salapu declinó la posibilidad.


Aun así, tras el segundo intento del seleccionador de convencerle, Salapu, en una capacidad que no es tan habitual en los porteros, tuvo el valor de resarcirse. De volver, y hacerlo a lo grande. Con la primera victoria en la historia de su selección. Y erigiéndose él como el gran héroe de la gesta.

Sucedió el 22 de noviembre de 2011. Era el primer partido de la fase de clasificación para el Mundial de 2014, y Samoa Americana se enfrentaba a Tonga en casa, en el National Soccer Stadium. Antes del descanso Ramin Ott ponía a los locales por delante; y en el 74 Shalom Luani ampliaba distancias.

Los samoanos vislumbraban su histórica victoria, pero un gol de Tonga en el tramo final hizo temblar a todos. A todos, excepto a Salapu. Dos intervenciones suyas ya con el tiempo cumplido impidieron el empate. Es decir, dos intervenciones suyas otorgaron la victoria a Samoa Americana. La primera victoria oficial en toda su historia.


"El 31-0 ante Australia forma parte de nuestra historia. Hoy, esta victoria, también formará parte de nuestra historia", declararía el entrenador Thomas Rongen tras el encuentro.

Una historia que tiene como protagonista en ambos casos a Nicky Salapu. Él sufrió la pesadilla de encajar 31 goles en 90 minutos hace hoy justo 20 años. Y él permitió el primer triunfo en la historia del fútbol de su país diez años después.

Desde que derrotaron a Tonga 2-1 en 2011, nunca más Samoa Americana fue la úlitma del ranking mundial. Thomas Rongen volvió a EEUU y se convirtió en ojeador jefe de la selección de USA y actualmente es comentarista de CBS Sports. 

Salapu con 40 años sigue capitaneando a la selección, Tavita Tamua sigue al frente de la Federación de Fútbol de Samoa y su compañera Jaiyah Saelua fue la primera deportista publicamente transgénero en competir en una clasificación para el Mundial y ahora es entrenadora y embajadora de la FIFA por la igualdad. 


La abrumadora derrota ante Australia catapultó a Nicky Salapu y al equipo de Samoa Americana a la fama, pero no de la manera que esperaban. Este evento se convirtió en un tema de interés global, destacando la brecha entre los equipos de fútbol de diferentes niveles en el escenario internacional.

Salapu se convirtió en un símbolo de perseverancia y espíritu deportivo. Su historia capturó la atención de muchos, generando simpatía y respeto por su dedicación al fútbol, a pesar de las adversidades. Nicky Salapu, tras su regresó a Samoa Americana, se dedicó a trabajar en el desarrollo del fútbol en la isla. Participó en iniciativas para mejorar la calidad del juego y fomentar la participación en el deporte.

A lo largo de los años, Salapu ha utilizado su experiencia para inspirar a otros y destacar la importancia de la perseverancia en el deporte y en la vida. Su historia se ha convertido en un ejemplo de cómo enfrentar los desafíos con valentía y continuar trabajando hacia metas a pesar de los obstáculos.


Aquí os dejo el link del partido que enfrentó a Samoa Americana vs Australia:

https://youtu.be/DtvBqz7zj2w

Post Carlos LZ // @Carlos_LZeledon

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