De la calle a la tecnificación: La evolución en la formación de los jóvenes
Las nuevas tecnologías han cambiado nuestra forma de vivir y de relacionarnos. El fútbol no iba a ser la excepción, y además de tener un gran impacto en la difusión de contenido, otras formas de capitalización a través de las marcas y, en resumen, el marketing, también ha afectado en el desarrollo de las futuras estrellas mundiales. Los niños antes perdían la noción del tiempo mientras jugaban al fútbol, mientras que hoy en día pasan la mayoría del tiempo de ocio encerrados en casa con los teléfonos móviles y las consolas. Las calles han quedado vacías de almas y de fútbol, dando paso y relevancia al auge de las tecnificaciones.
Atrás quedaron las tardes donde pasábamos incontables horas pegándole patadas a un balón. No importaba el lugar; desde una cancha en condiciones hasta el propio asfalto de la calzada, pasando por el césped y la tierra de los parques. No importaba si había porterías; un puñado de chaquetas, un par de mochilas o dos árboles hacían el apaño. No importaba el calzado; destrozando los zapatos del uniforme o incluso jugando descalzos. Tampoco importaba el clima; exceptuando a los padres, que procuraban que su hijo no enfermase. En conclusión, la imaginación afloraba por todos nuestros poros, nada iba a detener a unos niños con la ilusión de practicar este maravilloso deporte. Ni siquiera la ausencia de un balón en condiciones era motivo suficiente para no jugar (cuantas veces hemos utilizado una botella como esférico).
Tristemente, eso hoy en día ha cambiado, principalmente en Europa. El fútbol federado y de más alto nivel en las categorías inferiores, es dominado por jugadores cuyos padres disponen de una renta elevada o, mínimo, promedio. Hasta hace no mucho, el fútbol era la esperanza de aquellos que disponían de pocos recursos y, en principio, se veían abocados a formar parte de la clase obrera, como el resto de su familia y entorno. Las nuevas generaciones ya no plagan las calles, aquella que te enseña el arte de la pillería y te obliga a desarrollar la creatividad. Jugar en campos irregulares, con un terreno abrupto, con diferentes obstáculos y donde los árbitros éramos nosotros mismos, discutiendo cada acción del partido.
Jugar libremente era la manera más común de mejorar tu técnica individual. Esta función hoy en día ha sido sustituida por un nuevo fenómeno que lleva emergiendo desde hace tiempo, cada vez con más fuerza y presencia. Actualmente, acudir a una tecnificación es el lugar más óptimo para desarrollar la técnica individual y aprender nuevos conceptos tácticos. ¿Qué diferencia una tecnificación de un club de fútbol? En los equipos el foco está puesto sobre el grupo general, la mejora va dirigida a rendir mejor como bloque y el objetivo es el bien colectivo. Por otro lado, la tecnificación, a pesar de trabajar en grupos reducidos, busca mejorar personalmente al jugador y sus capacidades. Lo más importante es la implementación de conceptos técnicos individuales, con el objetivo de trasladar esas mejoras al campo.
La mayor ventaja que aportan las tecnificaciones es la optimización del tiempo. A través de una organización previa, los conceptos a entrenar están estructurados por sesiones, con una progresión lógica en el tiempo y con entrenadores que sirven de guía, aportando un feedback inmediato. En algunos casos, incluso se realizan informes trimestrales más detallados. La adquisición de inteligencia táctica y lectura de juego es otro de los beneficios. Inclusive, en las de mayor calidad y las más avanzadas, realizan análisis de video particular y exclusivo del jugador.
Sin embargo, no todo son cosas buenas. Como apuntaba anteriormente, la falta de normas, y en ocasiones de límites, de la calle te invita a buscar soluciones por tu propia cuenta. La guía del entrenador tiene sus puntos a favor está claro, pero una de las quejas que escucho por parte de entrenadores de fútbol base es que los jugadores actuales no entienden el porqué de las cosas que ocurren durante diversas acciones del juego. Precisamente el cometer errores sin que nadie te corrigiera desarrollaba comprensión del juego, donde tu mismo debías realizar el proceso mental de hallar otra solución. Proceso que muchas veces se lo arrebatamos a los jugadores, y hablo en primera persona porque, como entrenador, me incluyo.
¿Qué provoca esto? La robotización del jugador. En ocasiones observo jóvenes muy dotados técnicamente, pero completamente nulos en cuanto a comprensión del juego. La mala toma de decisiones limita su potencial, hasta el punto de aparentar ser malos futbolistas e incluso un lastre para el equipo cuando están en el campo. Esto ocurre cuando la mejora de la técnica no va acompañada de la táctica, y para lo segundo es necesario tener visión de juego y exponerse a los múltiples contextos de los partidos en cada entrenamiento. Además de tener la mentalidad y la actitud correcta, una la cual permita aceptar que aún hay mucho que aprender.
Por último, no olvidar un componente fundamental, el carácter competitivo. Ese ligero odio a la derrota debe estar siempre presente, sin llegar a ser un mal perdedor obviamente. Nada era peor que perder el 'partidillo' del recreo en el colegio. Es importante que las tecnificaciones incluyan minijuegos o pequeños objetivos a alcanzar que nos permitan mantener viva esa esencia tan característica del deporte.
El punto de vista ofrecido es de alguien que trabaja en una tecnificación, y además puedo decir que es una donde se encuentran grandes profesionales del fútbol base. Por lo tanto, he podido observar y vivenciar en primera persona todo lo expuesto con anterioridad. Quedan descartadas del debate aquellas tecnificaciones hechas con el objetivo de saquear el bolsillo de los padres y que realmente no ofrecen ninguna mejora a sus clientes.
Cada vez se habla más de la ausencia de virtuosos y magos. Hace un tiempo mi compañero Miguel Jiménez publicó un artículo sobre un tema similar: "La evolución del jugador encarador" (accede haciendo clic sobre el título). La obsesión con el Big Data (sobre todo con los datos, los porcentajes de acierto y los percentiles) es uno de los motivos, pero esto quizás pueda explicar la raíz del 'problema'.
Luca Ortiz // @lucacho999
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