Johan Cruyff: Génesis del fútbol moderno
No descubro nada nuevo cuando en el título hago alusión a Cruyff como la principal influencia en la forma que conocemos el futbol hoy en día. Pionero en definir un estilo de juego, utilizado y evolucionado por diversos entrenadores en la actualidad.
Antes de empezar a leer su autobiografía, pensé que sería un libro donde narraría los momentos más icónicos de su carrera desde su perspectiva. Nada más lejos de la realidad, la profundidad que adquieren sus relatos dan la posibilidad de conocer los entresijos de su trayectoria; intrahistorias que nunca llegaron a dar la luz, la versión veraz de las múltiples polémicas en las que estuvo involucrado, sus propias ideas y el porqué de las mismas. En resumen, un deleite para un verdadero amante de este deporte y de lo que ocurre más allá de lo visible para el espectador promedio.
Su relación con el primer amor de su vida, el Ajax de Ámsterdam, comienza mucho antes de ni siquiera formar parte del equipo juvenil. Vivían cerca del antiguo estadio del club, De Meer. Su padre, aparte de ser un fan acérrimo, transportaba alimentos de su propia tienda para los jugadores. Su tío fue jugador del club en la década de 1950. Su madre, tras el fallecimiento del padre, pasó a trabajar como personal de limpieza del estadio. Jugadores y entrenadores del primer equipo del Ajax comían en su casa en algunas ocasiones. A los 10 años de edad, ingresó en la cantera del Ajax, pero era como si formara parte del club desde antes de venir a este mundo.
El éxito en los años 70 del fútbol neerlandés, tanto a nivel de clubes como de selecciones, se comenzó a gestar en 1956, precisamente, cuando comenzó su etapa como canterano. Van der Veen y Rinus Michels son las figuras que más destacan en su formación como jugador. El primero le formaría, principalmente, a nivel técnico en el equipo de juveniles. Más adelante, en el primer equipo, y de la mano de Rinus Michels, adquirió un conocimiento táctico que le acompañaría hasta su etapa en los banquillos. Rinus Michels, su padre futbolístico, lo convirtió en su extensión dentro del campo. Recibía charlas tácticas individuales por su parte, para que fuera él quien, desde dentro, diera las indicaciones pertinentes; adelantar la línea de presión, cambiar el sistema o variar la posición de los jugadores.
A pesar de conquistar tres Copas de Europa consecutivas entre 1971 y 1973, la salida de Rinus Michels del club en 1971 y la llegada de un nuevo entrenador, menos disciplinado y autocrático, harían que Cruyff abandonara el club en agosto de 1973. No compartía la manera de dirigir el equipo del nuevo director técnico, el exceso de libertad que otorgaba en el comportamiento de los jugadores no era del agrado del dorsal 14. Cuando por votación de la plantilla perdió la capitanía, sería el punto de inflexión para su salida semanas después.
Más allá de los títulos, en su primera etapa como jugador del Ajax, se convirtió en el segundo jugador en ser contratado a jornada completa, un hito relevante para la profesionalización del club y el fútbol neerlandés. Por otro lado, sería pionero en proponer, junto a su agente, la creación de un plan de pensiones para los futbolistas. Sería criticado por no ser partícipe de dicha herramienta, sin embargo, él alegaba que estaba hecho para jugadores con salarios ínfimos, los cuales al terminar su carrera no tendrían nada para vivir. Su intención era profesionalizar el fútbol nacional, en ningún caso obtener más rédito.
En 1973, aterrizaría en la ciudad condal por un traspaso récord de 2 millones de dólares. Su salida no gustó a la federación holandesa, y debido a que había cerrado el mercado de fichajes local (pero no el español), trataron de bloquear su fichaje, prohibiéndole jugar la temporada entera. Cruyff, listo como pocos, dijo que si no podía jugar, no llegaría en forma al Mundial de 1974, y que, en ese caso, no acudiría a la cita. Ese mundial era la ilusión de toda una nación y los neerlandeses no podían permitirse no contar con su estrella. No sería ni el primero ni el último altercado que tendría con la KNVB, la federación de fútbol neerlandesa.
Desafortunadamente, no pudo revalidar dicho título en los 4 años restantes como azulgrana. A pesar de vivir el final de la dictadura franquista, pudo sentir la tensión política entre Cataluña y la capital. Notaba ciertos favoritismos deportivos hacia los equipos de Madrid. Al finalizar su etapa como entrenador del Barcelona en 1996, se reafirmó en que el principal limitante del club eran ellos mismos, debido a estar siempre involucrados en cuestiones políticas (desviando la atención de lo exclusivamente deportivo) y el hecho de estar siempre pendientes de que hace su máximo rival, el Real Madrid, impidiéndoles forjar su propio camino independientemente de lo que ocurra en la casa blanca.
Tras un breve retiro donde perdió mucho dinero en inversiones poco sensatas, puso rumbo a Estados Unidos para jugar en una liga emergente, que ya contaba con la presencia de Pelé y Beckenbauer. En tierras norteamericanas comenzó a sembrar la semilla de lo que acabaría siendo la Cruyff Foundation, debido a dos razones; fijándose en las franquicias deportivas estadounidenses aprendió sobre gestión y dirección deportiva, y se vio involucrado en ayudas sociales a niños a través del fútbol, algo que le fascinaría por el impacto que podía hacer en la vida de los más necesitados.
Por otro lado, de otras disciplinas deportivas aprendió la importancia de un buen equipo de trabajo. Delegar funciones y definir roles; preparador físico, entrenador de porteros, psicólogo, analistas, etc. Europa se hallaba a remolque en ese aspecto, donde los cuerpos técnicos contaban con tan solo 2 o 3 figuras y el entrenador se encargaba de prácticamente todo. Cuando regresó a Europa e inició su etapa en los banquillos, contrató diverso personal para el staff técnico del Ajax, otorgando a cada uno su importancia y dejando libertad para actuar. Confiaba en aquellos que le rodeaban, no esperaba que le pidieran opinión. Si los contrataba era porque sabía que ellos sabían más que él, mientras que Cruyff buscaba centrarse en sus fortalezas, preparación técnica y táctica.
Sus inicios como entrenador tuvieron como protagonista nuevamente a la KNVB, debido a que le solicitaban realizar el curso pertinente. Cruyff consideraba insensato tener que pasar por el aro, teniendo en cuenta su experiencia como jugador profesional. Como solución, redactó una carta, junto a Rinus Michels, el cual tenía un cargo dentro de la federación, donde proponía que aquellos que cuentan con la experiencia necesaria, realizasen primero un examen. Solo se presentarían a las asignaturas suspensas, recibiendo un curso personalizado y abriendo una vía rápida para la llegada de exinternacionales a los banquillos nacionales, lo cual consideraba Johan que mejoraría el nivel de la liga.
Pasaba el tiempo y no recibía respuesta, así que, junto con el Ajax, crearon el puesto de director técnico para que pudiera ejercer como entrenador. Esto no gustó a la federación, que le persiguió para intentar alegar que ejercía de entrenador sin titulación. 6 meses después obtendría una respuesta negativa a su proposición, con la sorpresa de que Michels había sido uno de los que se había opuesto. Las malas lenguas dicen que temía que Cruyff le superara como entrenador, una lucha de egos. Sin embargo, Cruyff nunca le preguntó a Rinus sobre dicho hecho, decidió no creer que aquello había ocurrido y nunca se interesó por la verdad. Prefería mantener intacta la imagen que tenía de aquel hombre, su mentor y padre futbolístico.
La Recopa de Europa de 1987 fue su punto álgido en el banquillo del Ajax. Revolucionó tácticamente Europa con la implementación de la formación 3-4-3 y formó jugadores de la talla de Van Basten y Rikjaard. A pesar de todo esto, solo duró 3 años a los mandos del equipo debido a su incompatibilidad con la directiva. Una problemática habitual en muchos clubes hasta nuestros días, donde los directivos no dejan al entrenador trabajar libremente. Rondan constantemente el campo de entrenamiento vestidos en traje, cuestionan las decisiones del manager y, en ocasiones, deciden ellos los fichajes. La pésima gestión derivaría en la salida de las dos estrellas mencionadas al AC Milan por un precio irrisorio, trayendo consigo la dimisión de Cruyff, que pondría nuevamente rumbo a su segunda casa.
Su apogeo como entrenador llegaría en el banquillo azulgrana. La Copa de Europa de 1992 es recordada con anhelo en la ciudad condal, sin embargo, nuevamente, fueron su forma de jugar e ideas los que destacaron. Utilizar a un lateral ofensivo como Koeman y un pivote limitado como Guardiola de centrales, parecía una locura apta para pocos. La idea era crear el juego desde atrás y para ello necesitaba jugadores de calidad con balón. Juntó a dos jugadores complementarios, tanto técnica como físicamente. Además, durante los 8 años como jefe de operaciones culé, gastó poco dinero en fichajes, fomentando un buen scouting, pero sobre todo la formación de canteranos de La Masia, la cual se creó en 1979 bajo las ideas y recomendaciones del propio Cruyff. Su salida, nuevamente a causa de incompatibilidad con la directiva.
Numerosas son las anécdotas y los hechos pendientes de contar. El por qué jugó en el Feyenoord (máximo rival del Ajax), las múltiples salidas por la puerta de atrás del Ajax, como vivió la derrota de la final del Mundial de 1974, su no participación en el Mundial de 1978 debido al intento de secuestro de su familia, la derrota de la final de la Champions de 1994, su frustrante etapa como directivo del Ajax, la relación con su hijo Jordi Cruyff (al cual entrenó en el FC Barcelona), todas las obras sociales realizadas a través de su fundación, sus problemas de salud, la importancia de su mujer y su relación con múltiples figuras relevantes de este deporte: Rinus Michels, Guardiola, Koeman, Rijkaard, Laporta, etc. Todas ellas las puedes encontrar en el libro, además de conocer en profundidad su manera de ver el fútbol y como deberían hacerse las cosas bajo su criterio. Una lectura, más que recomendable, OBLIGATORIA.
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